En 1958, luego de ganar su último campeonato del mundo con una Maserati, luego que Mercedes-Benz (marca con la que obtuvo dos títulos del mundo) se retirara luego de un terrible accidente, Juan Manuel Fangio pasó a formar parte de la marca de la estrella, siendo su figura máxima por aquel entonces. Para apreciar su retiro, la marca de la estrella le regaló en aquel momento un lujoso y deportivo 300 SL Roadster, un modelo de altísimo nivel, que contaba, entre otras cosas, con inyección mecánica. Hablamos de fines de la década del cincuenta.

Este vehículo que “El chueco” utilizó normalmente durante varios años y con el que recorrió buena parte de la Provincia de Buenos Aires, será subastado próximamente en Inglaterra. Sus descendientes enviaron al automóvil desde el Museo Fangio, en Balcarce, hacia Europa para completar la venta.

 

Según reza el anuncio de RM Sotheby´s la unidad será subastada a partir del próximo 28 de febrero. Cuenta con poco más de 70 mil kilómetros recorridos, aunque no se conocerá el precio de venta del ejemplar, debido a que se trata de una subasta privada. Se estima igualmente que alcanzará niveles récord, ya que es el auto, de calle, más importante del quíntuple campeón mundial.

El Mercedes 300 SL Roadster de Fangio a subasta

El auto fue entregado a Juan Manuel en el mismísimo Hotel Dorchester en Londres, en 1958, por Mercedes-Benz. Durante los primeros años Fangio lo utilizó en Europa, donde recorrió diversos lugares. Años más tarde lo importó de manera particular a nuestro país. 

Escaso tiempo después Fangio abrió su propio concesionario de la marca en el país. Y desde 1974 ocupó el cargo de presidente honorario de la compañía. Durante esos años, se cuenta que Juan Manuel solía viajar esporádicamente desde la Capital Federal hacia Balcarce en su 300 Roadster, que había salido de fábrica pintado en un exclusivo color azul metalizado. 

Sin embargo, el vehículo que cumplió un rol de auto diario por algún momento sufrió diversos deterioros con el paso de los años. Previo a la inauguración del Museo Fangio, en 1986, el 300 SL se mandó a repintar en un taller de Balcarce.

¿Qué esconde el Mercedes 300 SL de Fangio?

De acuerdo a datos consignados, el trabajo de pintura no fue una obra de arte precisamente. Y, según los que saben, el color que luce en la actualidad no es el mismo con el que salió de fábrica. Con el paso del tiempo el trabajo de pintura acumuló aún más detalles, algo que no se percibe con claridad en las imágenes difundidas por el sitio de subastas. 

Lo que conserva original el vehículo son los tapizados, visiblemente desgastados, el volante y el selector de marchas, que es recalcado en la publicación: son los mismos en los que se sentó el múltiple campeón. 

Si bien el auto conserva un nivel de originalidad muy logrado, con múltiples piezas de origen, la realidad indica que no se encuentra en un estado de vitrina. Claro que su valor se conserva, debido al historial que posee esta unidad, y por haber pertenecido a semejante figura del deporte motor.

 

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