Con el paso del tiempo, los motores Turbo diésel han ido desapareciendo de muchos segmentos dentro del mercado local. Se mantienen obviamente en los vehículos comerciales, como así también en las pick-ups medianas, de tremendo éxito comercial en Argentina.

Sin embargo, se han prácticamente extinguido entre los autos compactos y medianos, aquellos que enlazan grandes volúmenes de ventas. De todas formas, subsisten en algunos modelos algo más exclusivos, por ejemplo, en los SUVs medianos, como el Jeep Compass Multijet, pero también en el Peugeot 3008 HDI, o hasta mismo en algunos productos coreanos.

De todas formas, resulta algo no demasiado común, es más, casi inexplicable, que lo monte un modelo fabricado en Brasil. Allí, este tipo de motorización estuvo vedada para uso particular y eran exclusivos para vehículos comerciales. Por algún motivo, el grupo FCA logró hace algunos años que en Brasil se apruebe el uso de esta mecánica en modelos de pasajeros, que fueron homologados como vehículos comerciales.

Jeep Compass Multijet: el defensor Diésel

Para Jeep el hecho de contar con esta mecánica turbo Diesel de origen Fiat le permite disponer de una variante con tracción 4×4, con alto torque, ideada inicialmente por el grupo para las versiones europeas. Con un consumo reducido, 170 caballos de fuerza y un gran empuje, esta mecánica obtiene un combo realmente interesante. 

 

El Multijet dos litros está unido a una transmisión automática de nueve velocidades, que tiene un funcionamiento acorde con este potente motor de dos litros. Las prestaciones así lo indican, y lo corroboran con un consumo que si bien no es bajísimo (la potencia casi siempre se paga con consumo) redunda en una interesante opción a la hora de buscar un equilibrio casi perfecto. 

El Compass es un SUV que durante los próximos meses será renovado en Argentina. Su oferta naftera estrenará el moderno motor 1.3 Firefly turbo, que con 185 caballos de fuerza, estará unido a una transmisión automática de seis velocidades. Y reemplazará al conocido 2.4 litros Tigershark de 174 CV que en la actualidad monta gran parte de la oferta. El Turbo diésel se mantendría sin cambios, y quedará reservado para las versiones 4×4, tal como sucede con el nuevo Commander (ver nota).

El Compass en Argentina

Si hablamos del Compass se ha vuelto una de las revelaciones del mercado local, y no gracias precisamente a las versiones equipadas con el motor de ciclo Diesel. La naftera es la que lleva la mejor parte, debido a su óptima relación precio-producto en las versiones Sport, más económicas.

Además, la fuerza de venta respaldada por una red de concesionarios fuerte, y un gran trabajo en la financiación, han convertido al Compass en líder del segmento. Eso sí, la llegada del Volkswagen Taos (ver test), producido en Argentina, plantea dudas a futuro. 

Parece una utopía, pero hablar de tracción 4×4 en estos segmentos no es tan común. El Compass Multijet entrega en este caso el Jeep Selec Terrain, que le brinda al conductor la posibilidad de gestionar en forma independiente el modo de tracción, o bien elegir entre 4 programas diferentes de tracción (Auto, Snow, Sand y Mud).

Además, cuenta con el modo tradicional “4WD Lock”, que adopta el control electrónico de descenso en pendiente (Hill Descent Control), y una nueva función “4WD Low”, ideal para trepar obstáculos o encarar situaciones de remolque. El paragolpes frontal tiene un diseño diferente al de los Compass Limited nafteros, ofreciendo un mayor ángulo de ataque (28°). 

En marcha

Compartiendo plataforma con el Renegade, el Compass presenta soluciones mucho más apropiadas para una familia, junto a un diseño exterior que luce algo más convencional. Ofrece un volumen delantero elevado, una línea de cintura alta, la clásica parrilla de siete barras y los marcados guardabarros combinados con fenders en tono negro. Es claramente un Jeep, con proporciones lógicas para un uso citadino. 

Además, proporciona un andar muy relajado, con suspensiones que obtienen un óptimo confort de marcha a pesar del bajísimo perfil de los neumáticos, de diecinueve pulgadas. En ruta no desentonan en ningún momento. Claro que si lo que se busca es atravesar caminos en mal estado con mayor frecuencia, la versión indicada será la Trailhawk, con mayores protecciones y estética fuera de camino, aunque con dotación semejante y mecánica idéntica (ver lanzamiento).  

Por dentro

En el interior, la calidad percibida se posiciona como un punto a favor, aunque el diseño en general de sus componentes ya comienza a pedir un cambio. Eso lo tendrá próximamente, por lo que no nos detendremos demasiado en estos detalles.

El nivel de equipamiento disponible es muy bueno. Por ejemplo, dispone de butacas delanteras con reglajes eléctricos, tablero digital multifunción de 7¨, climatizador automático Bi-zona, central multimedia Uconnect con pantalla táctil de 8,4” con conectividad bluetooth USB y Apple Carplay/Android Auto. También, sistema de estacionamiento semiautomático “Park assist” y techo solar panorámico doble, como algunos de sus más destacados atributos.

En seguridad, brinda alerta de tráfico cruzado y detector de punto ciego, sistema de luces bajas automáticas, control crucero adaptativo con función Stop & Go, asistente de frenado pre-colisión y el alerta de cambio involuntario de carril.

Como vimos, el Compass es un vehículo muy apropiado para nuestros caminos, y esta variante Multijet es una de las más interesantes al día de hoy, debido a que será la que menos variará al momento del lanzamiento de la nueva gama 2022. Su precio de lista, alcanzado por el impuesto al lujo es de $ 6.232.900. Si bien no deja de ser elevado, está en línea con lo cuesta su principal rival aunque también bajo el ala de Stellantis, el Peugeot 3008 HDI GT-Line que tiene un precio $ 6.037.000.

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Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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