Corría el año 2008 y Renault en Europa no paraba de llamar la atención. Había comenzado el Siglo XXI con los tope de gama de diseño poco común, como fueron los Vel Satis y Avantime, mientras que el Megane II no dejaba de pasar desapercibido por su inconfundible remate posterior. Si bien la Kangoo había sido otro de los modelos rupturistas, la silueta corta de la segunda generación (conocida como Be Bop) fue lo más insólito que Renault pensó para éste modelo.

Pensando en las grandes ciudades, al momento de lanzar la segunda generación de la Kangoo, los del rombo pensaron que sería propicio contar con un furgón de tamaño compacto, más compacto que una Kangoo convencional, algo que se estrenó inicialmente en concept. Para que ello sea viable compactaron la distancia entre ejes del modelo original para obtener un furgón de menos de cuatro metros. Sería útil para las flotas de servicios principalemente, a los que un auto les sería incómodo, y quizás una Kangoo convencional un poco grande.

Pero considerando que ya se había diseñado un furgón, por que no contar con una variante de pasajeros y presentarlo así al mundo. Así nació en formato de Concept (incluso con propulsión eléctrica). Finalmente el modelo de producción llegó a la vida, bajo la denominación Kangoo Be Bop. Se trataba de una alternativa de cuatro plazas con techo acristalado, baúl limitado, y 3,87 metros de largo: es decir, del largo de un Clio.

Una idea loca: Renault Kangoo Be Bop

Eran épocas en la que Renault estaba dispuesta a invertir, o incluso a perder dinero, en pos de llamar la atención de nuevos usuarios. Probablemente queriendo repetir parte del éxito del Twingo.

La Kangoo BeBop fue probablemente una de las últimas locuras de este tipo. Se trataba de un multipropósito, aunque no demasiado práctico. Contaba con espacio para cuatro pasajeros, aunque de esa forma la capacidad de baúl se reducía a unos 200 litros. Rebatiendo las dos butacas extras, el espacio se incrementaba a 1.460 litros.

Inicialmente se pensó como un vehículo que podría llegar a generar la aceptación que logró el Suzuki Jimny, aunque claro, el modelo japonés ofrecía tracción 4×4, un extra que no podía ser asociarse a un multipropósito.

La Kangoo Be Bop al detalle

Lo más curioso de esta variante que nunca vimos en Argentina pasaba por el techo vidriado, en tres secciones. Una inicial de tamaño intermedio bipartida y que podía pivotar tanto en la sección del conductor como en la del acompañante de manera independiente, una central más compacta y fija, y una parte final que podía desplazarse hacia delante (osea al revés de lo que dictaminan el resto de los techos corredizos) junto a la parte superior del portón trasero. La luneta se bajaba de manera independiente y de forma eléctrica, en una solución similar a la del Falcon Rural conocido en Argentina. A diferencia de éste, el portón trasero completo se debía abrir de forma lateral.

Se trataba de un desarrollo de ingeniería casi fastuoso, pero que de alguna manera fue aprobado para entrar en producción. A todo esto, las cuatro plazas de la Kangoo Be Bop se destacaban por su amplitid general, por lo que adultos de cualquier talla podría viajar con cierta comodidad. Claro que para acceder a las plazas traseras se debian correr las butacas delanteras (como en todo 3 puertas) o de la contrario, acceder mediante el portón trasero.

La Kangoo Be Bop se ofreció por algunos años, con motor 1.5 DCi de 85 o 105 CV, o el 1.6 de 110 CV naftero, unido a cajas manuales de cinco o seis marchas. El interior además podía ser configurado en llamativos colores contrastados con los de la carrocería. 

Obviamente se trató de un fracaso comercial, manteniéndose con el correr de los años en producción el furgón de tamaño compacto como única alternativa de tamaño reducido dentro de la gama. ¿La conocías?

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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