Un nuevo sistema relacionado a la tecnología de los automóviles comienza a ser obligatorio en todos los autos homologados en Europa. Se trata del sistema ISA, o Asistente de Velocidad Inteligente, un sistema de velocidad controlada que será parte de los paquetes de ayudas a la conducción ofrecidos en los autos nuevos, y que básicamente limita la velocidad máxima de los autos en ruta o autopista.
Aunque esto no es tan drástico como parece. El sistema funciona en conjunto a los sensores, radares o cámaras que ofrecen los vehículos actuales en Europa, que dicho sea pasó allí ya son obligatorios y que en Argentina está comenzando a ser cada vez más común. En este caso el sistema ISA tiene la capacidad de leer la velocidad máxima permitida de la ruta en la que se transita, y de acuerdo a ello comenzará a operar.
Si se está superando la velocidad máxima del tramo, inicialmente su función es mostrar una alerta en el tablero del auto que nos informe de ello. De hacer caso omiso, el sistema comenzará a restringir potencia del motor, hasta llegar a la velocidad permitida.
ISA: ¿Cómo funciona el asistente de velocidad inteligente?
Ante esta situación existen algunos ejemplos, que están contemplados por este sistema. Por ejemplo si el conductor oprime el acelerador con mayor firmeza, indicando que se encuentra en una situación que necesita el extra de potencia (por ejemplo al estar superando a un vehículo más lento), el mismo liberará la potencia máxima para culminar la maniobra.
Esto durará solo algunos segundos, volviendo a alertar sobre el exceso de velocidad posteriormente. Sin embargo el Asistente de Velocidad Inteligente nunca hará funcionar los frenos del vehículo de manera autónoma, tal como sí hacen otras funciones, entre ellas el control de velocidad crucero adaptativo.
Otra particularidad del ISA es que en Europa deberá disponer de una tecla de desconexión, que podrá ser operada por el conductor en cualquier momento. Esto, aseguran, es una de las claves para que dicha función sea debidamente aceptada.
El objetivo del sistema ISA, de acuerdo a las autoridades europeas, es el de mejorar la seguridad vial, reducir emisiones contaminantes y ahorrar combustible, y también reducir la cantidad de multas por exceso de velocidad.