Hace poco participé en las rondas de Test Drives que ofreció SEAT Argentina en la Costanera Norte de Capital Federal, y entre todos los modelos disponibles para probar, me focalicé en el nuevo SEAT Ibiza, y elegí la versión 1.6 “Sport” de 5 puertas. Elegí esta versión porque la consideré de cierta relevancia para nuestro mercado, donde los autos pequeños de buena calidad y notable equipamiento habían desaparecido y últimamente, “gracias” a la inflación y el constante aumento de los autos Mercosur, estos pequeños importados que hace un par de años hubieran sido impensables, hoy son una opción más que valida. Son caros, si, pero lo que ofrecen, suele valer su precio.
Empecemos como siempre por un vistazo al diseño del Ibiza: esta nueva generación del Ibiza tiene una silueta diferenciada en su parte posterior entre las versiones de 3 y 5 puertas, cosa que en las generaciones anteriores no sucedía. El de 3 puertas es de corte más deportivo (aspiracionalmente, no en términos dinámicos, al menos en nuestro mercado) y con una resolución de las luces traseras y cortes de carrocería un poco más agresivos. A la carrocería de 3 puertas SEAT la llama “SC”, apócope de Sport Coupé. El de 5 puertas, de líneas más suaves aunque no menos osadas o modernas, es 20 centímetros más largo. La distancia entre ejes en ambas carrocerías es la misma, lo que cambia es lo que resulta del eje trasero hasta atrás, dándole al 5 puertas un baúl un poco más amplio.
Las líneas generales del Ibiza siguen la escuela del diseño iniciada con el León y que tan buenos frutos le diera a la marca en todos sus mercados. Podría decirse que a partir del León hubo un renacimiento en términos estilísticos en SEAT y no es casual, puesto que coincide con el liderazgo de Walter De Silva al frente del equipo de diseño. Los trazos son muchos y muy marcados, y si uno se abstrae de las diferentes materialidades de las superficies (vidrio, metal, plásticos), entrecerrando los ojos puede encontrar un complejo juego de aristas y planos entremezclados con curvas y rectas en varios sentidos.
Este Ibiza, al igual que el resto de los modelos aquí ofrecido por SEAT, sale exclusivamente de la misma planta catalana de Martorell, con lo cual la calidad general del auto está asegurada.
En términos de equipamiento, la gama Ibiza es bien amplia y ofrece dos motorizaciones y tres niveles distintos de terminaciones en las dos carrocerías. Ademas del 1.6 de 105cv que manejé, hay un 1.4 de 85cv. Sumado a la disponibilidad de accesorios opcionales como el techo pivotante de cristal, las ópticas al xenón, la variedad de llantas, y otros detalles, uno puede realmente armarse un Ibiza a medida.
En la versión que manejamos, había una dotación de seguridad atípica en este tamaño de autos en Argentina : 6 airbags, ABS, ESP (control de tracción y de estabilidad), TPMS (Control de Presión de los Neumáticos), ganchos ISOfix para asientos infantiles, 5 cinturones inerciales con sus 5 apoyacabezas, Asistente de Arranque en Pendiente, faros Bixenón con función AFS, faros antiniebla con sistema de Cornering (se enciende uno solo del lado hacia donde se está girando el volante para aumentar la iluminación lateral) y Diferencial Electrónico Autoblocante XDS. Este último funciona utilizando los sensores del ESP para determinar una presión adecuada en el frenado que optimice la transferencia de potencia entre las ruedas para obtener mayor tracción. El XDS solo trabaja en curva evitando la perdida de tracción mientras se frena.
Una vez encontrada la posición de manejo, bastante cómoda para mí que mido 1.75m y con todos los comandos quedando al alcance periférico de mis manos, salimos a manejarlo por la ciudad. El andar es muy agradable, bastante más de lo que especulé yo por las llantas de 17 pulgadas de “mi” unidad. Si bien el motor, con solo 105cv se mueve con soltura en las primeras partes del cuentavueltas, subiendo de régimen de motor se le nota un poco la pereza y la rumorosidad.
Es más ágil y elástico que un VW Fox, con quien comparte motor, salvedad hecha por la tapa de 16 válvulas del español. Un motor noble y lógico para la ciudad y viajes cortos y medios. Definitivamente, pese al aspecto y al equipamiento, estos IBIZA apuntan a un público sensible a la calidad, la seguridad activa y pasiva, y el equipamiento, haciendo hincapié en el diseño, y tal vez dejando en segundo plano las emociones fuertes al volante. Ojo, no me malentiendan, se mueve muy bien con sus 105cv, más que suficiente para cualquier usuario promedio, pero quienes nos gustan demasiado los autos, tal vez siempre pedimos un poco más. Y probablemente ese “un poco más” podría venir al país, pero el precio sería otro. Entonces quienes se quejan aquí del motor, se quejarán allá del precio.
La habitabilidad interior es adecuada. El baúl también, sobretodo en este 5 puertas. La plancha tiene un diseño bien moderno y con los relojes cilíndricos del tablero como cortados en chanfle, bien a la moda de los últimos modelos europeos y algunos orientales. La calidad de los plásticos es acertada y salvo algún plastiquito de las zonas bajas, no disgusta ni un poco. Los más habituados al mundo VW encontrarán algunos comandos compartidos con otros modelos, tanto los bracitos de comando de luces y limpiaparabrisas del Passat y del Vento, o las manijas exteriores de puertas del viejo Golf IV y el Audi TT. Curiosidades de las sinergias, nada más.
Muy buenas las butacas delanteras en su forma y modo de contener el cuerpo, bien sus reglajes múltiples que ayudan a encontrar la posición mas cómoda y muy agradable su tapizado de tela oscura dura, ya utilizada en muchos autos del grupo VW y que demuestra que cuidándola, dura tranquilamente una década como nueva. Ni la pana, ni el cuero duran así manteniendo su aspecto cuasi de 0km con los años. Bien por la elección del stereo integrado a la plancha y casi imposible de robar. Siempre suma una tranquilidad así. Atrás la habitabilidad está bien, yo entraba bien con mi metro setentaicinco detrás de la butaca del conductor que había dejado yo mismo ubicada minutos antes.
No me gustó el indicador digital del nivel de combustible, lo veo como poco intuitivo y no tan legible a simple vista con luz de día. También tengo para reclamarle que por lo que vale, debería tener una manta insonorizadora bajo el capot y un amortiguadorcito hidráulico para sostener el capot abierto. Lo de la varillita para tener el capot no va más. Restó puntos también el comando de audio al volante, que opta por la solución más económica de tener un bracito extra multifunción por debajo del bracito de comando de luces.
La verdad debería ofrecer un volante multifunción con las teclas en los radios principales, como ofrecen casi todos los VW hoy día. Otra cosa que no me gustó mucho es esta nueva moda de hacer grandes techos panorámicos de vidrios que solo pivotan y no se corren. Pivota 4 centímetros, y seguramente es más barato de producir que el clásico techito acristalado que además de pivotar, corre por dentro del techo y cielorraso del auto. Pero al menos pivota. En otras marcas, son solo un paño fijo acristalado.
En el conjunto el producto me encantó. Es moderno, está muy bien diseñado, muy bien construido y terminado y ofrece un equipamiento sobresaliente. Me pareció un poquito pasado el precio, un 10% digamos. Considerando que en breve llegará el nuevo Ford Fiesta Kinetic proveniente de México (con sus 115cv, su techito corredizo, 7 airbags y control de estabilidad incluidos), y que está en las gateras el Peugeot 207 GTI hecho en Francia, con todo el equipo para hacer frente al Ibiza más completo y sumando un motor Turbo de 156cv, este sub-segmento está por ponerse entretenido y se van a sacar chispas cuando todos hayan declarado sus precios.
Sin dudas, el mayor beneficiado es el consumidor, que podrá nuevamente, elegir tener un auto pequeño para la ciudad sin resignar ni calidad, ni seguridad, ni diseño ni modernidad. Este Ibiza es una excelente opción.
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