Prueba: Volkswagen Golf GTI

Luego de su presentación durante las acciones de verano de Volkswagen Argentina, llegó el turno de probar el nuevo Golf GTI de séptima generación. Todos las virtudes y defectos de este esperado modelo en nuestro análisis, con galería de fotos exclusivas por Martín Lübel.

Finalmente pasó por nuestras mano el Golf VII GTI. Tuvimos que esperarlo, porque queríamos la unidad de Prensa de color rojo. No fue fácil decirle que no a la unidad en azul oscuro semanas antes, pero estábamos convencidos que para la producción de fotos, el que iba era el rojo. Y no nos equivocamos. El modelo no pasa desapercibido.

Para quien no distingue entre autos o marcas, un Golf GTI en plateado o gris oscuro será un auto de perfil bajo, pero en tonos más llamativos, su perfil se enciende y se torna un imán para las miradas. Es entendible, el color llama al ojo y al segundo la mirada busca la denominación del modelo, de qué se trata exactamente.

Lo apreciamos en muchos semáforos de la ciudad, mientras lo probamos durante una semana. La gente se daba vuelta a mirarlo. El Golf GTI, nuevamente es un objeto de deseo.

Hace pocos días publicamos una nota sobre su cumpleaños numero 40 (Link a la Nota). Es el deportivo mediano y generalista por antonomasia. O como decía una publicidad reciente del modelo en otro país: “Muchas veces imitado, jamás igualado”. Estamos acaso siendo imparciales sobre este auto que nos tocó probar?

Bueno, a decir verdad, es difícil permanecer ajeno a sus encantos. Muchos me dijeron que el Golf es anónimo. Que los Volkswagen últimamente se parecen todos, con el mismo «family feeling» tan calcado en sus trompas que cuesta diferenciarlos. Puede ser. Pero a quien tenga un porcentaje aún de duda sobre el Golf GTI, debe manejarlo. Es un tremendo aparato que conquista hasta al más crítico. Y si conquista a la vista, sus dotes dinámicas se encargan de hacerlo.

Su aspecto exterior se distingue de otros Golf VII por algunos sutiles retoques estéticos. Se impone el paragolpes delantero específico de la versión, con faros antinieblas dispuestos verticalmente (con lámpara de LED), cruzados por unas rejillas que le dan cierta agresividad, casi como garras.

La parrilla frontal, recorrida por un filete rojo que se mete dentro de las ópticas también (un detalle que no nos convence, pero va en gustos), es un guiño histórico al clásico filete rojo que recorría el perímetro de la primera generación del Golf GTI, allá por mediados de los 70s.

Enormes llantas pulidas y pintadas en su interior, de diámetro 18” (modelo «Austin») calzadas con neumáticos 225-40, completan lo más llamativo del perfil del auto. Una pequeña identificación de modelo sobre el guardabarros delantero y el alerón de techo sobre la luneta trasera, con laterales en negro brillante, son propios del GTI.

Atrás, también hay un paragolpes específico, con un gran difusor central inferior en color negro, que aloja las salidas de escape, una de cada lado del auto, como ya se había hecho en los primeros Golf IV y V en versión R32, y que retomara el Golf VI GTI. Los faros traseros son completamente en LED y sutilmente oscurecidos, algo que lo distingue del resto de la gama local del Golf.

Viene importado de México, y solo está disponible en carrocería de 5 puertas, algo que los fanáticos del modelo siempre critican, porque consideran más juvenil y deportivo al hatchback de 3 puertas. El inconveniente es que estos Golf que llegan al país, lo hacen bajo un acuerdo impositivo entre Argentina y México, y en el país azteca, solo se fabrica con esta carrocería.

En Alemania, solo se produce con tres puertas y traerlo importado desde allí implicaría altos impuestos por tratarse de un auto fabricado extra-zona. Hecha la salvedad, volvemos a nuestra unidad de pruebas.

En el interior del habitáculo, el GTI también tiene sutiles pero contundentes diferencias. La que más salta a la vista en la tapicería en cuero, que además se combina con butacas deportivas con mucho mas sujeción lateral que en los Golf comunes. La marca trajo muy pocas unidades del GTI con el clásico tapizado escocés en tela gris, que es otro guiño al pasado histórico del modelo, pero es un hecho que está disponible en Argentina para los más entusiastas que deseen esta particularidad.

Las costuras de asientos, contrapuertas, volante, cofias de freno de mano y selectora ostentan hilos rojos para reforzar el ambiente «racing», así como la iluminación nocturna decorativa en contrapuertas y zócalos de acceso de las puertas delanteras en LEDs rojos muy sutiles (tanto que de día ni se aprecian).

Las plazas traseras son cómodas para dos adultos o tres jóvenes «angostos». No creemos de todos modos que quien busque un GTI defina su compra por la capacidad de las plazas traseras, pero definitivamente suman un plus en habitabilidad y uso práctico. Este modelo, justamente combina la posibilidad de tener un auto deportivo, con prestaciones más que respetables, con un vehículo para el uso diario.

En pocas palabras, podríamos tranquilamente divertirnos en un “Track Day” el fin de semana, pero también llevar a los chicos al colegio en la semana, sin que ninguna de las dos actividades se resienta por coexistir con la otra.

El baúl, con sus 380 litros de capacidad (ampliables rebatiendo 1/3, 2/3 o todo el respaldo trasero), se muestra impecablemente terminado, con un nivel de detalle que ya difícilmente encontramos en autos de este segmento mediano en nuestra región. Y no es que en Volkswagen sean mejores que en otras marcas, es simplemente un reflejo más de la calidad de un auto fabricado en México cuyo destino principal de exportación son países como Canadá y los Estados Unidos.

Lo que si nos defraudó es que no tenga una rueda de auxilio homogénea –ni en llanta ni en tamaño de neumático- y que haya que conformarse con una temporal tipo galleta. Ya sabemos todas las molestias que trae en un país como el nuestro.

¿Y cómo es que este modelo puede ser una suerte de “Dr. Jekyll and Mr. Hide”? ¿Cómo puede un mediano generalista de 5 puertas ser bueno como deportivo y para uso diario? Volkswagen viene trabajando en el GTI desde hace 40 años ya, cumplidos hace pocos días atrás (ver nuestra producción de aniversario), y el balance entre ambos tipos de uso se viene ponderando desde hace décadas.

Quien haya tenido un GTI de cualquier otra generación, bien sabe que es un auto capaz de grandes prestaciones, mucha emoción al volante, pero tranquilamente se puede usar a diario sin incomodidades. El motor actual, es una evolución del 2.0 TSI de la generación anterior del GTI.

Estos motores -denominados internamente EA888- que antes desarrollaban 211cv, ahora entregan 220cv y bastante más torque. El GTI anterior, tenía 211cv máximo entre 5.300 y 6.200 rpm, mientras que el nuevo entrega 220cv, ya entre 4.500 y 6.200 rpm, una mejora sustancial en el umbral inferior de entrega de la potencia máxima.

Si esto además lo cruzamos con las cifras del torque máximo, vemos que el motor mejoró de entregar 280Nm entre 1.700 y 5.200 rpm en la versión anterior, a dar 350Nm desde las 1.500 y hasta las 4.500 rpm. Es una sutil pero contundente diferencia, ya que la linealidad con la que se despliega toda la potencia del motor abarca todo el espectro de rpm!

El nuevo motor de 220cv del GTI se séptima generación, que tiene distribución a cadena, 16 válvulas y una turbina Borg Warner K03, suma el sistema VALVELIFT, que antes solo disponían algunos Audi y Seat. Esto consiste en la apertura variable de las válvulas de admisión, que se elevan de manera diferente, obligando a que se cree una suerte de “remolino” dentro del cilindro, mejorando y optimizando el ciclo a pocas vueltas de motor.

Se logra más potencia, sin penalizar (demasiado) el consumo y a diferencia de otros sistemas de apertura variable, el VALVELIFT ofrece menos fricciones y más eficiencia.

En Argentina el GTI se ofrece solo con caja automática DSG de 6 relaciones. Es una caja de doble embrague que tiene como virtud un pasaje de cambios ascendentes súper veloz. Se puede manejar en modo completamente automático, donde pasará los cambios alrededor de las 2.500 rpm según las condiciones del momento, en modo Sport, donde estira los cambios casi hasta el corte, o en modo Manual, pudiendo el conductor elegir el momento del cambio, con la ventaja de retener la marcha.

Esto puede ser favorable tanto en el uso exigido en pista, como en un camino de montaña. Se pueden pasar los cambios tanto de la palanca selectora como desde las levas detrás del volante.

Con este conjunto mecánico, y con poderosos discos de freno autoventilados de 312mm adelante y de 300mm sólidos atrás (contra 280 y 272 en los Golf 1.4 TSI), el Volkswagen Golf GTI ofrece prestaciones de primer nivel. La aceleración es de 6.6 segundos para el 0 a 100 km/h y 27.4 segundos para el 0 a 200 km/h.

El poder de recuperación es notable, y muestra con contundencia sus 350Nm de torque pasando de 80 a 120 km/h en solo 4.3 segundos. Según Volkswagen, la velocidad máxima declarada es de 244 km/h.

Para lograr los mejores tiempos en la prueba de aceleración de cero a cien, solo necesitamos usar el sistema «Launch Control»: quitamos el ESP (que en el GTI tiene botón físico al lado de la selectora), ponemos la palanca en modo Sport, pisamos, el freno y aceleramos sostenido hasta las 3.000rpm: al soltar el pedal de freno, el auto se encargará de «poner al piso» todo su potencial no permitiendo que se disperse potencia en inútiles patinadas. El sistema es genial, pero no hay que abusar de su utilización…

Otro de los aspectos que más nos cautivaron del Golf GTI es la puesta a punto de sus suspensiones y de todo el tren rodante. Las llantas de 18″ con cauchos de perfil bajo nos hicieron suponer un andar muy áspero, pero el resultado fue otro. El auto filtra muy bien las imperfecciones del camino y no incomoda para su uso diario. En curvas rápidas a alta velocidad y con dos personas a bordo, el comportamiento es casi neutro, es decir, que no se percibe que sobrevire (cuando se te va de cola) o subvire (cuando se te va de trompa).

La dirección es rápida y precisa y aporta al placer de manejar del Golf GTI. En la ciudad, por supuesto, hay que ser cuidadoso con el perfil de gomas 225/40, porque pese a que filtra mucho con las suspensiones, el talón no deja de ser bajo.

A nivel de consumo… bueno, para ser honestos, es difícil pensar en el consumo en este tipo de autos que te invitan a acelerarlo en cada ocasión que se pueda! Pero hicimos el esfuerzo y medimos en ciclo urbano un promedio de 10.8 litros cada 100 kilómetros.

Esto fue con aire acondicionado, trafico de ciudad y Start & Stop siempre conectado. En ruta, sorprende por la eficiencia, y llevando tranquilo en sexta marcha (D) a 130Km/h, requiere solo 8,8 litros cada cien kilómetros.

Por supuesto que a nivel seguridad cuenta con todos los elementos de seguridad activa y pasiva que uno espera de un auto así: 7 airbags incluyendo el de rodilla de conductor, frenos con ABS, EBD, ESP desconectable, diferencial electrónico EDL, cinturones inerciales de 3 puntos para los 5 ocupantes, ganchos ISOfix, faros de bixenón con iluminación en curva, lavafaros, antinieblas delanteros y traseros entre lo mas destacado.

Si hablamos de equipamiento, el GTI arranca su oferta con una propuesta bastante completa: Aire Acondicionado Climatronic de doble zona, techo vidriado corredizo y pivotante, acceso y arranque sin llave «Keyless», y como único opcional, el tapizado de cuero con butacas delanteras calefaccionadas.

Además incluye una computadora de abordo súper completa que hasta incluye cronometro para las vueltas en pista, alarma, los mencionados faros en bixenón mas la iluminación en curva, un buen equipo de audio que lee variedad de formatos, tanto con entrada física como por Bluetooth. El equipo con pantalla táctil de 5,8 pulgadas, incluye navegación por GPS.

Hubiéramos preferido que VW Argentina equipara al GTI con el equipo que trae pantalla de 8″, el «Discover Pro», dado el precio del auto y mirando un poco lo que ofrece la competencia. Volkswagen parece estar llegando siempre tarde en nuestro mercado con todo el apartado tecnológico que ofrece en sus autos.

Particularmente, en las gamas superiores de Golf, Vento, y hasta Amarok se quedaron atrás, tanto en tamaño de pantalla como en contenidos/servicios si los comparamos con su contrincantes.

El precio del Golf GTI DSG arranca en 44.179 Dólares, algo así como 640.500 pesos cuando tiene la tapicería de tela escocesa. La garantía es de 3 años o 100.000 kilómetros y está disponible en Blanco, Rojo como colores pastel, y entre los metalizados se puede elegir el Azul Noche, Gris Plata, Gris Platino, Gris Tungsteno, y Negro Perlado.