Las bujías de encendido son en esencia uno de las piezas claves de los motores de combustión de ciclo Otto, es decir los nafteros de cuatro tiempos. Estas son una pieza clave en el mantenimiento de un automóvil, ya que de ella depende el buen funcionamiento de la mecánica, y contribuyen además a obtener una combustión adecuada. La gente de Bosch nos aclaró algunas de la principales dudas de los usuarios. 

La durabilidad de las bujías está muy relacionada a la tecnología de su fabricación y a la del automóvil, y su reemplazo resulta indispensable además para no generar mal desgaste de otros de los componentes del motor. Por ejemplo, si una bujía que está funcionando con un salto de chispa mayor al adecuado producto del desgaste del electrodo, esta hará que las bobinas se exijan más de lo recomendado, lo que reducirá la durabilidad de las mismas. Es decir, si no cambiamos las bujías a tiempo, al momento de existir una falla de encendido será recomendable reemplazar tanto bujías como bobinas, lo que incrementará el gasto considerablemente. 

Las bujías y su grado térmico ¿Qué hay que saber?

Además de las funciones básicas de funcionamiento, las bujías de encendido son las encargadas de absorber y disipar el calor durante el proceso de la combustión. Por eso, es muy importante elegir la bujía con el grado térmico adecuado y así evitar potenciales fallas en el funcionamiento sostienen desde Bosch. 

Una bujía puede tener un rango térmico frío, es decir que absorbe poco calor y lo evacua rápido y eficientemente. Diferente es la bujía con rango térmico caliente que absorbe mucho más calor y evacua más lento. Por último, también existen bujías de rango térmico medio que absorben más el calor que las frías y menos que las calientes.

¿Cada cuanto hay que reemplazar las bujías?

Un buen parámetro de recambio de bujías en los motores actuales indica unos 50.000 kilómetros recorridos. En algunos motores, incluso, es recomendable realizar el reemplazo antes de este periodo, ya sea en motores de anterior tecnología (a carburador) o incluso en aquellos motores que se utiliza GNC, debido al mayor rango térmico de funcionamiento dentro de la cámara de combustión. Aquellos motores que llevan bujías con punta de platino pueden llegar a durar unos 100.000 kilómetros, aunque su costo de reposición es mucho más elevado. 

“Además de permitir un funcionamiento suave y sereno, estos elementos son los responsables de mantener la temperatura adecuada del motor al absorber y disipar el calor generado», sostiene Paula Bonnin, jefa de Marketing en Robert Bosch Argentina. “Dependiendo el uso que se dé al vehículo, desde Bosch Automotive Aftermarket recomendamos realizar un cambio entre los 40.000 a 60.000 kilómetros, manteniendo una revisión constante en cualquier taller Bosch Car Service de cercanía”, finalizó.

Un detalle a tener en cuenta, es que el reemplazo de las bujías debe llevarse a cabo sin necesariamente tener un síntoma de falla. Sin embargo, un consumo de combustible más elevado, tironeos en la marcha o «contraexplosiones» pueden ser acuses de fallas inminentes en las bujías.  

 

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