Luego de la presentación estática de la nueva Toyota Hilux, fue el turno de manejarla para tener unas primeras impresiones, tanto en asfalto como en condiciones mucho más severas fuera del camino. Resumen de una intensa jornada a bordo de versiones Doble Cabina 2.8 TDI 4×4, manual y automática, en versiones SRV y SRX. Con galería de fotos exclusivas por Martín Lübel (fotos aéreas de Toyota Prensa).
Ya te contamos sobre el nuevo producto de Toyota en esta nota, y ahora nos subimos para recorrer tres circuitos especialmente diseñados para desafiar todas las bondades de la Nueva Hilux. Poco había para decir en contra de la Hilux anterior, y seguramente lo que más reclamaba el cliente era mayor confort de marcha, más silencio en el habitáculo, nuevas cajas de velocidades más modernas y con más relaciones. Toyota se focalizó en estos aspectos y nos entrega una Hilux más moderna, eficiente, agradable de conducir y mucho más cómoda en todo uso.
Además, suma mucho en seguridad activa y pasiva, maniobrabilidad, tiene mejor radio de giro y mejores suspensiones. Cuando uno escucha previamente todos los atributos de esta nueva pickup, las expectativas se disparan para arriba. Lo habrán logrado? Veamos: la manejamos en caminos serpenteantes de tierra y barro y pudimos darnos cuenta de un aplomo remarcable circulando con la tracción doble conectada (alta). Toyota armó tres circuitos diferentes para que los periodistas pudiéramos experimentar lo mejor de cada rubro: velocidad y estabilidad en tierra, barro y ripio, trepadas y cruces de eje, con sorteo de terrenos complicados, y un tramos con ruta asfaltada.
La Hilux 4×4 perdió con esta generación la clásica palanca mecánica para seleccionar los modos de tracción, pasando a un comando giratorio eléctrico que no solo permite hacer la operación de modo más dócil, sino que también libera bastante el espacio del túnel central, que ahora es más elevado y tiene una selectora de cambios más parecida a la de un auto. Los más puristas protestarán por la pérdida de la segunda palanca, pero todo evoluciona y esta Hilux adopta el mismo sistema que sus hermanas mayores, mas mas caras y japonesas Prado y Land Cruiser. Las suspensiones filtran muy bien las abruptas irregularidades del piso, sin perder tracción en ningún momento y demuestran que se ha trabajado mucho en su evolución.
La «pisamos fuerte» entre curvas en una primera etapa trabada, focalizada en tierra, barro y ripio, y ya se nos va dibujando la primera sonrisa. Este tramo lo realizamos con una doble cabina, con el nuevo motor diésel 2.8 TDI de 177cv y caja manual de sexta. Ágil y de buena respuesta, el «1GD» de Toyota se muestra como un motor elástico que despliega su máximo torque a las 1.400 rpm. Aún con 200 cm3 menos que el motor Toyota 1KD de la generación anterior, Toyota asegura que este nuevo motor consume hasta 10% menos, además de ofrecer 6 cv más (177Cv a 3.400 rpm), 2% más torque en transmisiones manuales (420Nm entre 1.400 y 2.600 rpm) y 31% más en transmisiones automáticas (450Nm entre 1.600 y 2.400 rpm).
Nos sorprenden gratamente las suspensiones, que nos aíslan muy bien de lo que está pasando bajo las ruedas, pero sin llegar a ocultarnos por completo lo que está sucediendo. Sorprende el eje trasero, de excelente desempeño con la caja vacía, sin rebotes ni zapateos sobre terreno irregular. Incluso transitamos por el lecho pedregoso y deslizante de un río seco a cierta velocidad y su comportamiento nos pareció muy mejorado respecto a la anterior. Luego de esto, llega la etapa más dura de la prueba y nos preparamos para trepar un pequeño cerro con caminos especialmente «diseñados» por los ingenieros japoneses de Toyota, para que la Hilux se luzca en condiciones bien extremas y difíciles.
Aquí es donde pasamos al modo 4×4 LOW (baja) y nos aprontamos a trepar, con una doble cabina SRX con la nueva caja de velocidades automática secuencial de 6 marchas. El cruce de ejes aparece como una exigencia recurrente y las nuevas suspensiones de la Hilux se lucen, mostrando mayores recorridos. La trasera por ejemplo, sumó 5 centímetros más de recorrido, llegando hasta los 52 cm totales de expansión. Cruzada al máximo, la Hilux no mostró ni un crujido de carrocería, en parte también gracias a al aumento de sección de sus largueros de chasis. Las partes bajas de la camioneta fueron reforzadas y ahora cuenta con una nueva protección de cárter y tren delantero, más amplia.
La Hilux 4×4 estrena tambien el sistema de control de descensos de pendientes, que se activa mediante una tecla en la consola central, junto a la del bloqueo de diferencial y el control de estabilidad. Realmente manejar la nueva Hilux en situaciones comprometidas de terreno se ha vuelto mucho más fácil y cómodo, brindando una sensación elevada de poder salir de situaciones bien escarpadas.
Las versiones SRX y SRV con transmisión manual cuentan con el nuevo sistema «iMT» o Transmisión Manual Inteligente. Al presionar el botón iMT en la consola central, un indicador aparecerá en el display de información múltiple indicando que el sistema se encuentra activo. El sistema funciona detectando los cambios de marcha (cuando el embrague es presionado y cuando el cambio es seleccionado) y ajusta automáticamente las revoluciones del motor, brindando un suave y confortable paso de marchas. Es un buen artilugio, pero incomoda que uno lo tenga que «prender» cada vez que se pone en marcha la camioneta.
Además, se puede optar por los modos de conducción ECO y POWER en las versiones SR, SRV y SRX, mediante botones al lado de la selectora de cambios. El ECO Mode, suaviza la aceleración cambiando el patrón del acelerador y optimiza el sistema de aire acondicionado brindando una aceleración más suave, haciendo los cambios a menos vueltas de motor, y mejorando el consumo de combustible. En POWER Mode, la ECU del motor cambia el patrón de aceleración en función del ángulo de posición del pedal acelerador. Este modo de conducción puede ser utilizado idealmente en situaciones donde el usuario transite por pendientes inclinadas o con mucha carga.
También tuvimos oportunidad de manejar una SRX 4×4 AT en un trayecto rutero, y aquí tambien notamos grandes mejoras. Ahora la Toyota Hilux se comporta mucho mas suavemente, acercándose cada vez mas a la sensación de viajar en auto. No solo por la mejorada insonorización, que permite conversaciones en tono normal de voz (al menos hasta los 110 km/h que fue el límite legal de la prueba), si no tambien por las mejoradas butacas delanteras y tambien traseras.
Las butacas delanteras tienen nueva forma y mejores materiales con dos tipos de compuestos en el respaldo a la altura de las riñoneras. El asiento trasero ahora tiene un respaldo un poco más inclinado, mejorando la postura en caso de largos viajes. Excelente nivel de seguridad, con 5 cinturones de 3 puntos inerciales y 5 apoyacabezas regulables. Todos los pasajeros, cuidados del mismo modo.
La caja de sexta responde bien al llamado del acelerador y es notable en rutas como cambia la gestión del paso de marchas si elegimos circular en modo ECO o en modo POWER. En uso normal, el modo ECO es el más recomendable, para no estirar innecesariamente las vueltas de motor en cada marcha y consumir menos gasoil. La postura de manejo es muy buena y ahora da más la sensación de estar manejando cómodamente una Corolla más que una 4×4 que se banca un uso tan duro. Volante mas vertical que antes, regulable en profundidad y altura, al igual que la butaca, hacen que encontrar la posición ideal sea facilisimo.
Aún debemos hacer una prube completa de la nueva Hilux. Esto fue solo un contacto de una jornada -aunque muy intensa- que sin dudas sirvió para darnos cuenta y transmitirles lo que representa esta nueva generacion: mejoras en todo aspecto sin perder la esencia. Manteniendo su espíritu de pickup, su resistencia, dureza y capacidad de trabajo infatigable, parecería que la Nueva Hilux será un paso demoledor demoledor para sus competidoras. Lo que le faltaba a la Hilux, se desarrolló nuevo. Lo que tenía como virtudes, aparentemente quedó intacto. Sólo queda ahora el uso intenso de los clientes confirme -o no- si todo lo que sentimos en este primer contacto es realmente sostenible en el tiempo. Casi diez años como el número uno con la Hilux anterior son una meta alta, pero todo indica que se sigue por el mismo camino del éxito.
