Luego de probar hace pocos meses atrás el 2.5 manual, llega ahora el turno de evaluar la versión más potente de la gama, el Volkswagen Vento 2.0 TSi Sportline con el motor de 200cv. Y, en el caso de nuestra unidad, caja automática de doble embrague DSG de 6 marchas. En esta nueva generación, existe un solo acabado para esta motorización, llamada Sportline. La única opción es entre la caja manual o la DSG, ambas de 6 velocidades.

Poco hay para agregar respecto a lo que ya escribí sobre la estética del nuevo Vento. Esta versión, más deportiva, solo se distingue del resto de la gama por las llantas específicas de 17 pulgadas, un aplique cromado bajo las ventanillas laterales y siendo muy observadores percibirán las tapitas de los lavafaros en el paragolpes delantero. Las llantas multirayos, pintadas en sus caras interiores de color gris antracita casi negro brillante y diamantadas en su frente, fueron fuente de debate entre varios que se mostraron interesados por este nuevo 2.0T.

Algunos las odiaron y a otros les fascinaron. No faltó quien dudó que fueran originales y las calificó de tuning… Más allá de los gustos, el tamaño le sienta muy bien al lateral del Vento y llena visualmente los marcados guardabarros con éxito.

Lamentablemente, uno de los grandes pasos atrás que ha hecho esta generación de Vento es el perder los faros auto-nivelantes al bixenon que ofrecía el modelo anterior en su acabado Exclusive. No solo es un atraso en términos de calidad lumínica.

También es un peligro que deja a merced de concesionarios inescrupulosos y usuarios desprevenidos la instalación de kits de xenón fuera de fábrica, sin contar con una luminaria con una óptica diseñada a tal fin, que luego produce deslumbramiento y encandilamientos a quien se encuentra en sentido contrario.

En el interior, también hay pequeñas diferencias respecto al 2.5 Luxury y los TDi. Las butacas, muy bien perfiladas y en el caso de nuestra unidad de pruebas, vistosamente tapizadas en cuero color beige claro, hacían un contraste impecablemente elegante entre el negro metalizado de la carrocería y la claridad del cuero.

Cabe aclarar que en los 2.0 TSi el cuero es real y no sintético como en los 2,5 y en los TDi. Siguiendo con el interior, la butaca del conductor ahora es de reglaje completamente eléctrico, y no parcial como en la anterior generación.

Entre las particularidades de este Sportline, sumamos al equipamiento del Luxury el arranque del motor con botón, butacas delanteras calefaccionadas (tres niveles de calor), porta-anteojos rebatible en la consolita central del techo, sensor de presión de neumáticos TPMS (con el botón de seteo que pasa al interior de la guantera).

Un inserto color gris muy oscuro, como si fuera acero inoxidable cepillado, está presente en contrapuertas y en todo el tablero, dándole un toque más de terminación  y detalle al habitáculo.

Para los extremadamente detallistas, notarán que el botón de freno de mano pasa a ser color aluminio satinado (en el Luxury en negro), en concordancia con los apliques que llevan otros comandos del tablero. Por el resto, sin mayores novedades respecto a los que testeamos hace poco, con todos sus defectos y virtudes.

La gran diferencia en este modelo es netamente mecánica. O mejor aun expresado, dinámica. Para quien no ha experimentado aún las bondades del motor 2.0 Turbo del Grupo Volkswagen, le recomiendo enfáticamente que busquen una prueba de manejo. Es un propulsor eficiente, potente, con respuesta contundente a todo régimen y sin sobresaltos. Un placer de manejar.

El torque máximo de 280Nm está ya presente desde escasas 1700 rpm y permiten “exprimir” el motor durante toda su curva de erogación de potencia (en realidad es un eufemismo, porque es bastante plana la curva!). Es un motor que le puede arrancar una sonrisa al más conservador de los conductores.

Económico en ciudad si se es suave con el pie derecho, puede ponerse voraz si desatamos todo el potencial del motor turbocomprimido con inyección directa de nafta y 16 válvulas. Un motor que trepa raudamente hasta las casi 7000rpm cuando se lo usa en modo Sport y que devuelve no solo optimas prestaciones, si no una sonoridad muy entusiasmante.

En el caso de nuestra unidad, con caja DSG de tres programas, los cambios pasan con una rapidez asombrosa, más propia de una Playstation que de un conjunto mecánico. El cambio posee un modo convencional D, en el cual pasa los cambios del modo más económico y buscando el menor consumo, pero aprendiendo a la vez nuestro modo de pisar el acelerador.

Si somos delicados con el acelerador, busca siempre los cambios más altos posibles, pero si lo apuramos un poco, se setea en un modo que estira más cada cambio. Desde la posición D, moviendo el selector hacia la derecha, queda en modo secuencial manual, donde mediante impulsos hacia adelante o hacia atrás de la palanca podremos subir o bajar cambios a gusto, y al régimen que queramos nosotros.

Finalmente, en el modo S, el auto busca siempre el mayor rendimiento deportivo, estirando cada cambio hasta el corte y buscando la mejor performance. Creo honestamente que se han olvidado de equipar a esta versión con levas al volante. Las cajas DSG se disfrutan a pleno con esta función y es una pena que este Vento 2.0TSi Sportline no lo traiga.

Si uno maneja el Vento 2.0TSi de modo relajado, puede obtener marcas de consumo tan bajas como circular a 60km/h en 6ta marcha a solo 1200 rpm o bien a 90km/h a 1600rpm. En ciclo urbano con algunos tramos de autopista nos dio un promedio de 11 litros cada 100 km recorridos.

Uno de los temas más contradictorios del nuevo Vento fue la pérdida del eje trasero multibrazos en las versiones 2.5 y TDi. En el caso del 2.0TSi, el modelo conservó este tipo de suspensión trasera, mejorando también el  rendimiento del tren posterior.

A ver, en la versión anterior, el eje trasero adolecía de cierta flotabilidad, una molesta aunque sutil sensación de que en curvas comprometidas, la cola del auto nos pasaría por encima. Esto ya no sucede con el Nuevo Vento, sintiéndose mucho más a gusto en curvas veloces y giros cerrados a velocidad.

Posiblemente, uno de los factores más evidentes que produzcan esta mejora sea su mayor trocha y distinto largo entre ejes y menores voladizos, que lo plantan al piso de modo distinto. Se sabe, el Vento anterior no dejaba de ser una versión derivada y estirada del Golf de quinta generación, y esto posiblemente alteraba la geometría original de las suspensiones pensabas para un auto más corto y de otras proporciones.

Ahora, el Vento ya no parte de la plataforma idéntica del Golf (en este caso sería de la sexta generación) si no que evoluciona en una plataforma parcialmente propia del modelo. Una de las ganancias es claramente este reglaje se suspensiones y una respuesta mucho más franca y previsible del auto.

El Vento 2.0TSi, sigue siendo una opción única en su franja de mercado. Contrariamente a la versión 2.5 Luxury, que perdió terreno frente a una competencia que tuvo tiempo de aggiornarse y ponerse a tono, el motor de 200cv y la caja DSG permanecen sin contrincante de peso en nuestro mercado, al menos no entre las marcas generalistas y en este nivel de precios. Y es en esta versión donde, nuevamente, el Vento se hace valer frente a los demás. 

El precio del Vento Sportline 2.0 TSI DSG tal y como lo probamos es de 158.650 Pesos, y la versión caja manual tiene un precio de 149.380 Pesos. La garantía de dos años es un ítem que VW Argentina debería reconsiderar, ya que varios competidores directos ya están ofreciendo tres años de cobertura.

Qué nos encantó del Volkswagen Vento 2.0 TSi Sportline DGS

  • El conjunto motor/cambio y su rendimiento
  • La estabilidad mejorada, el andar
  • La insonorización general
  • El stereo multimedia y la conectividad a toda prueba
  • La posición de manejo
  • La habitabilidad interior mejorada
  • Relacion precio/producto/prestaciones

Qué no le perdonamos al Volkswagen Vento 2.0 TSi Sportline DSG

  • La falta de faros delanteros al bixenon
  • La falta de navegador GPS aunque sea en opción
  • Que no incluya levas de cambios al volante
  • Detalles de terminación interior/calidad de algunos plasticos
  • Presentación del baúl y del vano motor muy simplificada
 
 

Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

4 comentarios en «Prueba: Volkswagen Vento 2.0 TSi Sportline (DSG)»
  1. Hoy luego de un año de tener un vento como el aqui comentado y de tambien haber sido dueño del anterior modelo elegance tfsi 200 cv 2009, personalmente opino que el actual es superior al anteriro, fundamentalmente en el andar, el anterior cuando llegabas a 160 Km se volvia arisco y medio impredecible, este va como un tren, ni se mueve, ademas de haber mejorado el espacio interior y calidad en tapizados, sensores tras y del de estacionamiento arranque sin llaves sistema Keyless comando por vos de bluetooth y muchos items mas que tapan la falta del amortiguador en el cpot y en el baul que aun siendo brazos intrusivos, no molestan ni tocan la carga, En definitiva, ya estamos acostumbrandonos a su forma y cewo que en poco tiempo mas va a ser mejor visto.

    1. Cristian, las del Scirocco le van bien. No vas a tener problemas. Pero asegurate de comprar llantas originales de VW; no replicas de origen asiático, que son mucho mas pesadas y de menor calidad. Es importante que mantengas el OFFSET de las llantas de tu auto. La distribución es 5×112.

    2. Ok gracias, mi duda era mas que nada si le iban, por lo que entiendo con las 18 le pones menos goma y mas llanta sin variar el diametro total, pero no quiero tocarle la suspension, es decir no bajarlo.
      No entiendo lo del OFFSET, a que se refiere?

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