Fiat anunció en Brasil que lanzará una edición especial del Nuevo Uno, denominada como «Ciao Uno» y que anuncia el fin de la vida comercial de este nombre emblemático para la marca italiana, algo que ya te habíamos adelantado en esta nota. Si bien el actual Uno poco tiene que ver con el original, producido en su misma generación desde 1983 en Italia, hasta 2013 en Brasil, significa el fin de la producción de este nombre que identificó a unos de los autos más importantes de la década del noventa. 

Para los argentinos el Uno marcó un antes y un después, no solo dentro de la marca Fiat, sino también dentro del parámetro de los autos chicos. Es que fue el primer modelo del segmento B que captó en un envase compacto ciertas preferencias de confort, espacio y tecnología, algo que nunca había sido visto en autos regionales compactos.

El Fiat Uno llegó a la Argentina en 1989, cinco años después de su lanzamiento mundial, aunque tomando la base del modelo producido en Brasil desde 1984. Esto significaba que tenía algunas adecuaciones, como el capot curvado hacia abajo, algo que no se veía en el modelo italiano, que contaba con guardabarros de mayor tamaño. La primera camada nacional del modelo tuvo una tirada limitada de unidades, y se ofrecía con un nivel de equipamiento elevado, más para los cánones de la época.

El Fiat Uno: la revolución de los noventa

Contaba con levantacristales eléctricos o luces antinieblas, que se sumaban al motor 1500 de serie en el conocido como Uno SCV, que desarrollaba 83 caballos de fuerza. Era una potencia significativa para un auto compacto, con un aspecto muy moderno. Esto consolidó al Uno, que a su vez un espacio interior considerable si lo comparábamos con autos contemporáneos.

Asimismo el diseño, reforzado por un parante C ancho que le transmitía solidez visual y respaldado por una carrocería con un CX de 0,33, estableció nuevos parámetros dentro del mercado local. Su precio inicialmente era elevado en nuestro país, pero paulatinamente se fue haciendo un lugar, convirtiéndose en uno de los modelos más solicitados de Argentina en los noventa.

Pero la gran revolución del Uno fue la incorporación de la carrocería de cinco puertas, que marcó decidamente un antes y un después dentro de los hatchback regionales del segmento B. A comienzos de la década del noventa, fue el primer auto masivo con cinco puertas de este segmento, algo que con el tiempo fue implementado por todos los modelos, y que en la actualidad dejó sin efecto a los de tres puertas.

Promediando la década del noventa el Uno comenzó a perder paulatinamente injerencia dentro de la gama de Fiat, que en 1997 lanzó a su natural reemplazo, el Palio. De todas formas esto no le privó al modelo de seguir acumulando ventas. A partir de allí se consolidó como un modelo accesible de Fiat, que lo tuvo como caballito de batalla hasta fines de 2013, cuando fue discontinuado por el hecho de no ofrecer airbags y ABS como equipamiento.

Nuevo Uno: ¿Sólo un nombre?

Sin un reemplazo en Europa, el Fiat Uno tuvo una segunda generación lanzada en 2010, previo a la discontinuación del original. Sin embargo mantuvo pocas de las características distintivas del modelo base. Su concepción fue más que nada la de un auto económico, posicionado como entrada de gama, por debajo de la oferta del Palio, y el Punto, dentro del segmento B de Fiat por entonces.

Esa superpoblación de modelos hizo que el Uno pierda importancia dentro de la gama Fiat, algo que casi doce años después determinará el fin del nombre Uno dentro de la marca Fiat. Luego de haber sido discontinuado en Argentina allá por el año 2015, el modelo volvió fugazmente en 2017, con una gama limitada a la versión Way, actualmente ofrecida en nustro país, pero sin remanente de stock, y que determinará el fin de su comercialización durante los próximos meses.

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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