El 1° de mayo, además de celebrarse el día del trabajador, es recordado en el mundo del automovilismo por ser un día trágico: en 1994, en el circuito de Imola, Italia, fallecía Ayrton Senna Da Silva, considerado uno de los mejores pilotos de Fórmula 1 de todos los tiempos. A fines de la década del ochenta ya era un personaje conocido alrededor del mundo, y preciado por diversos fabricantes de autos. Entre ellos Honda, marca con la que ganó tres campeonatos del mundo, y que lo eligió además para desarrollar en pista al NSX, el primer superdeportivo japonés.  

Precisamente, para 1988 el equipo McLaren de Fórmula 1 comenzaba su vínculo con Honda como proveedor de motores. La unión entre McLaren y Honda hizo que el piloto brasileño sea además la imagen de la marca japonesa, justo en el momento en el que su primer superdeportivo estaba a punto de ver la luz: el NSX.

Desarrollado a partir de 1984, el NSX tomó la base de su diseño en un avión de combate, el F-16. Más que nada tomó su idea aerodinámica, con un frente ancho pero completamente limpio, y una cabina con amplias superficies vidriadas. La disposición de motor central trasero obligó a disponer de un remate trasero por demás exótico: alargado y recto: imponente.

Honda NSX: El auto preferido de Ayrton Senna

En la fase final de desarrollo, Ayrton Senna fue convocado por Honda para tomar contacto con los prototipos del futuro modelo. La primera impresión del piloto fue bastante dura: «Siento que es un poco frágil» fue el primer concepto de Ayrton. Allí se encendieron las alarmas de la empresa. El piloto hizo una sugerencia: rigidizar notablemente al monocasco, algo que según Honda se logró. 

Digamos que la construcción y desarrollo del NSX no fue sencillo. Fue el primer auto producido en serie construido con una carrocería monocasco íntegramente de aluminio. Equipado con un motor V6 de 3 litros, la potencia del NSX era de tan solo 274 caballos de fuerza. Una cifra muy elevada para cualquier auto, pero quizás no tanto para un superdeportivo.

A sabiendas de ello, el auto debía contar con una dinámica impecable, para contrarrestar la falta de potencia con respecto a otros rivales, entre ellos modelos de Ferrari, como la 348, o el mismo Porsche 911. Honda además buscó brindarle a sus clientes un producto confiable, con bajo mantenimiento y alta durabilidad, características por entonces no tan comunes en modelos superdeportivos. 

El Honda NSX-T. Con carrocería tipo Targa.

La historia del Honda NSX   

Finalmente, el Honda NSX se convirtió en uno de los autos referentes del momento en términos de chasis, algo que desde la marca confirman que fue a base de la experiencia de Ayrton a la hora de sentir al auto. En esto también incluyó una mejora notable en la rigidez torsional de la carrocería, algo que para el piloto era fundamental para transmitir control. 

El Honda NSX fue puesto a la venta en 1990, causando un verdadero furor entre el público masivo. Se trataba de un auto con prestaciones de primer nivel, a un precio inferior que el de cualquiera de sus rivales. De todas maneras nunca fue un producto económico, lo que lo convirtió también en un modelo exclusivo.

Así lucían los últimos Acura NSX. Se vendió hasta 2005.

En Estados Unidos se lo conoció como Acura NSX, la marca deportiva de la casa japonesa en aquel mercado. La producción total fue de 16.685 unidades, pero durante el transcurso de quince años, ya que el NSX estuvo a la venta hasta 2005, exclusivamente en los Estados Unidos durante los últimos años de vida.

El acuerdo con Honda le dejó a Ayrton tres Honda NSX de su propiedad, uno de los cuales continúa en poder de su familia en Brasil. En el siguiente video se lo ve al mismísimo Ayrton Senna manejando un Honda NSX en una vuelta rápida al circuito de Suzuka, en contexto de la presentación a la prensa, realizada en 1990. 

 

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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