El pasado 3 de marzo se cumplieron 60 años del fallecimiento de Juan Gálvez, hasta entonces el piloto con más títulos (nueve) de Turismo Carretera en su extensa historia. Su fallecimiento, en la Vuelta de Olavarría de 1963 marcó el fin de una era en el TC, y dio paso a su inmortalidad.

Luego de la segunda guerra mundial y hasta 1960 los hermanos Gálvez dominaron a gusto y placer la categoría de automovilismo más popular, en épocas en donde una carrera era de los principales hitos deportivos del fin de semana. Cada piloto era un héroe, pero si era ganador lo era mucho más. Siempre identificado a la marca Ford, los logros de Juan aún no fueron superados. 

Juan comenzó su carrera deportiva como acompañante de su hermano Oscar en 1937. Ambos mecánicos de profesión habían nacido en la Ciudad de Buenos Aires y sus talleres, de autos particulares, se ubicaban en el barrio de Palermo. Si bien sus inicios fueron juntos, rápidamente cada uno tomó caminos diferentes, tanto en su vida personal o laboral, como en el ámbito deportivo.

Juan Gálvez: a 60 años de su última carrera

Quienes frecuentaban sus talleres sabían que a pesar de una buena relación personal entre ellos, nunca se compartían datos o componentes acerca de las carreras. Si bien Juan comenzó a competir en 1941, recién en 1949 llegó su primera victoria. También el primer campeonato. Hasta 1960 obtuvo nueve campeonatos de TC, no pudiendo ganar los de 1953 y 1954 (que quedaron en manos de su hermano Oscar), y el de 1959 (en manos de Rodolfo e Álzaga).

Durante 15 años los Gálvez fueron figura del automovilismo local, y probablemente de los mayores ídolos populares de Argentina. Juan tenía la capacidad de ser mucho más pensante arriba del auto, lo que le permitió ser un ganador nato, mientras que su hermano Oscar se destacaba detrás del volante, pero también con su simpatía con el público o incluso con los medios.

El reinado de Juan y Oscar culminó en la década del sesenta, cuando el TC comenzó a experimentar un cambio en los autos, que se hicieron más rápidos y potentes. Esa nueva era convirtió al auto de los hermanos Emiliozzi, dotado con válvulas a la cabeza, en más rápido que el de Juan, que con casi 50 años comenzaba a sobrepasar el límite en cada una de las carreras.

En la Vuelta de Olavarría de 1963, en un circuito mixto de tierra y asfalto con 166 kilómetros de extensión y a recorrer en cuatro vueltas, Juan Gálvez perdió la vida tras un vuelco de su Cupé Ford. Hasta el momento, en el TC nadie pudo superar la marca de 56 carreras ganadas y 9 títulos nacionales.

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

Deja una respuesta