En los noventa Alfa Romeo buscó finalmente emerger de un periodo complicado. Desde mediados de los setenta, gran parte de los desarrollos de Alfa habían sido menospreciados por el público en general. También habían ganado cierta fama de problemáticos o poco durables. El Alfa Romeo 145 fue presentado en el Salón del Automóvil de Turín en 1995, convirtiéndose en una interesante propuesta: por un lado, un deportivo. Por el otro, un compacto suntuoso. 

La plataforma del 145 recurría a la misma base de los Fiat Tipo/Tempra de finales de los ochenta, que una generación más tarde pasaron a utilizar los Marea/Bravo/Brava. La gama del Alfa mediano se conformó con una silueta hatch de cinco puertas, provista con un remate mucho más familiar tipo liftback, llevando el nombre de 146, y siendo el reemplazo natural del 33.

Por su silueta de tres puertas, el 145 estaba reservado a un cliente en busca de diferenciarse del resto. El diseño, obra de Walter Da Silva, confeccionó un estilo encantador para aquellos años, con una importante superficie acristalada y vidrios laterales continuados, que daban sensación de dinamismo y modernidad.

Sin embargo existía un parante C, que además de proveerle mayor rigidez estructural, permitía que los vidrios traseros puedan bascularse. Todo esto sin perder la sensación de continuidad entre ambos parantes B, que se continuaba en la luneta. 

Alfa Romeo 145: el hatch de moda 

La línea de cintura ascendente, y el escalón promediando la ventanilla delantera, también otorgaban solidez visual, sumado a un remate trasero llamativo, con las clásicas ópticas alargadas, impuestas previamente por el 164. El diseño era lo que Alfa Romeo puso como principal punto de atracción. El objetivo que derroche deportividad, sin llegar a ser un coupé: algo que para la época era mucho más determinante que ahora. En cierta manera, supo adelantarse a su época. 

Si bien la plataforma de Fiat admitía la posibilidad de montar motores en posición transversal, la firma de Milán volvió a insistir con los motores bóxer, previamente utilizados en el 33. Por suerte estuvieron en producción escaso tiempo, ya que la idea inicial fue adoptar motores de nueva generación, conocidos como Twin Spark. 

Alfa Romeo 145: Tecnología y potencia asegurada

En realidad el Twin Spark de dos litros estuvo disponible en el Quadrifoglio originalmente, con capacidad de dos litros y 150 caballos de fuerza, que giraba hasta las 7.400 vueltas. El más pequeño de 1.8 litros llegó tiempo después, rindiendo una potencia de 144 caballos de fuerza. Estos dos motores fueron los más vistos en Argentina, junto con el turbodiesel 1.9 de 90 caballos. En Europa hubo opciones Twin Spark de 1.4 y 1.6 litros. 

Eran motores de alta tecnología, desarrollados a partir de una base Fiat, pero con una tapa de cilindros específica. Tenían doble árbol de levas, variador de fase y apertura variable de válvulas. Su denominación Twin Spark ponía de manifiesto que equipaban doble bujía por cilindro, algo que era visto como un avance mecánico, pero que en definitiva, no llegó a prosperar en el tiempo. 

Lo que quedaba claro, con tal potencia y tecnología, es que las aspiraciones del 145 iban un poco más allá. Con este modelo ciertamente económico, Alfa se veía como una marca moderna y joven. Eso le permitió, en cierta forma, volver a sus mejores épocas. 

Reviví los 100 años de historia de Alfa Romeo aquí

Claro que el auto en general debía ayudar y su habitáculo ayudaba. Si bien no se destacaba en calidad, el diseño de la plancha de a bordo retrasaba el puesto de conducción. Mantenía un volante algo inclinado y alto, bien propio de la plataforma de la que partía. De todas formas las butacas, cómodas y con satisfactoria sujeción lateral, proponían el toque de confort y deportividad que lo destacaron. 

Eso mismo se vivía al salir a manejarlo. Provisto con una altura relativamente baja, tenía un tren delantero firme, que proponía un andar aplomado y seguro. El eje trasero, más conformista, trataba de no convertir la vida a bordo en un castigo.  

Durante 1999 tuvo un pequeño rediseño, que introdujo nuevos paragolpes, con una terminación más delicada junto a pequeños detalles estéticos. A su vez el Quadrifoglio pasó a rendir 155 caballos, mientras que el turbo diesel adoptó la tecnología Common Rail, elevando la potencia hasta los 105 CV.

A pesar de haber sido un auto novedoso, que logró renovar y mejorar la imagen de Alfa Romeo a nivel mundial, la vida comercial del 145 (y su par 146) fue bastante efímera. En 2001 cesó su producción definitivamente, siendo reemplazado por el 147, un modelo más convencional, ofrecido tanto con silueta de tres o cinco puertas. 

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

 

 

 

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

Deja una respuesta