Año tras año en Nürburgring, o simplemente el infierno verde, se lleva a cabo una carrera de larga duración de 24 horas con vehículos con destacada preparación. Para ello muchas marcas adaptan sus modelos para competir en esta prueba, siendo Mini este año la encargada de crear un John Cooper Works, identificado como «24h Nürburgring Race».
En este caso se trata de la 50° edición de esta competencia, que se llevará a cabo entre el 26 y el 29 de mayo próximos, en el circuito de 25,4 kilómetros de extensión. Ese trazado consta del circuito Grand Prix (el actualmente utilizado en diversas competencias internacionales) y el legendario Nordschleife, legendario de Nürburgring.
Para esta competencia se adaptó un Mini John Cooper Works de calle a las necesidades del reglamento técnico, junto a otras mejoras para optimizar su rendimiento en la complicada pista alemana.
Mini JCW 24h Nürburgring Race: al detalle
El motor es el turbo de 4 cilindros del Mini John Cooper Works Clubman o Countryman, con 306 caballos y un par máximo de 450 Nm, asociado a una caja de cambios Steptronic de 8 velocidades de producción en serie, aunque con un bloqueo de diferencial mecánico integrado con un efecto de hasta el 70%, que garantiza que el par motor entregue la potencia con la menor cantidad de pérdidas de adherencia en las curvas.
Otras modificaciones pasan por la instalación de una jaula de protección especialmente desarrollada para este modelo, mientras que el volumen del tanque de combustible se aumentó a 100 litros. Asimismo se realizaron intervenciones de gran alcance en la aerodinámica, incluido un alerón trasero ajustable, y elaborando un carenado específico sobre los laterales. Al mismo tiempo se incorporó un difusor trasero y un spoiler delantero específico.
El peso se redujo considerablemente, reemplazando los vidrios laterales por material plástico, e incorporando piezas de fibra de carbono. En materia de chasis se confeccionó una suspensión completamente ajustable y amortiguación de compresión, además de rotular todas las piezas móviles de la suspensión. También se trabajó en mejorar los frenos, con elementos M Performance, entre otros detalles.
Mini tiene un interesante historial en las carreras. Pat Moss hizo historia en el automovilismo en 1962, logrando la primera victoria internacional de rally para MINI en el Tulip Rally. Su victoria marcó el comienzo de la historia de éxito en el rally, algo que se convalidó tiempo despúes con 3 victorias generales en el Rally de Montecarlo: 1964 (Paddy Hopkirk), 1965 (Timo Mäkinen) y 1967 (Rauno Aaltonen).
Por ese motivo el Mini John Cooper Works «Made in Nürburg» rinde homenaje a la tradición de carreras de la marca en el esquema de color clásico de los coches de carreras de los años 60: rojo con el techo en blanco como detalle predominante.
