Lanzado a fines de 2019, previo al inicio de la pandemia del Covid-19 no habíamos podido tomar contacto previamente con la nueva generación del BMW Serie 1: el primero de la zaga en contar con tracción delantera, denominado como 118i. Esto, puede ser un puñal para todo aquel purista que aprecie especialmente a los autos de la marca de Baviera. Sin embargo, no opaca en absoluto el rendimiento de este hatch mediano de categoría Premium.

En este caso, estamos ante la variante más aceptada de la gama: la de motor de tres cilindros en línea turbo y 1.5 litros, a pesar de llevar la denominación 118i, lo que previamente nos hubiera confirmado que se trataba de un 1.8, algo que ya dejó de relacionarse con la cilindrada del motor. Inicialmente, se ofreció una configuración más austera bajo la denominación Advantage, que en la actualidad ya no está disponible. 

Prueba: BMW 118i SportLine

Pese a haber tenido un cambio conceptual rotundo, debido a que su disposición de tren motriz varió en su nueva generación, el estilo general del Serie 1 no cambia tanto. Su formato incluso presenta una carrocería más proporcionada, con una trompa lanzada pero no exagerada y un voladizo frontal acorde. El doble riñón frontal de la marca ganó protagonismo, pero no al punto del Serie 4 Coupé, u otros modelos más modernos, claro está.

En esta variante en particular, denominada como SportLine, hay presentes llantas de 17 pulgadas de diseño agradable, que se enfatizan con una salida de escape cromada, todo en pos de elevar la imagen deportiva. A su vez el musculoso paragolpes delantero, junto al inconfundible remate posterior de la carrocería, confluyen en una muy lograda solución general.

Por fuera

Con líneas fluidas y los típicos gadgets de diseño BMW, como la “curva Hofmeister” vista en los autos de la marca por delante del parante C sobre la línea inferior de las ventanillas laterales, el diseño luce atractivo, y llama la atención, más aún por su luminaria LED para las funciones diurnas, que conforman un doble anillo en cada óptica. Las ópticas traseras también cuentan con la identidad clara de la marca.

Con una postura al volante baja, la sensación de deportividad que transmite es instantánea, y todo a lo que se tiene acceso presenta una grata percepción de calidad. Se trata de un vehículo bien construido, y que ha sido concebido para transmitir el espíritu de un deportivo aunque, en este caso, sin serlo específicamente. Presenta una pedalera profunda y butacas de agradable sujeción lateral tapizadas en una tela símil tweed de muy buena calidad, combinada con cuero.

Puertas adentro

En las versiones 118i del BMW Serie 1 el tablero de instrumentos lo conforma una pantalla central, secundada por dos medias esferas que a priori simula ser todo una gran pantalla. Sin embargo, viéndolo en detalles y a través del sol, ambos relojes principales son analógicos, aunque el instrumento móvil varía por detrás de una placa traslúcida. La información suministrada es más que completa. 

El diseño del panel de a bordo transmite esa sensación de solidez característica de los autos alemanes, aunque en este caso con líneas de diseño muy atractivas. Todo está al alcance de la mano, y en ello también se incluye el selector de marchas tipo Joystick, que no es lo más cómodo e intuitivo de operar, pero que como sucede siempre, uno termina por adoptarlo.

Las plazas traseras son relativamente cómodas para que un par de adultos de contextura media-alta puedan viajar sin problemas, aunque claro está no es un auto pensado para largos trayectos bajo estas condiciones. La capacidad de baúl se sitúa en 380 litros, nada mal para un hatch. Incluso dispone de rueda de auxilio temporal por debajo del piso: en este caso, es una ventaja ya que muchos BMW ni siquiera cuentan con ella.

¿Qué trae?

El equipamiento se destaca por disponer de techo corredizo panorámico, climatizador bizona, acceso manos libres, navegador integrado y pantalla táctil de 8,8 pulgadas, entre otros items. En seguridad la disposición es menos completa, porque no dispone de ayudas a la conducción, elementos que ya están presentes en autos del segmento B y producidos incluso en la región. 

Claro que la respuesta del chasis o los frenos es una garantía extra, que no se ve, o mejor dicho, no se siente en autos más convencionales. Este Serie 1 se manifiesta franco doblando a altas velocidades, pero con una loable sensación de confort en la ciudad, debido a que en parte también emplea un eje trasero independiente. 

Potencia y precio

El motor es un 3 cilindros de 1.5 litros con turbo de doble entrada que ya era conocido por la generación previa. Entrega un torque de 220 Nm a partir de las 1.500 vueltas. Eso es algo que se percibe en una solvencia ideal en el uso diario, combinado con una transmisión automática de doble embrague y siete marchas que prácticamente no presenta ningún tipo de patinamientos. 

En prestaciones acelera de cero a 100 kilómetros por hora en 8 segundos, superando los 210 km/h de velocidad máxima. A su vez, presenta impecables registros de elasticidad, siempre considerando su potencia de 140 caballos de fuerza.

El precio del BMW Serie 118i SportLine asciende a 57.500 dólares, que en Argentina debían ser convertidos al valor oficial. Sin embargo, esto es en la actualidad una utopía. Para acceder al mundo Premium, creemos que este Serie 1 es una de las mejores alternativas disponibles en la actualidad. 

 

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

Deja una respuesta