En el Salón de Tokyo de 1989 Toyota presentó un innovador vehículo conceptual: se trataba del RAV-Four Concept, un todo terreno con aspecto llamativo y prestaciones adecuadas a cualquier 4×4 de aquel momento, aunque con el agregado de dotes de confort y diseño que no eran habituales en vehículos de su tipo.
En 1994 se lanzó al mundo el Toyota RAV 4, modelo de producción y que estableció un antes y un después en el segmento de los sport utilities, teniendo un concepto no tan extremo, siendo en definitiva el primer exponente de producción entre los denominados «SUV Lights», o «SUV livianos».
Claramente el Toyota RAV 4 de 1994 tomó la inspiración de aquel RAV-Four que había sido presentado como un concepto cinco años antes. Claro que su estilo debió ser actualizado, con líneas más dinámicas, separándolo algo del estilo «Jeep» que emanaba su frontal.
Toyota RAV-Four: ¿El papá de los SUV Lights?
Sin embargo la principal razón del éxito del RAV 4 no fue con su configuración inicial de tres puertas, sino con la variante de cinco puertas lanzada en 1995 y que cautivó principalmente a un público familiar. De todas formas, el RAV-Four citó un precedente fundamental.
A fines de la década del ochenta, las automotrices japonesas transitaban su mejor momento financiero: el éxito de sus modelos principalmente en los Estados Unidos y la exportación a diversos mercados alrededor del mundo hacía que en Japón se invierta de cualquier forma en prototipos, con el fin de alcanzar nuevos clientes.
Aquel RAV-Four si bien había nacido como un concepto, desde el vamos inspiró a un mercado en busca de novedades, aunque con un estilo ciertamente retro. Pero antes de caer en líneas rectas, la marca optó por incorporar piezas de plástico moldeado para llamar la atención del público.
Esto fue algo que en cierta forma logró quedarse en la primera generación del RAV 4, que se caracterizó por su musculoso diseño y formato de sus paneles laterales. Sin embargo, esto desapareció ya con la segunda generación, presentada seis años más tarde.