En las afueras de Paraná, provincia de Entre Rios, en lo que parece ser una quinta, un caserón de aires campestres, se esconde una pelita de la artesanía metal-mecánica argentina. Allí, de la mano de Léonidas Jorge Anadón, se fabrican autos deportivos de las décadas de 1920 y 1930 con una caracteristica unica: se fabrican desde cero, y con las mismas técnicas artesanales de hace casi un siglo.

Tal vez las Bugattis sean las mas famosas de las piezas que salen 0km de Villa Lola, el nombre de la casona que domina el establecimiento de Anadón. Pero tambien hay algunos Alfa Romeo de entreguerras que son magicos!

Jorge siempre fue un entusiasta de los autos. Sentados en el living nos contó cómo desde que su padre le regalara en plena adolescencia, en 1965, un Chrysler de 1928. Eso fue el puntapié de una pasión por los autos de los años entre 1920 y 1930, que nunca se detuvo, y que lo impulsó en la década de 1970 a fabricar piezas para autos americanos.

Hace unos 25 años atras, las piezas de repuesto para Bugatti nuevas, pero hechas a imagen de las originarias, viajaron junto a Jorge y su gente a RETROMOBILE, la famosa exposicion parisina de autos clasicos que toma forma cada Febrero en la capital francesa.

Con el exito de sus repuestos Bugatti, Anadón comenzó a armarse un primer auto completo para el, en el living de la casa. Si, ahí en Villa Lola. El entusiasmo fue tal, que comenzó el proyecto de armar autos Bugatti enteros. El taller se convirtió en un «Atelier», y poco a poco, en base a ser vistos en los eventos más afamados del mundillo de los clásicos, hicieron el resto. Llegaron el reconocimiento y la fama, por productos notables.

Pur Sang emplea a unas 80 personas, que trabajan en distintos galpones de la fabrica, realizando todas las partes de las replican que fabrican. Hacen todo alli. Desde el bloque del motor, a las llantas. De la carrocería completamente esculpida a mano, a la pintura, que puede pedirse tanto en terminacion brillante e impecable, como asi imitando una patina temporal, como si el auto tuviera realmente 80 años de uso encima.

Caminar por los distintos edificios que componen este atelier, es un paseo en el tiempo, un viaje al pasado. Es ver a los artesanos y a sus aprendices a golpear aluminio con martillo, para darle forma sobre un molde de madera. Es entender lo complejo y a la vez lo simple que era hacer un auto hace casi un siglo atras. Una mezcla de romanticismo con una clase de historia de la ingeniería.

El resultado es fascinante. Ver y escuchar estos monstruos sagrados de la historia de los autos de carrera. Una epoca heroica del automovilismo europeo, pero con las ventajas de un «cero kilometro».

Y aqui esta el gran gancho de los autos de Anadón. Permiten tener una replica exacta de un auto deportivo histórico, por una fracción de lo que puede valer un clásico de este genero, con la enorme ventaja que se lo puede «pisar» y darle duro en el uso para que el fueron pensados inicialmente. Esto hizo que muchos coleccionistas del mundo pudieran tener, junto a su Bugatti T35 o su Alfa Romeo 8c originales y millonarios en precio, una replica completamente usable para inscribir en carreras o simplemente para salir a manejarlas con pasión.

Pur Sang es un ejemplo más del arraigo que tiene el automovilismo en nuestro país, en su cultura, pero tambien de la capacidad de trabajo, la calidad de la mano de obra, y un ejemplo de lo que la pasión por lo fierros puede lograr.

Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

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