En 75 años de historia Ferrari acaba de develar uno de sus mayores sucesos: su primer automóvil de cuatro puertas en la historia, que igualmente lleva el nombre de Purosangue para enaltecer el espíritu que debe llevar un Ferrari. Es decir un italiano de sangre pura, tal como lo destacan desde la marca. Para algunos estamos ante un GT, y para otros ante un SUV. ¿Qué es entonces?

Para permitir a la empresa alcanzar los ambiciosos objetivos establecidos para este proyecto y crear un automóvil digno de un lugar en su gama, se adoptaron un diseño completamente diferente y proporciones innovadoras en comparación con los arquetipos GT modernos (los llamados crossovers y SUV).  

Sin embargo es el único automóvil con estas proporciones que luce un V12 de aspiración natural montado en la parte delantera central. El motor más icónico de Maranello debuta en esta nueva configuración para garantizar que el automóvil libere más potencia que cualquier otro en el segmento (725 cv) al tiempo que garantiza la banda sonora más fascinante de un motor Ferrari auténtico, con una aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 3,3 segundos.

Ferrari Purosangue: el primero, con cuatro puertas

El motor, inspirado en el de la 812 Competizione, ha sido optimizado al máximo bajo los más modernos estándares, mientras que la transmisión es una automática de doble embrague y ocho relaciones que redunda en un combo más rápido que lo visto con anterioridad en modelos de la marca. Además es el auto de cuatro plazas más potente que Ferrari fabricó en su historia.

El chasis ha sido especialmente elaborado para ganar rigidez torsional, algo que debe tener además por la disposición que emplea por parte de sus puertas, las traseras de apertura «suicida». Por ello está fabricado con componentes como aluminio y fibra de carbono, con el fin de reducir peso. Además la distribución del mismo es del 51/49, excelente si consideramos que en la trompa lleva un gigantesco motor V12.

V12 aspirado y 725 CV para el Purosangue

La carrocería del Ferrari Purosangue ha sido hábilmente esculpida y cincelada para crear su forma única. El diseño presenta dos niveles separados y distintos: la parte inferior más técnica de la parte inferior de la carrocería y la imponente parte superior de la carrocería visiblemente sinuosa. Esta división queda subrayada por el hecho de que el volumen superior parece «flotar» sobre los pasos de rueda.

La forma del Ferrari Purosangue fue concebida como una escultura que muestra y realza su sorprendente desarrollo aerodinámico. La evidencia física de esto se encuentra en varios detalles que incluyen, por ejemplo, el efecto pontón del puente aéreo entre el frente y los flancos. Cada elemento aerodinámico fue visto como una oportunidad para perfeccionar aún más ese aspecto escultural original, subrayando el mensaje estilístico del automóvil.

En el interior al abrir las puertas se revela un espacio sorprendente si hablamos de una Ferrari, pero que destila un diseño al menos conflictivo, con formato de líneas continuas y combinación de tonos que redunda en un estilo por demás llamativo. Ferrari destaca a su vez la calidad general con la que fue concebido este nuevo producto, que además deberá satisfacer las necesidades de un público más familiar que lo que la marca tenía acostumbrado.

 

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

Deja una respuesta