Tal y como había comenzado a especularse en las últimas semanas, la cuarta generación del Citroën C3 europeo no es más que una remodelación y mejora del conocido C3 regional y que comenzará a ser producido en Europa desde 2024, compartiendo plataforma con el desarrollado conjuntamente en Brasil e India, y que ya probamos en Motorweb (ver test). 

Inicialmente develado en su variante eléctrica, que se comercializará bajo la denominación e-C3, el nuevo producto remplazará al C3 de tercera generación, aunque con un tamaño mucho más compacto, y una calidad inferior. El objetivo es más que claro: posicionar a Citroën como una marca low cost también en Europa. 

Con ese parámetro, la marca impulsará la venta de autos eléctricos y económicos, pero también ofrecerá al mercado alternativas con motores de combustión. El director general de Citroën, Thierry Koskas, explicó en un comunicado: «Ofrecer vehículos accesibles siempre ha sido una parte importante del ADN de Citroën. Pero las expectativas de los clientes respecto a los vehículos del segmento B han cambiado, sobre todo con el aumento de la popularidad de los SUV».

La in-volución del Citroën C3 llegará a Europa 

La marca sostiene que en este nuevo producto brindará confort a sus ocupantes, no solo con un amplio espacio interior y una mayor altura de techo, sino también con la incorporación de amortiguadores similares a los que se ofrecen en el C5 Aircross, que garantizan que los ocupantes del vehículo disfruten de una sensación única de confort en ruta gracias al uso de topes hidráulicos progresivos.

 

Por primera vez en Europa, Citroën ha diseñado el nuevo Citroën e-C3 en torno a una plataforma concebida desde el principio para albergar una cadena cinemática totalmente eléctrica. La base del auto es una versión de la plataforma global Stellantis «Smart Car». Es similar a la que se emplea en el C3 regional, y que fuera economizada con respecto a la conocida, por ejemplo, en el Peugeot 208. 

La rentable plataforma, nativa de los BEV, utiliza un paquete de baterías de LFP (ferrofosfato de litio) de 44 kWh para ofrecer hasta 320 km de autonomía WLTP, y la capacidad de carga rápida de 100 kW de CC permite recargar del 20 al 80 por ciento de la capacidad en 26 minutos. Asimismo la marca planea lanzar una alternativa con 200 kilómetros de autonomía, que se ofrecerá en torno a los 20 mil euros, cuando el de mayor capacidad lo hará por poco más de 23 mil.

En cuanto a la estética y a la seguridad Citroën ha trabajado en diferenciar su modelo con detalles específicos. A simple vista muestra un diseño frontal y trasero específico, que le aporta una cierta cuota de deportividad. Al mismo tiempo, cuenta con llantas de 16 o 17 pulgadas, diferenciándose del modelo regional con una mejor postura. 

En cuanto a la seguridad se ha trabajado especialmente en varios aspectos con respecto al modelo conocido, principalmente en la dotación. En el viejo continente dispondrá de un paquete completo de ayudas a la conducción, mientras que además dispondrá de otros detalles, tales como freno de mano eléctrico, o luces LED, sin contar además con 6 airbags, elementos que no están disponibles en las variantes conocidas en nuestro mercado. 

La marca Citroën no está pasando por un buen momento en Europa: incluso en Francia, sus autos pierden rápidamente valor de reventa, y a pesar de contar con diseños llamativos, no está vista como una marca precisamente joven. Con este nuevo modelo, la marca buscará captar un nuevo tipo de clientes, quizás su primera movilidad, sacrificando una menor rentabilidad por unidad, pero contando con un mayor volumen, algo que en definitiva la diferenciará de su hermana Peugeot, que dispone de una gama más refinada, y un tipo de cliente más exigente. 

 

 

 

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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