Durante la presentación de la nueva Pickup Fiat Toro en El Calafate, tuvimos oportunidad de manejarla por mas de 400 kilómetros en distintas condiciones. Ya te habíamos contado todo sobre la gama y los precios de la nueva pickup Fiat, y ahora te contamos que nos pareció en un breve primer contacto en suelo patagónico. Con fotos de Martín Lübel.
Sin dudas el lanzamiento de Toro marca un antes y un después en la marca Fiat en nuestro país. Podríamos decir que es la primera vez de muchas cosas para la marca italiana en Argentina y esto conlleva muchos desafíos. Es la primera vez que ofrecerán una camioneta que carga 1.000 kilos, es la primera vez que venden un vehículo de este porte, es la primera vez que venden una 4×4, es la primera que tiene una caja automática de 9 marchas. En pocas palabras, se trata de un exponente claro de la nueva era de la marca, bajo el nombre FCA. Es el primer producto que lanzan en nuestro mercado desarrollado íntegramente en la región, compartiendo la plataforma con el recientemente lanzado Jeep Renegade. Ambos se fabrican en la flamante planta brasileña de Pernambuco, que próximamente también fabricará un tercer modelo.
El antes y el después también tiene su punto de inflexión en el diseño, ya que la Fiat Toro inaugura un lenguaje de diseño osado y definitivamente muy personal. Habrá quienes la amen a primera vista y a quienes esa trompa de faros tan particulares les resulte chocante. Lo cierto es que exteriormente la Toro se muestra atlética y muy moderna, inspirando ideas de dinamismo y fortaleza a la vez. Su tamaño a mitad camino entre una pickup chica (como puede ser la Strada de Fiat) y una “midsize” (como se suele llamar en Estados Unidos a la categoría en las que entrarían Hilux/Ranger/S10/Amarok, etc,) es ideal para quienes prefieren un tamaño mas compacto sin renunciar a los 1000 kilos de carga, a la tracción 4×4 o al motor turbodiésel de alto torque. Por supuesto que hay versiones de caja manual y con tracción simple, pero en este primer Contacto, manejamos la variante mas completa y cara, llamada Volcano, equipada con caja automática de 9 marchas y tracción en las cuatro ruedas.
El interior de la Toro nos sorprende con un agradable diseño y materiales y terminaciones muy por encima de lo que podemos conocer en otros vehículos comerciales o de trabajo de la marca italiana en esta parte del mundo. El hecho de haberse fusionado con Jeep, le otorgó a la Fiat Toro una trepada en calidad muy perceptible ya desde su desarrollo. De hecho, Renegade y Toro compartes hasta un 20% de elementos de equipamiento interno. Y hablando de equipamiento, es muy completo de serie en esta versión Volcano, que además se puede enriquecer con el pack adicional “Premium”, que suma mas airbags (completando 7 bolsas de aire), tapizados en cuero y butaca del conductor regulable eléctricamente a la ya profusa lista de ítems. Vemos muchas similaridades con Renegade, como el tablero con un gran display digital a colores entre relojes (que es monocromático en las versiones Freedom), la pantalla central del Uconnect y hasta al distribución de la plancha, con su agarradera frente al pasajero delantero, o detalles como el pomo de la selectora.
El habitáculo es cómodo, y está bien para su nuevo segmento. Es mas chico obviamente que cualquier chata “midsize”, pero será suficiente para cuatro adultos de estatura promedio. Digamos que es como un auto mediano del segmento C, donde queriendo tambien entra un quinto pasajero, aunque mas no sea para trayectos cortos. Ponemos en marcha y el suave traqueteo del turbodiésel Multijet de 170 caballos se hace presente, aunque bien aislado. La caja automática es de pasajes rapidos y suaves, y suma levas al volante que funcionan sin demora alguna, para poder divertirse al comando de la Toro. Nos pareció muy interesante la cantidad de informacion disponible para el conductor en el gran display entre los relojes, item compartido son su prima, la Renegade.
Respecto a su andar, por ripio y rutas, la nueva Fiat Toro 4×4 se mostró serena y solida, demostrando un buen trabajo no solo en las suspensiones, si no también en las aislaciones. El eje trasero con suspensión independiente multilink, además de la carrocería monocasco de una pieza (recordar que en las pickups mas grandes, el chassis es indepndiente de la carrocería y de la caja de carga), aportó una excelnte tenida en ruta a altas velocidades, asi como un buen desempeño cuando se la probó en la ista de obstaculos que había armado Fiat. Buen trabajo de burletería y buenos encastres de piezas interiores. Para tomar nota, es la limitada vision hacia atras, dado lo pequeño de la luneta, fruto evidente de la silueta del vehiculo.
La caja de carga con su portón de apertura lateral bipartida es todo un desarrollo muy particular. Inicialmente nos parece una buena solución, con ciertas dotes extra de practicidad, pero habrá que ver si con el año, el castigo y el uso intensivo no genera un punto extra de crujidos y torsion, al perderse el trabesaño virtual de una pieza que genera un porton unico que hace de cierre de la boca de carga
Resta por hacer una prueba completa, con más tiempo, más situaciones de uso y analisis más detallado. Pero mientras esperamos nuestra unidad de test, vayan estas primeras reflexiones como un adelanto sobre un producto que sin dudas se las trae. Y que seguramente pondrá en apuros a más de un competidor de raza en segmentos superiores.
Podés leer mas sobre el lanzamiento de la Fiat Toro en Argentina EN ESTA NOTA.
