Para nosotros es el Volkswagen Escarabajo, pero en Brasil se lo denomina Fusca, y fue el auto más vendido de aquel mercado (con una misma generación) con 3.1 millones de unidades. En el país vecino se produjo desde 1959 y hasta 1996, e incluso la marca conserva varias unidades en excelente estado de conservación, como estos tres ejemplares que forman parte sus últimos periodos a la venta.

La historia cuenta que Volkswagen se radicó en Brasil luego de descartar desembarcar en Argentina para producir su sedán. Sin embargo en Brasil ya se ensamblaban «volkswagens» desde 1953 en formato CKD. Sin embargo desde 1959 la integración de partes locales no paró de aumentar: inicialmente fue del 54%, pero con los años llegó a más del 95%.

En Brasil el Fusca fue líder del mercado durante 23 años, y obviamente el auto predilecto. Incluso Volkswagen sostiene que al día de hoy circulan 1,7 millones de unidades por las calles del país vecino, cifra que parece algo optimista, ya que en las calles de las grandes ciudades ya no es común ver unidades de uso diario.

El Escarabajo y su éxito en Brasil

Primero con motor de 1.2 litros, la marca lo fue mejorando con el correr de los años. Se pasó al motor 1300, y al 1500, momento en el que incluso ganó un eje trasero con mayor trocha. El 1600, presentado en 1974 desarrollaba 65 CV, y también incrementaba la trocha del eje delantero. Incluso de estos ejemplares se importaron a nuestro mercado en la década del ochenta. Sin embargo en esta nota nos centraremos en las 3 unidades que Volkswagen Brasil conserva en excelente estado, y que fueran producidas entre 1986 y 1996.

En este caso precisamente en 1986 la marca alemana canceló la fabricación del Fusca, que luego de un tiempo volvía a ser fabricada. El ejemplar de color rojo es una de las últimas unidades previas al cese de la fabricación, equipada con motor 1600. Pero no fue un adiós definitivo…

El Escarabajo, o mejor dicho Fusca, volvía un día de 1993 a la producción en Brasil, luego de un parate de 7 años. El renacimiento, sin precedentes en el mundo, vino de un pedido del entonces presidente de aquel país, Itamar Franco, quien vio en la reanudación de la producción una forma para generar empleos y estímulo económico.

La vuelta del Volkswagen Escarabajo en 1993

Para incrementar las ventas del modelo, y del mercado en general, el gobierno diseñó un programa de exención de impuestos especialmente para la motorización refrigerada por aire del Fusca y la Kombi. El ejemplar de color plata que forma parte de la colección tiene el número de chasis 9BWZZZ11ZPP00001, siendo el primer ejemplar producido en la segunda fase de fabricación, y conocidos internamente como «Fusca Itamar», en alusión al presidente de la república. El valor histórico de ese ejemplar es invaluable, y es por ello que la marca lo conservó desde aquel entonces.

Sin embargo la aceptación del vetusto automóvil no fue tan bien recibida, por lo que 1996 marcó el retiro definitivo del Fusca hecho en Brasil. Para su despedida Volkswagen creó la Serie Oro, con un total de 1.368 ejemplares diferenciados de los demás Escarabajos «Itamar» por contar con faros auxiliares, luces traseras oscurecidas, logo en los costados y la placa «Fusca» en la tapa del motor, en color dorado. En el interior contaba con asientos tapizados con la misma tela que el Pointer GTI, mientras que agregaba volante de Gol, tablero con fondo blanco y vidrios verdes.

Sulam (una carrocera fundada en 1973) convirtió tres de estos ejemplares en convertibles. El último de ellos, número de chasis 9BWZZZ113TP006623, pertenece a la colección histórica de Volkswagen do Brasil. Esta unidad de blanco, cuenta con capota negra, agregaba el motor inyectado que se conocía en México, y que continuaría su producción hasta el año 2003.

 

 

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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