Estuvimos en Chile y pudimos dar una mirada a los autos que allí se venden. En una serie de notas que iré publicando tendrán mis impresiones sobre marcas y modelos disponibles en nuestro país vecino. Inauguramos la serie con la marca CHERY.
Chery es una de las automotrices chinas más famosas en Occidente. Empezaron hace 13 años como empresa estatal china y solo hace 11 fabricaron su primer vehículo. La empresa terminó el año 2000 con menos de 2000 unidades fabricadas. Para el 2005 Chery ya superaba las 100.000 unidades al año y en el 2008 pasó las 300.000. Es la primera empresa en el ranking de exportaciones de autos de China. Hace unos pocos años, establecieron una fábrica para la fabricación y ensamblado del Chery Tiggo, un SUV compacto inspirado en el Toyota RAV4 de segunda generación, en Uruguay, de la mano de SOCMA, quienes en décadas pasadas estuvieron dedicados a la fabricación e importación de modelos FIAT y Peugeot en Argentina. Chery es una marca que vende bastante bien en Chile y tiene un portfolio de 7 carrocerías diferentes en ese país. Aquí en Argentina, por ahora solo vende el Tiggo en versión 2.0 y solo con tracción 4×2.
Hecha la breve introducción de qué es Chery, vamos a dar un paseo por lo que vende en Chile y que impresiones me dejaron esos productos, algunos de próximo interés para el público argentino.
Lo más relevante como novedad debería ser el Chery Face, un hatch de 3.70 metros de largo y 5 puertas que llegará a la Argentina en breve. El auto se presenta simpático, jovial, con un fuerte aspecto de auto urbano que hace acordar a citadinos monovolumen orientales como el Hyundai i10, el Kia Picanto, el Chevrolet Spark/Daewoo Matiz (que tienen su alter-ego en el Chery QQ, un poco más chico que este Face). También podría vincularse con el Fiat Idea o el Honda Fit de primera generación, pero ya es tirar demasiado de la cuerda porque estos últimos ya son un poco más grandes y más anchos sobretodo.
Exteriormente se lo ve muy bien, con diseño moderno y con buenas proporciones, no hay nada fuera de lugar. A mí no me pareció “bellísimo”, pero si muy correcto.
Adentro es donde me sorprendió bastante por dos cuestiones contrastantes: las intenciones muy marcadas de diseño y el equipamiento. Ambos aspectos son de lo mejor de su segmento, se ve que la marca quiere mejorar y estar en primera línea. Las terminaciones es donde tal vez haya que hacer un poco mas de hincapié a futuro. Ojo, no es que sea un desastre, al contrario, está correcto para su precio (ver más adelante). Podríamos decir, para tener referencias, que está a la altura de un Suzuki Fun o de un Ford “Novo” Ka, ambos de factura brasileña. No es tan cuidada la construcción como en un Hyundai i10 o un Kia Picanto.
Pero lo que decía que me sorprendió es lo voluntarioso de la presentación. El autito tiene de todo, desde doble airbag, frenos con ABS y EBD (repartidor de la presión en el frenado de emergencia), aire acondicionado, 4 levanta cristales, cierre centralizado con alarma y comando a distancia (que cierra los 4 vidrios también desde la llave), 4 cinturones inerciales, medidor de consumo instantáneo, regulación interna de altura de luces bajas, asiento trasero rebatible en 1/3 y 2/3, sensores de estacionamiento traseros, volante regulable en altura, aire acondicionado, espejos de regulación eléctrica, reóstato de iluminación del tablero….y por supuesto, incluye las dos perlitas fundamentales que aman destacar los brasileños en sus autos : llantas de aleación y reproductor de CDs con mp3 y entrada USB. Lo que se dice un autito equipadísimo!
El motor es un ACTECO (la marca de motores del Grupo Chery) de 1300cm3 y 83cv, con 16 válvulas, inyección multipunto y doble árbol de levas a la cabeza. Ofrece un par motor de 114 Nm a partir de las 3800rpm, que ya cumple con las normas antipolución Euro 4. La única caja disponible es manual de 5 velocidades. Los neumáticos son en medida 175 con perfil 60 y las llantas son de aleación de 14 pulgadas.
Insisto, la calidad es la de un utilitario de acceso a la gama, pero el esfuerzo de ponerle todo este equipo por menos de 10.000 dólares al público, es para ponerse a pensar si cuando uno compra algo básico, Mercosur, de marca centenaria está haciendo una buena elección. Tal vez la diferencia con una automotriz más antigua de occidente o de Japón/Corea sea justamente en base a una relación precio producto imbatible. Lo cierto es que si llega a Argentina con esta configuración y a un precio muy competitivo, más de una marca tradicional tendrá que ponerse a afilar el lápiz con sus precios y equipamientos, que hoy, en el segmento B no son los mejores.
En cuanto al diseño interior, el Face es agradable a la vista y no le encontré ubicaciones bizarras de comandos. Todo simple e intuitivo. Pero no me gustó la extraña forma de la palanca del freno de mano, que es como una tapa rectangular de la cual se tira para activar el freno. La idea no es mala, porque cuando está cerrada (o el freno de mano desactivado) queda mucho mas prolijo a la vista que la típica palanca metálica. El tema es que estas “innovaciones”, mas aun si son para tocar y manosear como un freno de mano, deben contar con una calidad impecable o si no el efecto es el contrario al buscado : “una cosa rara que funciona mal”.
Muy interesante el diseño de las contrapuertas, tanto delanteras como traseras, que llevan una guarda color aluminio mate que las recorre a ambas, pasando el motivo por sobre la cara interna del pilar B, justo debajo del cinturón de seguridad delantero. Esa misma guarda conforma e integra los tiradores para abrir las puertas y da marco al “parche” de tapizado igual que en del centro de cada asiento. Un buen detalle de diseño que aporta a la ambientación interior. Celebro que las contrapuertas no sean de puro plástico duro.
Del tapizado lo que no me gustó fue la calidad de las costuras, un poco torcidas, aunque tal vez haya sido una cuestión de la unidad que examiné. También hay algunos tornillos a la vista en la consola central que bien podrían tener una tapita embellecedora y no quedar expuestos, restándole terminación al conjunto.
La posición de manejo es común a todos estos autos citadinos, algo elevada, como erguida, que no molesta en absoluto, aunque claro, no sé si lo eligiría para un viaje de 1000 kilómetros. Ayuda mucho la regulación en altura del volante. Atrás, poniendo la butaca del conductor como para alguien de 1.75m de altura, yo quedaba algo justito de piernas. Nuevamente, nada serio en ciudad, pero complicado al viajar lejos. La inclinación del respaldo trasera es buena, cosa que a veces estos autos chicos no ofrecen, obligando a viajar demasiado erguido.
En resumen, el Face es un pequeño auto urbano más que equipado, motorizado dignamente y con un buen diseño, actual y simpático. Tiene un equipamiento de seguridad excelente para su segmento, y está rodeado de “buenas intenciones”. Veremos cuando el modelo llegue a nuestro país, como estará conformada y posicionada la gama y cómo anda realmente. Como toda marca nueva y casi sin historia propia sobre la cual apoyarse, deberán hacerse camino en base a buen precio, gran equipamiento y confiabilidad general.
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