Con el fin de la alianza entre Chevrolet y Suzuki en en la región, Chevrolet Argentina rebautizó su conocido Suzuki Fun con el mismo nombre y apellido que lleva desde hace unos años en Brasil : Chevrolet Celta. De este modo, con pequeños retoques estéticos y la confiabilidad de siempre, el Celta sigue defendiendo el primer escalón en la gama de productos Chevrolet en nuestro país. Impresiones de manejo a continuación.

El Celta no es novedad. Derivado del Opel Corsa «B» europeo que apareció por primera vez en el Viejo Continente en 1993, este Celta se muestra como una autentica propuesta de primera motorización, con una plataforma añeja, pero bien diseñada desde el vamos. El segmento mas bajo del mercado local presenta este tipo de particularidades : autos derivado de viejos éxitos europeos, que remixados una y otra vez por los departamentos de diseño de las filiales brasileñas, sufren liftings sucesivos, intentando ofrecer autos simples, económicos, y por sobretodo, muy rentables para las terminales, dada su larga amortización en tantos años de producción a cuestas.

Por fuera el diseño del Celta es simpatico, vigente. De lineas blandas, suaves y agradables al ojo, no incurre en transgresiones, ofreciendo una silueta que gusta a todos. Considerando que se trata de un modelo con varios años encima, se nota a las claras que las proporciones originales estuvieron bien resultas, perdurando un estilo fresco, simple y efectivo. El Celta está disponible en carrocerías de 3 y 5 puertas, en tres niveles de equipamiento : LS, LS con Aire Acondicionado y LT. Nosotros hoy hablaremos del Celta 3 puertas en version LT, la más equipada.

Anteriormente el Suzuki Fun estaba movido por un motor 1.4 de 85cv. Con algunas mejoras en la admisión y los mapas de la inyección, se llegó a los 92cv de potencia a 6000 rpm, que mueven con agilidad el  Celta. Desarrolla 120 Nm de torque a 2800 rpm. La caja manual de 5 velocidades prioriza el uso urbano, con primeras marchas mas bien cortas que hacen del Celta un autito urbano cómodo y veloz. El reglage de las suspensiones persiguen este mismo objetivo de comodidad ciudadana, entrando un poco mas en conflicto cuando se sale a la ruta y se lo exige en alguna que otra curva cerrada. Ahi ya sale a la vista el ADN economico del auto y automaticamente uno se da cuenta que es hora de levantar el pie derecho y volver al «modo paseo». Los frenos del Celta, a disco adelante y a tambor atrás, cumplen con su cometido, pero sin descollar en su rendimiento. Lo necesario como para andar por la City y alrededores, tareas que realiza como pez en el agua, gracias a una conveniente relación peso/potencia. El consumo es normal, y nos dió un promedio de 8 litros cada 100 kilómetros recorridos en ciudad.

Adentro el Celta LT mantiene el planteo de simpleza que muestra en el exterior, con la misma receta de lineas claras, límpidas y sin complejidades innecesarias.  A diferencia del Fun, hay un nuevo volante y una radio con Bluetooth y USB, pero sin CD, que es de serie en todas las versiones.  Los plásticos reflejan esa economía de ejercicio y el interior del Celta no es el lugar para buscar calidad percibida o terminaciones delicadas. No obstante, se adivina una durabilidad y practicidad acordes con el perfil del modelo. Las tapicerías son agradables, aunque resulta curioso que los apoyacabezas delanteros no sean regulables en altura y que estén literalmente cosidos a la butaca. Se hace aun mas extraño el ver que los dos apoyacabezas traseros si tienen sus soportes metálicos.

Esto es simplemente necesario para alcanzar la altura necesaria de los apoyacabezas, nada más. La posición de manejo es convencional y tal vez los conductores más altos y los más bajos extrañen una regulación en altura de la butaca conductor. Eel cuadro de relojes es de diseño claro y tiene un instrumental completo: dos grandes relojes muestran la velocidad y las vueltas de motor, mientras que dos pequeños indican nivel de combustible y temperatura del motor. Aquí también, se muestra la herencia del Corsa «B», manteniendo la disposición original de relojes y solo cambiando la lamina gráfica con las escalas de medición. Todos los comandos están a la mano del conductor y la operación es simple e intuitiva. La iluminacion nocturna tiene un agradable tono celeste turquesa. mala nota para la tecla de las balizas, que colocadas sobre la columna de dirección están poco accesibles, y van en contra de la tendencia actual de colocarlos en el centro de la plancha, al alcance también, y por las dudas, de otros ocupantes del vehículo.

A nivel equipamiento, ofrece aire acondicionado, dirección asistida, limpia-lavaluneta trasero, el estéreo con USB y Bluetooth, espejos retrovisores de comando interior manual. Faltarían levantacristales eléctricos y traba centralizada, ítems que si ofrece la versión LT 5 puertas. Suma llantas de aleación de agradable diseño, aunque sobresalen bastante del neumático, siendo propensas a raspones y cordonazos. No ofrece faros antinieblas ni delanteros, ni traseros.

El apartado seguridad es tal vez donde más palidece el Chevrolet Celta y más severos nos debemos poner. Solo posee barras anti-intrusión en las puertas delanteras, cuatro apoyacabezas, aunque como vimos no son ni regulables en altura ni pivotantes, cinturones de seguridad delanteros regulables en altura y conexión Bluetooth para celulares, ítems que yo ya considero parte de la seguridad. No ofrece ni doble airbag ni frenos con ABS, ítems que tranquilamente podría incorporar, ya que tratándose de un derivado del Corsa B, existen, en la historia regional de GM, modelos de aquella época con estos dispositivos (Recordar el Corsa Sport del año 2001que los incluía). Con los recientes resultados de las pruebas de choque independientes realizadas por el Latin-Ncap, el Celta no sale airoso si uno es un comprador consciente de la seguridad a bordo. Pero claro, es una característica regional del segmento y estas serán las reglas del juego hasta que entren en vigor en el 2014 la obligatoriedad del doble airbag frontal y los frenos ABS a todos los modelos 0km. O tal vez alguna automotriz dé el batacazo y le gane de mano a las otras adoptando este standard antes de tiempo. Debemos también mencionar, como tirón de orejas, la falta de un tercer apoyacabezas central trasero y de su respectivo cinturón de seguridad inercial de 3 puntos. Sin estos elementos (nuevamente, un ahorro común en todos los competidores de esta franja) a mi entender es un vehículo solo apto para cuatro ocupantes.

La capacidad del baúl es la esperada para su segmento, y con 260 litros de capacidad, más el extra que le otorga el respaldo trasero rebatible (de una sola pieza), hacen del Celta un auto ideal para una pareja y a lo sumo alguna que otra escapada de fin de semana largo. Al portón del baúl le falta una manija de apertura exterior y solo se puede abrir mediante la llave de arranque, lo cual es bastante incomodo.

Por todo lo expuesto, el Celta resulta un cómodo aliado en la vida ciudadana, aunque su costado mas flaco es el de la seguridad. Mas allá de ello, la carta fuerte de estos modelos de entrada de gama es su bajo costo de ejercicio, su durabilidad y simpleza mecánica, pero por sobre todo, la financiación a la hora de la compra. Se sabe, este tipo de modelos suelen ser primera motorización de un publico joven, y allí es donde radica el fuerte del Celta.

Con un precio de lista de 52.990 Pesos, el Celta es uno de los modelos con aire y dirección más económicos del mercado. La garantía es de solo un año, pero sin limite de kilometraje.

Que nos encantó del Celta LT:

  • las reacciones del motor
  • el manejo urbano
  • el diseño exterior e interior
  • suspensiones comodísimas para la ciudad
  • bajo costo de ejercicio
  • que todas las versiones tengan conectividad Bluetooth de serie
Que no le perdonamos al Celta LT:
  • el magro equipamiento de seguridad
  • falta de regulaciones butaca conductor/columna de dirección
  • suspensiones demasiado blandas en ruta
  • ubicación tecla balizas solo accesible por el conductor.
  • falta de manija exterior en el portón trasero.

Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

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