Probamos durante una semana y casi mil kilómetros un Volkswagen Passat CC, equipado con el motor 2.0 TSI de 211cv y caja automática de doble embrague DSG, con nivel de equipamiento “Luxury”. Esta motorización, junto al 2.0 TDI de 140cv, llegaron a fines del año pasado a nuestro mercado para ampliar la gama del CC, que antes solo ofrecía una versión V6, aspirado, de 300cv y tracción integral 4motion.
Ahora, con tres motorizaciones disponibles, el Passat CC ofrece una gama para todos los gustos y diferentes presupuestos. Las motorizaciones más pequeñas vienen en niveles de equipamiento “Advance”, “Luxury” y “Exclusive”, dejando la “Highline” solo para la motorización V6. De las líneas y el diseño del CC ya hemos hablado en distintas notas acá y acá. Ahora nos vamos a concentrar en el análisis del producto y en todas la percepciones luego de convivir con este sedan.
El interior del CC es como el de un Passat normal. Solo su altura libre interior es menor y es por la línea arqueada que conforma todo su techo, logrando su cometido principal: parecer un coupé gran turismo, sin perder el confort y la practicidad de las 4 puertas.
No obstante el techo, la accesibilidad es muy buena, aunque debo reconocer que ni bien me lo dieron y baje del auto repentinamente a saludar a alguien me lleve puesto el borde interior del techo con la cabeza. Por supuesto fue solo un roce y nunca más sucedió. Adentro, el CC es luminoso y amplio, pese a que las pequeñas ventanillas laterales podrían sugerir lo contrario.
El gran techo de vidrio oscurecido suma a esa sensación de amplitud, aunque es una pena que su único movimiento sea pivotar hacia arriba no más de 2 centímetros. Pero como decía mi abuela, «la moda no incomoda» y el precio de lucir un techo tan bajo y líneas tan apaisadas en su lateral es no tener el espacio para guardar en el entretecho el espesor que se llevaría un sistema de techo corredizo y ocultable. La curvatura y fuerte caída del techo hacia la cola tampoco permiten que un panel de cristal corriera por sobre el restante techo de chapa. Entendida la limitación formal para la elección del techo, le perdonamos el detalle.
La unidad probada contaba con una tapicería de dos tonos de fuerte contraste, un opcional en nuestro mercado. Por supuesto hay tapicería en monocromo negro para los más conservadores. Las butacas delanteras en esta versión Luxury son de reglaje manual, a excepción del respaldo del conductor, único reglaje eléctrico. Son de excelente regulación y sujeción y permiten que cualquier encuentre fácilmente su posición idónea al volante.
Al mando del Passat CC todo se percibe de muy buena calidad, excelentes encastres y agradables texturas. Todo se acciona suavemente, todo vuelve a su lugar con delicadeza. Cada operación que realizamos dentro del auto denota el esmero en la fabricación del modelo y las intenciones de la marca de salir a “molestar” a marcas mucho más caras que no por ello ofrecen muchísimo diferencial a la hora de comprar calidades percibidas.
El trabajo de burletería es muy bueno, y al menos en la unidad probada, con apenas 4700 km recorridos, el cierre y la hermeticidad resultaron impecables. Esto es para remarcar especialmente en un auto como el Passat CC cuyas ventanillas laterales son sin marcos, quedando el cristal exento de sujeción en tres de sus cuatro bordes. Siendo así, la función de los burletes es crucial.
En marcha, el CC nuevamente muestra con aplomo su solidez teutona. Es sólido, compacto, bien insonorizado. Su manejo es tan agradable en la ciudad como en autopistas y rutas a mayores velocidades. La caja DSG, con sus tres modos de utilización, se encarga de proporcionar, o el confort silencioso y económico de los cambios automáticos, o la diversión y el nervio del motor 2.0TSi, tanto a través de sus levas al volante, como de su accionamiento a través de la palanca selectora, si la colocamos en el modo secuencial.
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 El motor se lo nota siempre listo para responder con un torque contundente ya desde las 1500rpm. Beneficios de esta segunda generación del 2.0T del grupo VW que fuera elegido mejor motor 2.0 del año durante tres periodos consecutivos, entre 2005 y 2008 (ver más sobre estas distinciones y quien las otorga aquí). Sin dudas un motor que es una delicia de manejar, en todos los autos donde lo pudimos probar, con distintas caja de velocidades y distintos sistemas de tracción. Temo de pecar de imparcial, pero realmente esta motorización me encanta y hasta ahora no he probado motores más equilibrados, que consuman pocos, respondan mucho, sean divertidos de llevar y ofrezcan una elasticidad impecable. Si, obvio que hay motores más potentes, más frugales en consumo, más silenciosos, pero no encontré ningún otro que tenga el equilibrio justo entre todos los atributos, como este 2.0 Turbo del Grupo VW.
Ventajas de estas motorizaciones modernas son su eficiencia en el consumo. Obtuvimos, en autopista y con el control de crucero colocado a 90 km/h, marcas de consumo de 4.3 litros cada 100km recorridos, en sexta marcha y a escasas 1700 rpm. En ciudad, el consumo trepa obviamente, pero usado en “Drive”, modo completamente automático donde se prioriza el consumo, obtuvimos marcas de 11 litros/100km.
Un detalle que me pareció genial fue el sistema “Auto-Hold” que, mediante una tecla al lado de al selectora de cambios, activa el freno automáticamente cuando el auto se detiene estando la caja en posición Drive. De este modo, nos ahorramos la molesta necesidad, típica de los automáticos, de pasarnos todo el tiempo que dure la luz roja del semáforo “aguantando” el freno, para que el auto no avance y sin necesidad de pasarlo a Neutral. Además, la función Auto-Hold ayuda a retener el auto en las pendientes.
Los frenos son de un tacto impecable y el poder frenante es acorde al peso y volumen del auto. Sin quejas en este apartado.
Las plazas traseras son cómodas, y si bien esta versión estaba equipada con el asiento “enterizo” (que termino retro!) y no con las butacas independientes para solo dos pasajeros como lleva al versión V6 Highline, solo dos adultos entran comodísimos atrás. En esta unidad que probamos el tapizado era bicolor, pero hay otras opciones en colores de tapicerías.
 El baúl, es un poco más bajo en su interior que el del Passat normal, fruto obviamente de la silueta de la carrocería del CC. De todos modos, es profundo y ancho y de formas regulares. Mala nota para el sistema de bisagras del baúl, que no recurre al sistema pantografico que ahorra espacio, recurriendo a unos bisagrones curvados que se llevan unos centímetros de capacidad. Es un berretín que están teniendo las terminales últimamente, seguramente para ahorrar costos, y que ya hemos visto en autos de la talle del BMW Serie 5, y encontraremos en el futuro VW Vento.
 Por el resto, nada que objetarle al baúl, que se presenta impecablemente prolijo. Excelente la decisión de dotar al auto de una quinta rueda homogénea, idéntica a las demás cuatro para el auxilio. Y hablando del auxilio, hay que comentar que los CC están equipados con neumáticos alemanes de última generación, marca Continental, que poseen en su interior un recubrimiento de polímeros blandos que en caso de pinchaduras y penetración de objetos punzantes de hasta 5mm de diámetro, aíslan la agresión, sellando inmediatamente el neumático. Sin dudas un plus. Habrá que ver si hay reposición local de semejante modernidad en neumáticos.
Entre el equipamiento sobresaliente del CC tenemos faros al xenón, que además de ser autonivelantes tiene función de “Active Cornering”, es decir que los proyectores tiene movilidad no solo en el eje vertical, si no en el horizontal también, iluminando el ángulo ciego cuando uno gira el volante hacia un lado u otro. Es una cualidad que uno comienza a apreciar cuando lo usa de noche y nota esa zona extra que se ilumina al doblar.
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 En la parte interior de la óptica delantera, del lado de la parrilla central, el CC tiene luces diurnas (como es obligatorio ahora en la Unión Europea) que están siempre prendidas mientras no se enciendan el resto de las luces del auto. Son halógenas, y son un poco más fuertes que unas tradicionales de posición y más suaves que unas bajas. Llama la atención que un auto tan sofisticado aun tenga lamparitas incandescentes en los faros traseros. A esta altura, deberían ser de Leds como en el Passat y el Vento.
Por supuesto que la seguridad activa y pasiva del CC están a la orden del día ofreciendo 6 airbags, frenos con ABS, control de tracción y estabilidad ESP desconectable, y ganchos Isofix traseros. Entre los ”chiches”, anotamos la cortinita trasera motorizada, que sube y baja accionada con la tecla a la derecha de la selectora, el stereo doble DIN de muy buen sonido, pantalla táctil de 6,5 pulgadas (para cuando el navegador con GPS integrado de fabrica en los VW?), el bluetooth integrado con comandos muy intuitivos en el plafón del techo, el freno de mano eléctrico, el sensor de presion de neumaticos, las butacas delanteras calefacionadas y la llave sin espada, que se enchufa en el tablero como si fuese un cartucho y se convierte en un botón de arranque.
De todos modos, no todo es maravilloso en el CC. Hay faltantes que son imperdonables e una versión como la testeada, de 206.000 pesos: los sensores de estacionamiento delanteros y traseros, brillan por su ausencia. La explicación oficial es que se trata de un equipamiento que viene en un paquete junto a otros detalles que si están incluidos en la versión Exclusive y Highline. Se entiende que las gamas de modelos se van conformando enriqueciendo equipamientos y detalles varios, pero creo que este tipo de autos ya no pueden prescindir de este simple, económico y súper útil dispositivo de ayuda. Otro faltante de peso a mi entender es que semejante sedán no venga de fabrica con un navegador GPS integrado en la plancha. Autos nacionales y brasileños de mucho menor porte y calidad ya lo incorporan…. Supongo que ya llegará el turno de VW de ofrecerlo en sus próximos lanzamientos.
En resumen, el Passat CC, ahora con motorizaciones de 4 cilindros y tracción simple, ofrecen todo el glamour de una carrocería exquisitamente diseñada, con la conveniencia económica de motores más chicos, equipamiento sutilmente simplificado, pero conservando todo lo necesario para conquistar a quien ande en búsqueda de un sedan elegante y deportivo a la vez, clásico y moderno. Posiblemente, un Futuro Clásico.
 

Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

4 comentarios en «Prueba: Volkswagen Passat CC 2.0 TSi DSG»

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