Dentro de las fábulas o mitos automotrices el de la evaporación de la nafta es uno de los principales. Claro que al ser un combustible inflamable y en estado líquido, la nafta puede llegar a evaporarse cuando por ejemplo la dejamos destapada en un recipiente. Pero ¿Qué sucede dentro del tanque de un automóvil?
En términos químicos la evaporación de la nafta puede ser acelerada en caso de elevarse la temperatura. Esto es a partir de 50° centígrados. Recordemos que dentro del tanque de un auto, esta temperatura sería relativamente fácil de alcanzar en verano y expuesto al sol.
Sin embargo en los autos modernos la evaporación del combustible es poco probable en condiciones normales. Esto es debido a que los automóviles, a partir de la década del noventa, comenzaron a disponer de un sistema de recuperación de vapores de combustible, conocido popularmente como «válvula Canister».
La nafta en el tanque y su evaporación
Este sistema se encarga de retener los gases de combustible que generarían evaporación y trasladarlos al motor, para que sean lo más eficientemente útiles posible, reduciendo también así la contaminación. De no ser así, estos gases habrían sido desperdiciados paulatinamente durante días o semanas.
Es decir que los autos que no cuenten con este sistema (es decir aquellos con más de 30 años) son propensos a generar alguna evaporación de combustible, aunque esto se manifestará de manera notable recién cuando el combustible dentro del tanque esté por encima de los 50 grados centígrados.
Durante los últimos años, las naftas han incorporado en la región un incremento notable de alcohol. Si bien esto no repercute en la evaporación, sí lo hace en la oxidación, lo que provoca que si no usamos o renovamos el combustible de nuestro auto con cierta frecuencia, el mismo pierda las propiedades mucho más rápido que antes.
Incluso suele generar una suciedad que por consiguiente genere taponamientos en el sistema de inyección de combustible. Esto puede aparecer tras unos tres meses. Ante esta circunstancia, se comercializan aditivos que suelen ralentizar la oxidación de la nafta, en caso de que la utilización del automóvil no sea periódica.