Si bien en Argentina el Peugeot 3008 lanzado en su actual generación hace poco más de tres años es un vehículo que queda posicionado como una opción de jerarquía dentro del segmento medio, la realidad indica que este SUV es el tercer modelo más vendido de Peugeot a nivel internacional, solo por detrás del 208 y 2008. Por su parte, el 5008, que comparte plataforma y diseño hasta el parante B, se posiciona como el cuarto modelo más vendido de la marca a nivel mundial.

Esta sentencia de éxito está ligada a un diseño atrayente, pero además a un combo general muy apropiado y de buena calidad. La línea 2021, recientemente lanzada en Argentina de ambos modelos, incorpora pequeñas mejoras dentro de su oferta, que aquí iremos anotando en esta doble prueba con dos unidades de los Peugeot 3008 y 5008, provistos con motor HDi de 150 caballos de fuerza.

Si una cosa caracteriza a los Peugeot desde siempre es su diseño. Y en el mundo de los SUVs pocas marcas apelan a diseños rupturistas, ya que en muchos casos van a lo seguro: líneas redondeadas, con una buena altura general y diversos apliques que nos aseguren que estamos ante un todoterreno. Pero Peugeot, en este caso, fue algo menos generalista, y dibujó un estilo decididamente atrayente, plagado de líneas rectas, con una postura más baja que el resto de sus competidores.

Doble prueba: Peugeot 3008 y 5008 HDi

Si bien no deja de ser un SUV, el 3008 luce una carrocería joven y llamativa, que lo caracteriza de una manera muy particular, más aún en el remate trasero, muy bien proporcionado y con la impronta que le dio vida a otros modelos de la marca: con ópticas traseras sobre un fondo negro que recorre la cola de lado a lado. En el caso del 5008, su estilo exterior es mucho más controvertido, pero todo tiene una explicación.

Su capacidad para siete pasajeros obligó a dibujar un remate en el que el diseño pasó a un segundo plano. Personalmente, no me parece demasiado logrado, aunque es cierto que con las mejoras introducidas en la gama 2021 se ve mejor. Si vamos a la parte trasera ambos modelos incorporan el fondo completamente oscuro de las luces, cuando previamente las garras eran de tono rojo. Ahora lo son únicamente cuando las luces se encienten. Además, todas las funciones de los faros traseros agregaron tecnología LED, que en los direccionales del 3008 son a su vez secuenciales. No así en el 5008.

Por fuera

Pero el lavado de cara sufrido por la gama 3008/5008 se ve reflejado además en la nueva impronta que se va haciendo característica en los nuevos productos de la marca, tal como el 208 producido en Argentina, o el 308 que ya se vende en Europa. Como diferencial frontal se destacan las luces diurnas de LED conformando un gran colmillo que invade buena parte del paragolpes delantero. A su vez, las ópticas de nuevo formato y con tecnología completamente LED cuentan con un diseño más afilado.

La parrilla frontal dispone de mayor superficie, y se integra a las ópticas con una suerte de aplique símil «pestañas» en su base inferior, que le otorgan una identidad muy marcada. Tal como sucedía en la serie previa, dispone de un aplique en plástico negro que se sitúa entre el capot y el guardabarros delantero que, si bien le da un toque de identidad, no termina de convencerme, más si el color de la carrocería es claro, como en el caso del 5008 de las fotos.

Otros detalles que realzan la categoría de estos modelos del león es la gran cantidad de aditamentos cromados, algo que ya no es tan común en los modelos actuales. Aquí existen apliques en los zócalos, en los marcos de las ventanillas, como también en las llantas, que cuentan con una terminación pulida. En el caso del 3008, por ser la variante GT-Line tope de gama prescinde de algunos de estos detalles, siendo reemplazados por tonos más oscuros. El 5008 se ofrece únicamente con equipamiento Allure.

Si vamos a las medidas el 3008 mide 4,48 metros de largo, mientras que el 5008 mide 4,64 metros, es decir 16 centímetros extra. En el primero, la distancia entre ejes ya es considerable, llegando a los 2,68 metros, y extendiéndose en el 5008 hasta los 2,84 metros (18 cm más). El ancho lo comparten en 1,84 metros, mientras que el 5008 es apenas más alto por el diseño de la parte trasera del techo: tiene 165 centímetros de alto, frente a 163 del 3008.

¿A quiénes apuntan?

La diferencia entre ambos modelos del león es más que obvia. Mientras el 3008 entra en el segmento de los SUVs de tamaño mediano, que está creciendo en el último tiempo considerablemente, los dos apuntan a clientes específicos, de buen poder adquisitivo. Una de sus contras es que vienen importados de Francia, y deben competir con modelos producidos en la región, como el Jeep Compass (ver lanzamiento) o incluso el Volkswagen Taos, fabricado en Argentina (ver prueba).

Ante ello, 3008 propone una oferta más escueta, pero con los clásicos lineamientos de Peugeot, que incluye una opción HDi con motor 2.0 de 150 CV, en este caso, unido a una transmisión automática de ocho velocidades. En la gama se mantiene el naftero THP de 165 caballos con caja automática de seis velocidades.

En el 5008, su segmento es mucho más exclusivo, al menos hasta la llegada del Jeep Commander, producido en Brasil, y también con siete plazas, que será lanzado en 2022. Con un concepto más que nada familiar, el más grande apunta a familias numerosas, con el único propósito de entregar dos plazas extra, aunque teniendo que ceder parte del equipamiento, y por sobre todas sus cosas, diseño.

Por dentro

En el habitáculo nos encontramos con una posición de manejo bien a la usanza Peugeot, con la disposición I-Cockpit como estandarte. El tablero es completamente digital, y configurable, con una disposición muy visible y sencilla de operar. En mi caso particular, la postura al volante me parece perfecta, ya que el aro del volante (achatado tanto arriba como abajo) no interfiere en la visión del instrumental. 

El 5008 con nivel de equipameinto Allure viene contrastado en la parte media de la plancha y los paneles internos de las puertas con una especie de tela de un tono gris que queda muy bien presentada y que fue mantenida con respecto a la serie previa que ya conocíamos.

En variante GT-Line que vestía nuestro 3008 eso se reemplazó por un material símil madera oscura, que no termina de convencerme, pero que le da un aspecto más señorial si se quiere. Ahora bien, eso no termina de combinar con el tapizado del techo en tono negro, que lo hace incluso más deportivo. En fin, cosas de la configuración que elige cada marca para sus modelos.

La pantalla central táctil aglutina los principales comandos del auto, a los que se acceden mediante las teclas de acceso rápido en la sección inferior de la plancha. Se trata de una disposición no muy práctica ya que obliga a sacar la vista del camino por momentos a falta de comandos físicos. La disposición interior de los comandos está muy bien lograda, y mantiene el selector de cambios tipo joystick que también vimos en otros modelos del ex grupo PSA. 

La presentacón interior es buena en general, pero algunos detalles no están del todo bien cuidados, entre ellos, algunos encastres (en el recubrimiento del parante A) o incluso en la manija de la guantera, que dejaba ver algunas rebarbas. Amén de eso, en general se respira un gran ambiente de solidez y calidad.

Las plazas traseras son en general amplias en los dos modelos, pero obviamente el 5008 la pasa mejor en varios sentidos. Por empezar en las ventanillas traseras hay cortinas parasol (en ambos, los vidrios laterales traseros y lunetas son polarizados de fábrica), mientras que también dispone de mesitas tipo avión en los respaldos de las butacas delanteras. Los asientos están conformados por tres piezas individuales, que pueden adelantarse o reclinarse de manera independiente.

Acceder a la tercera fila de asientos no es demasiado sencillo, pero una vez allí (con algunas concesiones) dos pasajeros podrán viajar eventualmente con relativa comodidad, aunque siempre las plazas de la segunda fila deberán estar unos centímetros corridas hacia delante para crear algo de espacio para los pies de los pasajeros de atrás. Claro que rebatiendo por completo los asientos de la tercera fila la capacidad de baúl llega hasta los 780 litros, medida que se toma hasta el techo, a pesar de contar con un divisor de carga retráctil de serie. 

Con cinco plazas, el 3008 no pierde sus utilidades familiares, aunque con soluciones más simples. El baúl llega hasta los 591 litros de capacidad, y además entrega una ventaja por demás llamativa: viene con rueda de auxilio, al menos de uso temporal, por debajo del piso. El 5008 no dispone de rueda de repuesto, que previamente iba colocada debajo del piso, en posición externa.

En cuanto al equipamiento hay diferencias entre ambas versiones tope de gama, ya que no existe configuración GT-Line para el 5008. Este último ofrece de serie diversos ítems que ya lo colocan como una alternativa por demás equipada.

Dispone de cámara de estacionamiento delantera y trasera con función de grabado lateral, climatizador trizona con forzador trasero, techo panorámico corredizo, tapizado de símil cuero, cargador inductivo de smartphones, entre otras dispositivos.

El 3008 en la versión GT-Line incorpora portón trasero de apertura eléctrica, asientos delanteros con regulación eléctrica que vienen calefaccionados (con masajeador y memoria) y el sistema de sonido Focal de alta fidelidad. En materia de seguridad, trae control de velocidad crucero adaptativo, y alerta de colisión frontal con frenado autónomo de emergencia. También ambos modelos disponen de alerta de cambio de carril involuntario y sensor de ángulo ciego.

Al manejar

Como única opción disponible en la gama, el 5008 se ofrece en configuración HDi Allure, mientras que el 3008 llega en tres configuraciones: Allure 1.6 THP, GT-Line 1.6 THP y GT-Line 2.0 HDi. Precisamente, las dos Diesel son las que utilizamos para la prueba doble, y son además las que incorporaron como novedad la transmisión automática de ocho marchas.

Em combinación con el motor HDi de 150 caballos que entrega 370 Nm de torque a 2.000 rpm esta transmisión presenta un andar loable, pero más aún destacable es su consumo. Por ejemplo, a velocidad constante de 120 km/h en autopista logran un consumo en torno a los 18 kilómetros por litro de gas oil premium, cuando giran a unas 1.800 rpm en octava velocidad. La cifra puede llegar a sobrepasar los 20 km/l tranquilamente si la velocidad es de 100 km/h o menos. A su vez, en ciudad rinden algo así como entre 11 y 12 kilómetros por litro, teniendo en cuenta que su peso está en el orden de los 1500 kilos.

Las prestaciones a su vez no son para nada despreciables: por ejemplo, el 3008 acelera de cero a cien km/h en diez segundos, mientras que el 5008 demora unas décimas de segundos más. Las recuperaciones son decorosas, demorando unos 8 segundos para pasar de 80 a 120 km/h. Recordemos que no son vehículos deportivos precisamente.

En lo que respecta a suspensiones me parece que el 5008 responde de una manera más sutil en la ciudad, debido a un eje trasero algo más suave o, probablemente, también debido a su mayor distancia entre ejes. En el 3008 algunos golpes secos del tren trasero, característicos en muchos otros modelos del grupo, se hace más notorio, aunque no deja de ser un punto por demás tolerable.

En general, se muestran sólidos, transmitiendo a su vez seguridad al doblar a velocidad elevada, donde el trabajo del chasis se manifiesta de muy buena manera, pero mejor aún es el trabajo de la dirección, asistida por un sistema eléctrico y comandada por un volante de diámetro reducido.

Son dos propuestas que modernas y globales, compiten en un mercado nacional algo revolucionado, signado por faltante de unidades. Incluso actualmente acceder a una de estas versiones no es sencillo, o al menos habrá que esperar algún plazo específico.

Precio y garantía

El precio de lista que Peugeot sugiere para estos dos modelos está topeado en 6.6 millones de pesos, que alcanza a las dos variantes aquí evaluadas. Bajo esa política, el espacio o la capacidad de asientos será la única opción que justifique la compra del 5008 por la de un 3008 con mayor equipamiento y diseño más logrado. En ambos casos la garantía es de tres años o 100.000 kilómetros.

Nos encantó de los Peugeot 3008 y 5008

El diseño tanto exterior (más del 3008) como interior

La posición de manejo

El desempeño del motor HDi

La caja de ocho velocidades, y el consumo bajísimo en ruta

El equipamiento de seguridad y las asistencias a la conducción 

Los extras de confort del 3008

No le perdonamos a los Peugeot 3008 y 5008

Que el 5008 no tenga rueda de auxilio (temporal en el 3008)

Algunas terminaciones no tan esmeradas para su precio

La reventa de estos Diesel en el futuro

El tren trasero algo firme (más en el 3008)

 

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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