Hace exactamente 100 años atrás nacía en Surrey, Reino Unido, una de las personalidades encargadas de cambiar algo dentro de la industria automotriz, y del automovilismo mundial: el personaje es John Cooper. 

La vida ligada a la mecánica del luego convertido en ingeniero comenzó a sus 15 años, cuando se unió a la Real Fuerza Aérea como aprendiz para trabajar como constructor de instrumentos durante la Segunda Guerra Mundial, pero su gusto por la mecánica nace en el negocio de su padre, Charles Cooper.

Haber desarrollado elementos para la aviación fue clave para la futura empresa que en 1947 crearon padre e hijo. Tras la Segunda Guerra Mundial los aviones dejaron de ser el factor dominante en sus vidas. Pero lejos estaban de abandonar la pasión por «volar», aunque sea apoyados sobre cuatro ruedas. 

John Cooper y sus inicios en el automovilismo

Charles y John Cooper fundaron en 1947 la Cooper Car Company, una empresa automotriz dedicada a desarrollar chasis para automovilismo. Incluso uno de los primeros grandes éxitos de John es alcanzado en la categoría de 500 cc, predecesora de lo que hoy es la Formula 3.

Cooper tuvo la genial idea de instalar el motor entre el piloto y el eje trasero, en una época en la que todos los autos de fórmula montaban impulsor delantero. El éxito de esta configuración cambió al deporte motor y su influencia llegó a las grandes ligas, entre ellas la Formula 1, o incluso a las 500 millas de Indianápolis.

En una época en la que la Fórmula 1 estaba compuesta por equipos conformados por pequeños talleres mecánicas, Cooper se hizo un nombre incluso en el máximo nivel de competitividad, y si bien oficialmente sostuvo que su creación había sido una mera casualidad debido a que fue más fácil adaptar la transmisión de un motor de moto a un monoplaza, de allí en adelante los autos de fórmula fueron concebidos con una idea semejante. 

El Mini y John Cooper

Sin embargo John Cooper también llegó a la industria automotriz. Debido a su amistad con Alec Issigonis (creador del Mini) desde el principio reconoció el potencial deportivo de su nuevo automóvil pequeño, tras ver el desempeño de los primeros prototipos del Mini en la pista. Tras proponérselo a Issigonis, Cooper recibió la aprobación de los altos directivos de BMC para desarrollar una pequeña serie de 1.000 unidades del Mini Cooper, con un motor modificado de 1.0 litros, que ofrecía una potencia máxima de 55 hp (el Morris Mini-Minor original tenía un motor de 848 centímetros cúbicos que entregaba 34 hp).

El éxito comercial que representó este modelo desde su lanzamiento en septiembre de 1961, llevó a Issigonis y Cooper a aumentaron la capacidad del motor a 1.071 cc, elevando la potencia a 70 hp.

Así probamos al Mini John Cooper Works en Motorweb

Pero fue en los rallys donde el Mini Cooper aprovechó su excelente relación de peso y potencia: los hitos más importantes fueron las tres victorias generales en el Rally de Montecarlo de 1964, 1965 y 1967, además de ser el primer automóvil de origen inglés en ganar el Campeonato Europeo de Rally.

La vida de John Cooper se apagó en el año 2000, pero tiempo después BMW Group adquirió el nombre comercial «John Cooper Works»; siendo los vehículos de la marca nombrados bajo esta denominación la reencarnación de las leyendas deportivas de John Cooper, que han evolucionado en autos para la vida cotidiana con alto desempeño.

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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