Días atrás llegó a nuestro país, cerrado en un container, un Mercedes AMG SL65 “Black Series”. Para quienes no han oído hablar de esta autentica BESTIA, posee un motor V12 Biturbo de 670cv, con 6 litros de cilindrada que eroga terribles 1000 NM de torque desde las 2200rpm.
El modelo pertenece a la serie especial de AMG denominada “BLACK SERIES”, que son versiones AMG aun más exclusivas y más radicales, tanto en su comportamiento dinámico, como en su aspecto y características técnicas. En el caso de este SL65, se alivianó la construcción del auto con la incorporación de una variedad de materiales livianos de alta resistencia, como ser la fibra de carbono compuesto (CFRP), que le bajan el peso unos 250kg respecto al SL65 AMG “común”. Se ensancharon los pasos de rueda (y guardabarros, obviamente) casi 10 centímetros adelante y atrás.
Entre las reducciones de peso decisivas, se eliminó el techo retráctil típico de los SL, dejando un techo fijo, más bajo que en las demás versiones y que incluye, escondido de la vista, una jaula antivuelco. Por el lado del motor, se trabajó en la admisión y el escape, haciéndolos de mayor flujo, y reduciendo la retro-presión que se genera en los autos turbo en esa parte. Hablando de turbos, estos también fueron cambiados y ahora son un 12% más grandes que en otros SL AMG. El intercooler es un 30% más eficiente también.

Para controlar semejante poder, el SL65 Black Series tiene un sistema de control de tracción y estabilidad de 3 modos, que además de los clásicos “ON” y “OFF”, tiene un modo SPORT ideado para poder darle un uso más comprometido al auto sin exponerse tanto al modo desconectado.

Las suspensiones son regulables y es un no de los puntos más trabajados por AMG en este Black Series. De hecho, en fases de pruebas, se giraron cerca de 15.000km dentro del Nürburgring para testear y poner a punto el conjunto.
Las impresionantes ruedas del SL65 Black Series llevan llantas de 19 pulgadas adelante y de 20 atrás, calzando neumáticos específicos Dunlop Sport Maxx GT en medidas 265/35 y 325/30 respectivamente adelante y atrás.

Adentro, además del techo fijo que cambia un poco la fisionomía del cásico (ex) cabriolet de Stuttgart, las butacas son tipo bacquet, es decir con armazón rígido como se usa en el mundo de las competencias. Ya no hay necesidad de las butacas con cinturones de seguridad incorporados y demás sistemas que se necesitan con la versión SL convertible, ahora dotada de este techo fijo de carbono que incorpora la jaula antivuelco mencioanda. El interior es en combinación de cuero y Alcántara en negro, apliques de fibra de carbono, y algunos logos de AMG que “demarcan” el ambiente.

El auto de afuera es impresionante realmente. Recuerdo cuando lo vi por primera vez hace unos meses atrás en Nueva York y quedé pasmado. Es muy imponente y realmente trasmite un “no te metas conmigo” contundente, que obviamente se refleja en las prestaciones. En el interior, no obstante, sigue siendo un confortable Mercedes, con todo lo necesario para rodar con tranquilidad por la urbe, si las calles lo permiten claro, porque con rodados de perfil 30 y 35 debe ser un poco áspera la experiencia.

Con todas esta descripción se preguntarán cuales son las prestaciones de semejante juguete : hace de 0 a 100 km/h en solo 3.8 segundos, 0 a 200 en 11 segundos, y tiene una velocidad máxima (auto-limitada) de 320 km/h.

El precio local de este Mercedes AMG no se conoce, pero sabiendo que en Estados Unidos (donde se consigue más barato que en origen, porque en Alemania sale 327.000 Euros) sale algo de 320.000 dólares, bien aquí podríamos hablar de 700.000 de esa moneda.

Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

Deja una respuesta