Desde hace ya varios años Renault Sport está presente en Argentina de manera constante. La división deportiva de la marca, que inicialmente debutó con los Clio II hace dos décadas atrás, con el tiempo fue actualizando su oferta, con modelos claves, como el Megane III RS como máximo exponente. Sin embargo, el Sandero RS fue el primer, y único, desarrollo de la división global efectuado pura y exclusivamente para la región. A nuestro entender, es un auto casi de culto, y aquí en esta prueba explicamos el por qué. 

Los autos que se precian de deportivos en nuestras latitudes, en la mayoría de los casos, no lo terminan siendo. Es que generalmente se pone más énfasis en la estética que en la parte mecánica. Así se comercializan vehículos deportivos desde la vista, pero poco pasionales a la hora de acelerarlos. Ante ellos, el Sandero RS fue concebido bajo un concepto diferente. 

Para ser un verdadero deportivo, Renault Sport metió mano, o ingeniería mejor dicho, en materia de suspensiones. Endureció los resortes delanteros, y mucho más los traseros, para convertir a un noble y rutinario Sandero, en un auto que prácticamente no role en las curvas cerradas. Esa característica le da un paso por curva ejemplar: es seguro y va por donde el conductor quiere. 

Los neumáticos de perfil 45, calzados sobre llantas de diecisiete pulgadas, colaboran en la sensación de control y dinámica. Eso lo convierte en el auto actual ideal para divertirse dentro de un autódromo, considerando su precio accesible, en los hoy por hoy afamados track days. En la pista, el RS va a gusto, pero ahora luce una estética renovada.

Por fuera

La línea 2020 del Sandero se presentó hace más de un año, sin embargo, el RS tardó unos meses más en llegar. En plena pandemia, el picante producido en Brasil volvió al mercado, renovación mediante. A diferencia del resto de los Sandero, incluso de producción local, el RS no cambió las ópticas delanteras. Tampoco el paragolpes. Es que el frente específico de esta variante obligaba a efectuar un nuevo trabajo aerodinámico: no se justificaba (ver prueba de la versión anterior). 

Lateralmente, sí se notan los cambios, aunque son meramente cosméticos. Hay nuevas llantas, con diseño más jugado y terminación pulida, algo que eleva la percepción de calidad. También tienen grabado el logo de Renault Sport. A su vez, los calcos laterales presentan un tamaño mucho menos intimidante; más sutil, aunque con la inscripción de la división deportiva de la marca francesa, que incluso lleva una bandera de aquel país en el extremo de cada vinilo. 

Donde sí hubo cambios fue en la definición trasera, con las nuevas ópticas que invaden la quinta puerta e incorporan tecnología LED para las luces de posición. En general lucen bien, y terminan por otorgar un estilo más sofisticado, a un diseño original que ya lleva varios años de existencia: precisamente, casi ocho en nuestra región.

En el remate posterior resalta la doble salida de escape y el alerón en color negro. También se agregan los faldones traseros y laterales. El delantero está integrado al diseño del paragolpes, que es contrastado con apliques de color grafito. Eso sí, es innegable que el paso del tiempo hace mella en el Sandero, y descubre su origen low cost: desde las anticuadas manijas de puertas exteriores, pasando por la antena o mismo algunos detalles (como las bisagras del capot a la vista) lo delatan.

Por dentro

Puertas adentro la calidad percibida también recuerda que estamos ante un auto simple, de precio accesible. Aunque demás está decir que la deportividad se expresa principalmente en las butacas delanteras, con tapizado combinando tela con material afelpado en tono gris. La sujeción lateral es óptima, como así también el formato de los asientos. Es otro de los puntos en el que el Sandero se luce, aunque quizás la operatoria tanto para subir, como bajar del auto, se vea un poco comprometida por su diseño.

La posición de manejo no es de lo más deportivo, y dista de una nota perfecta. Es que el volante solo regula en altura y su posición está un poco inclinada. La butaca podría incluso bajar un tanto más, mientras que la pedalera no es demasiado profunda. A pesar de ello, se puede considerar como acorde para un automóvil del segmento B.

Conservando las aptitudes de la plataforma de origen, las plazas traseras son generosas, más para una familia tipo. Lo que sí el diseño del banco posterior luce tremendamente espartano, pudiendo rebatirse de manera completa, pero no parcialmente. En la nueva serie incorporó quinto cinturón inercial y apoyacabezas, que se agregan a los anclajes ISOFIX. La capacidad de baúl de 320 litros es otra de las características positivas a la hora de analizarlo como un automóvil de uso diario. 

Su mecánica

El motor de este Renault es un archiconocido dentro de la marca, al cual se le aproxima la extinción. Se trata del dos litros F4R que supo equipar a las dos primeras generaciones del Megane, desde 2003, hasta 2011. Actualmente se continúa utilizando Duster y Captur, pero pronto podría salir del catálogo (ver nota). ¿Qué pasará con el Sandero RS? Aún es pronto para saberlo. 

El dos litros rinde 145 caballos de fuerza, la misma potencia que entrega en el resto de los modelos. Sin embargo, desde Renault aseguran que se trabajó para mejorar su entrega especialmente para este RS. Pero claro que un motor que rinde tal potencia, con una relación final y caja bastante cortos, hacen que se desenvuelva diferente a cualquier auto convencional. Es muy ágil en el tránsito, principalmente en ruta, y además la caída en vuelta entre cambio y cambio es notablemente escasa. 

Esto permite que el manejo en circuito sea muy agradable, porque el motor siempre queda «bien parado», con energía o torque disponible. Lo malo es que en ruta la relación es un tanto corta, incluso contando con una sexta marcha, no tan arrimada a la quinta. El consumo a velocidades legales, sin embargo, no preocupa, llegando a 12 km/l a 120 km/h. 

En cuanto a las prestaciones, acelera de cero a cien km/h en 8,5 segundos, con excelentes cifras de recuperaciones. Además la velocidad máxima supera, por escaso margen, los 200 kilómetros por hora reales. En lo que respecta a la selectora se muestra rápida, con conexiones seguras, pero no tan precisa debido probablemente a un largo del vástago algo exagerado para un deportivo. En la ciudad se mueve bien, principalmente por los cambios cortos, aunque el consumo allí se eleva de manera considerable. 

La dinámica es otro de los secretos del Sandero RS. Sin alteraciones con respecto a la serie previa, su rolido es escaso, y se percibe como un auto firme, y siempre bien plantado, algo completamente diferente a las versiones convencionales. Con cierta firmeza, el mullido y recorrido de las suspensiones se manifiesta acorde, lo que no lo convierte en un auto tan incómodo para usar a diario. De todas formas, su firmeza se siente, principalmente en cortes de asfalto, o mismo al subir o bajar un cordón. 

Si hablamos de los frenos cuenta con un tacto muy bueno, que se benefician con los discos traseros. Entre suspensiones, frenos, motor y transmisión, el Renault Sandero RS entrega una lograda sensación de deportividad, que se intensifica desde su estética exterior. La dirección es muy precisa, algo en lo que ayuda el apoyo del tren delantero, y además con una dureza justa al elevar la velocidad. Lo malo es que en la ciudad resulta también pesada. 

Colabora a la hora de una conducción deportiva la posibilidad de desconectar el ESP. En realidad, presionando brevemente la tecla RS (ubicada en la consola central) se activa el modo Sport, que altera algunos parámetros principales, entre ellos, el recorrido del pedal del acelerador. También intensifica el sonido del escape. De todas formas, el ESP recién se desactiva si presionamos esta tecla durante tres segundos. A partir de allí, las ayudas electrónicas desaparecen: ideal para conducir en circuito.

Fiel a un Sandero, el RS mantiene un equipamiento sin grandes lujos. Tiene un digno sistema multimedia con conexión Android Auto y Apple Carplay, aire acondicionado con función automática, limitador y control de velocidad crucero, pack eléctrico y no mucho más.

Si nos centramos en su valor de lista, se comercializa a un precio de lista de $ 1.954.200. Se trata del único deportivo, con dotes reales, que se ofrece por un valor semejante dentro del mercado. Sin embargo, la falta de stock de autos provenientes desde Brasil está haciendo difícil encontrar ejemplares a inicios de abril de 2021, al menos al precio publicado.

Nos encantó del Renault Sandero RS 2021

Su respuesta dinámica

La estética mejorada

El manejo en circuito

Su amplitud interior

No le perdonamos al Sandero RS 2021

Sus asperezas en la ciudad

Una calidad interior algo básica

La dirección pesada en la ciudad

La rueda de auxilio de diferente medida

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Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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