ESPECIAL DESDE MONZA, ITALIA – La marca de hiperautos italiana fundada por el argentino Horacio Pagani, está cumpliendo sus primeros 20 años de vida, y todo es celebración durante este 2019. Viajamos hasta el mitico «Templo de la Velocidad» en las afueras de Milan para participar del «Pagani Open Day».
Se trató de un evento a puertas abiertas para los entusiastas, que pudimos disfrutar un día a puro sol, con casi 40 Paganis en pista, entre Zondas y Huayras, girando «descaradamente» en el autodromo de Monza.
También hubo actividades para niños, con kartings eléctricos con silueta de Huayra, simuladores de manejo para los no tan chicos, gastonomia, merchandising, pero por sobretodo, la mayor cantidad de autos Pagani jamas reunidos en el mismo evento! Un deleite absoluto.
Las puertas abrieron a las 11 de la mañana, y más de 400 entusiastas venidos de todos lados -las patentes de los autos en el estacionamiento daban fe de lo global de la convocatoria- pudieron acercarse al primer grupo de Paganis estacionados prolijamente lado a lado.
Todas unidades pertenecientes a clientes de todo el planeta, con unidades venidas desde los Estados Unidos, Medio Oriente, diversas partes de Europa.
Además, en destaque sobre plataformas circulares, estaban el primer Pagani Zonda C12 de 1999, el modelo puntapié de esta marca fruto de la pasión y la determinación de este santafesino que emigró a Italia con la floja idea de diseñar «el mejor auto del mundo», según las propias palabras del mismísimo Horacio. Lo escoltaban el exclusivo Huayra Barchetta HP del cual solo habrá en total 3 unidades, entre ellas esta que pertenece a Horacio Pagani y que se construyó como reglo de cumpleaños hace un año y medio atras y que conocimos en el Salón de Ginebra de 2017. Por ultimo, un Huayra
El mismo circuito en el que Juan Manuel Fangio ganara el Grand Prix de F1en 1953 (Maserati), 1954 y 1955 (ambos con Mercedes) y que viera tambien morir en accidentes a Alberto Ascari en 1954 y Ronnie Paterson 1978, fue escenario este ultimo domingo de una jornada a puro Pagani.
En la pista, los pilotos se sacaron las ganas de acelerar mucho. En el Rettifilo, como se llama la recta principal de Monza, frente a las tribunas y los boxes, los autos llegaron a los 260 km/h, segun lo oido indiscretamente en alguna charla en el VIP del evento. Con un ruido encantadoramente ensordecedor, nos dimos una verdadera panzada de Paganis usandose como debe ser, a pleno en un circuito.
Entre los participantes del evento, hubo algunos argentinos, los usuales devotos de Pagani y sus hiperautos. Hubo diversión, velocidad y hasta una propuesta de matrimonio en la calle de boxes.
Además de lo magníficos y exclusivos que son los autos de Pagani, no debe haber en el mundo un fabricante de superdeportivos que le ponga tanta garra y tanta onda con su público, como Horacio Pagani, su esposa Cristina, y sus hijos.
Y vaya un agradecimiento extra a Jorge Gomez, el coleccionista argentino de autos más copado.