Nos fuimos a la playa a conocer el nuevo Citroën Aircross, el monovolumen derivado del C3 Picasso –que aun tampoco conocemos por estas tierras- embebido con el look aventurero que tanto parece haber “pegado” en el público brasileño y argentino.

La primera impresión es que se trata de un auto distinto, original. No es casualidad esto siendo un Citroën. Es extraño y a decir verdad, bastante simpático, mucho más en vivo que en las fotos. Es más voluminoso de lo que uno podría suponer al saber que es un derivado de un C3. A nivel estilo ya habíamos escrito bastante aquí, aquí y aquí, pero ahora, estando cara a cara con el Aircross y habiéndolo manejado, bien podemos sacar otro tipo de conclusiones. Se ofrece con una única motorización naftera, 1.6 de 110cv y tapa de 16 válvulas, muy conocido en nuestro país.

La posición de manejo es elevada y con una cierta angulación entre volante/conductor más cercana a la de un utilitario que la de un auto familiar. Las butacas son cómodas y en la versión “Exclusive Techno”, que es la que manejamos, tienen un tapizado muy atractivo, parcialmente en cuero y textil, con pespuntes contrastantes que le dan un muy buen toque de sofisticación al interior.
La mayor decepción la tuve al encontrarme con que todo el torpedo es de plástico duro, rígido. Eso me pareció que le baja la precepción de calidad y por tratarse de un auto de 100.000 pesos bien podría pretenderse un tablero blando, de material inyectado y opaco, mucho más ameno, tanto a la vista con al tacto.
No hay malos encastres ni escuchamos ruiditos andando por los serruchados caminos del norte de Pinamar, pero la vista y el tacto quieren su parte y nunca está de más mimarlos con una buena textura, sobretodo esas que se tienen ahí adelante, todo el tiempo, frente a los ojos. Digamos que me esperaba una mejora más cercana a la textura del DS3 o al C4 Picasso, que a un C3 brasileño o una Partner nacional.

Esa misma posición de manejo elevada, sumada al parabrisas y a las grandes ventanillas fijas triangulares a los costados del parabrisas, hace que el ángulo de visuales sea muy bueno. Atrás, es cómodo para dos adultos y un tercero podrá hacer viajes de corta y media distancia sin sentirse agobiado. El espacio vertical atrás es bueno, así que los más altos se sentirán cómodos atrás también.
La capacidad del baúl es correcta (403 litros), con una volumetría rectangular y “limpita”, sin casi recovecos, lo que permite aprovecharlo mejor. Incluso está disponible el espacio bajo piso del baúl, donde iría la rueda de auxilio de las versiones “normales”. Tirón de orejas para la rueda de auxilio colocada exteriormente siguiendo el “Decálogo del auto aventurero Mercosur” que además complica la apertura del baúl.
Hay que hacer varios movimientos para liberar el caballete porta-rueda (algunos aplicando fuerza) y luego volverlo a su sitio. Digamos que dá fiaca hacer la maniobra, y si o si se requieren las dos manos libres. No se podría hacerlo, por ejemplo, con un bebé en brazos o muy cargado de bolsos, como uno si podría operar cualquier portón trasero, digamos de una C4 Picasso o un C4 5 puertas.

El andar es muy bueno y es justamente en un ambiente como el pinamarense donde uno se da cuenta de la practicidad de este tipo de vehículos. Suspensiones más altas, solidas, buen despeje. Con sus neumáticos mixtos (Pirelli Scorpion ATR en medida 205-60-16) se lleva muy bien con el uso en terrenos rústicos pero se cobra un poco de confort en ruta.
En asfaltos urbanos, no molestan para nada. Al motor se lo siente vivaz para el uso ciudadano y el comando de caja es muy agradable, de buenas inserciones de marcha. Tal vez este es el tipo de carrocerías y tipos de uso se llevan mucho mejor con un buen motor HDi de agradable torque. Veremos si aparece, ya que creo que sería fundamental para este tipo de nicho de mercado.

Hablar de equipamiento me produce un poco de conflicto, porque si bien la versión full tiene de todo, desde confort hasta chiches, desde lo práctico hasta lo superficial, por el precio, es poco. Amén de tener doble airbag, airbags laterales delanteros (sólo Pack Techno), ABS con repartidor de frenada, climatizador automático, GPS integrado de pantalla retráctil de 7” con un sistema de sonido con muchas funciones (bluetooth, audiostreaming –te “levanta” la música que tengas en mp3 en un teléfono por ejemplo, mediante el bluetooth- USB, entrada auxiliar, etc.), tapizado de cuero, 5 llantas de aleación, antinieblas delanteros y traseros, sensores de lluvia, luces y estacionamiento trasero, creo que adolece de faltantes de peso en términos de seguridad como el control de estabilidad, frenos a disco traseros y los ganchos Isofix para sillitas infantiles.
Por 100.000 pesos creo que uno ya tiene derecho a pretender estos ítems, sobre todo considerando que al ser un vehículo con un elevado centro de gravedad, el ESP debería ser mandatorio, de serie. Es por esto que decía que me producía inquietud el tema, porque si bien no se le puede pedir más en términos de comodidad y “amenities”, por 100.000 pesos uno empieza a ponerse puntilloso…

La gama del Aircross arranca en 80.000 pesos y va trepando en 4 versiones sumando airbags, ABS, clima automático, tapicerías, cromados, sistema de audio, el GPS mencionado y sensores varios. En las versiones sin GPS incorporado, en su sitio, los Aircross llevan un set de 3 relojes que incluyen inclinómetro –frontal y lateral- y brújula.

Llega al mercado para hacer frente a una variedad de competidores aventureros como el Sandero Stepway de Renault, el Ford Ecosport, el VW Crossfox, los Fiat Idea y Palio Adventure, siendo probablemente el Aircross el más sofisticado a nivel diseño y el menos “emergente” de todos estos vehículos. Sin dudas, el gran atributo de este nuevo Citroën es su lograda presencia.
En resumen, el Aircross es un vehículo especial, de excelente aspecto y muy buen diseño exterior, (salvo esa rueda trasera de auxilio, que no puedo dejar de decir que no me gusta), prestaciones acordes a la media del segmento Mercosur, mucho hincapié en el contenido de confort a bordo y algunas limitaciones en el equipamiento de seguridad. Buen confort de marcha, agradable manejo, pero precio elevado y garantía de un año solamente.
Salvo la brecha de precios entre versiones (20.000 Pesos!), la falta de ESP y la rueda de auxilio exterior, todo en el Aircross me resultó más que agradable. Veremos cómo lo recibe el público que es finalmente quien decide.

Todas las fotos en el album de facebook de Motorweb.

Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

4 comentarios en «Contacto: Citroën Aircross»

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