Citroën de Brasil difundió las primeras imágenes (no fotos reales, son “renders” todavía –muy buenos, por cierto-) de cómo será el interior sudamericano del Citroën C3 Picasso, en su versión aventurera bautizada AIRCROSS que llegará antes de fin de año.
Si bien se lo ve simpático, ha perdido la característica originalidad Citroën del tablero central y retrasado del C3 Picasso francés, optando por un clúster de 3 relojes superpuestos, muy a la onda de los Porsche 911. El de la derecha no muestra nada, pero no descartaría que allí estuvieran la compu de a bordo y demás testigos.
En la foto de arriba, el interior del nuevo AIRCROSS, abajo, detalle del DS3
Esta pieza no es una novedad en Citroën, pues es la copia casi fiel del cuadro de relojes del Citroën DS3, el pequeño premium francés que también veremos en Argentina en el 2011. Ídem con los comandos del climatizador automático, inspirados en el mismo modelo compacto. Los aireadores parecen ser los mismos del viejo C3 de primera generación, solo que con el bisel perimetral en color aluminio satinado y con tres bocas en el centro en vez de dos.
Arriba, la imagen del tableor del Aircross y abajo, el tablero original francés del C3 Picasso.
Con estas modificaciones de tablero se han seguramente logrado varios objetivos, fundamentalmente abaratar el costo de un panel como el del francés que debe ser más caro, debido al el triple panel digital central, el climatizador bizona, los aireadores específicos y el portaobjetos superior central, justo frente a las pantallitas centrales, entre otras cosas.
Por cierto me decepciona un poco, yo esperaba algo un poco más genuinamente Citroën y algo menos brasilero el interior. Me parece fabuloso que se incorpore una nueva carrocería a la oferta regional, ya que todos como consumidores ganamos con la incorporación de mas y mejor competencia en el mercado, pero me resulta extraño ver en un Citroën recursos de diseño formal tan literales y absurdos como esa rueda de auxilio colgada del portón trasero, y ahora esos tres relojitos indicadores sobre el centro de la plancha, tan característicos de una marca italiana con su propia línea de “aventureros urbanos”. Posiblemente la respuesta esté en que lo que Francia diseña, así debería quedar, sin interpretaciones intermedias.
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Con todo lo que el legado de Citroën representa en términos de diseño y técnica a lo largo de su historia -y esto para mi es una cualidad intrínseca de la marca- frente a quien me saco el sombrero por todas las innovaciones que nos ha dado, me llama la atención que se altere tanto el diseño original francés (que era brillante) en virtud de una amplia moda que parece no tener fin en la región. Hasta la modificación de la trompa, estuvieron bárbaros los brasileños. Hasta puedo decir que me gustó más que la original francesa. Luego, por el resto de las intervenciones interiores y posteriores, no sé, lo tengo que ver en vivo. La quinta rueda atrás, seguro, no me va a gustar.
