Prueba: Volkswagen Amarok 2.0 TDI "Dark Label" (AT)

Las ediciones limitadas o series especiales son un claro recurso de la industria automotriz para darle «movimiento» a una gama de modelos ya instalados. Generalmente suceden a mediados de la vida comercial del vehículo y en el caso de la pick-up Amarok, llega en un muy buen momento comercial de la primera «chata» de la historia de VW. La Dark Label, con motor 2.0 TDI de 180cv, tracción integral 4motion y caja automática, pasó por nuestras manos y éstas son nuestras conclusiones. Con fotos de Martín Lübel.

Volkswagen Argentina lanzó hace unos meses una edición especial de la Amarok, la Dark Label. Debe su nombre a la particularidad de tener llantas (de 18″), paragolpes, estribos laterales, barra de techo y demás accesorios, en color negro satinado, pudiendo elegir entre 8 colores de carrocería. También tiene faros traseros oscurecidos de serie para completar el «look».

Ya te contamos en reiteradas ocasiones sobre las bondades de la pick-up Volkswagen. En estos últimos años ha sabido posicionarse muy arriba en su segmento, gracias a buenas cualidades dinámicas, interesante consumo y una gama que fue ampliándose con nuevas opciones, incluso mejorando motorizaciones y transmisiones desde su lanzamiento.

Entonces, que más tendríamos para decir de esta “nueva” Amarok? Poco desde el punto de vista mecánico para nuestros lectores en realidad, ya que habíamos probado la versión Trendline AT hace pocos meses atrás. Afirmar que se trata posiblemente de la pick pick-up mediana que otorga el mayor confort de marcha –sobre todo en esta versión de caja automática- , la que trata a sus cinco posibles pasajeros para que viajen cómodos casi como si fuera un auto mediano -y no como parte de la carga- y que su conjunto motor/caja/tracción nos agradan mucho. Conceptos simplificados, pero útiles para resumir lo que hemos probado en sucesivos contactos con la Amarok.

Esta serie está basada en el nivel de equipamiento intermedio de la gama pero enriquecido. No está realizado sobre la Highline Pack, si no sobre la Trendline, aportándole mejoras de equipamiento que la dejan posicionada a mitad camino en términos de equipamiento entre Trendline y Highline. La “ganancia” del cliente radicará en un aspecto distintivo y una presencia diferente. Razones mas subjetivas que objetivas a la hora de elegirla. Afortunadamente, tambien se suman algunas perlitas entre el equipo de seguridad y confort que redondean muy bien la propuesta.

Lo que podría incluir y no tiene son los sensores de estacionamiento delanteros y traseros o los espejos plegables eléctricamente, dos ítems que en este tipo de vehículos grandes, son muy utiles a quienes alternan su uso en ciudad con rutas o terrenos abiertos. Son ítems funcionales que poco servirán al hombre de campo, pero se muestran importantes y prácticos para quien se mueve en ámbitos mas ajustados de espacio. Y a juzgar por la cantidad de Amaroks que vemos en Buenos Aires, no son pocos quienes la usan como vehículo familiar.

Aquí llegamos a un punto importante para considerar desde otro angulo a la Dark Label. Con el Impuestazo Automotor que alejó de gran parte de su potencial clientela a las SUV medianas, estas camionetas, catalogadas impositivamente como utilitarios y menos abusadas en su tributos fiscales, terminaron siendo una opción para aquellas familias que querían un vehículo recreativo todo terreno sin llegar a gastar 700 u 800.000 Pesos. O al menos, si eligiéramos una Dark Label 4×2, como vehículo todo-camino mas elevado que el resto, lo cual ya es bastante útil en muchas partes del país.

Amarok Dark Label le aporta un poco mas de estilo a una versión intermedia de la gama que por ahí no es la mas atractiva visualmente, decorándola con recursos estéticos exteriores y “mimando” el habitáculo, con vistosos y agradables tapizados de símil Alcantara en la parte central de los asientos y con una tela tramada en los laterales que nos hizo recordar al aspecto de la fibra de carbono.

El interior se presenta muy bien y detalles sutiles como los cubrealfombras textiles con la leyenda Dark Label bordada, el volante forrado en cuero con costuras en gris claro haciendo juego con las demás costuras de la tapicería, refuerzan la idea que se trata de una versión de Amarok destinada a quien la quiere disfrutar, y no tanto a una terminación de serie, que podría ir a manos de una flotilla o de un particular indistintamente.

Queda más aun en claro que ofrecerla en 8 colores diferentes de carrocería apunta a que se trata de una versión especial dentro de la gama y no tanto a una edición limitada. También suma la radio con navegador GPS con pantalla táctil de 5,8 pulgadas, ademas de volante multifunción y vidrios traseros laterales oscurecidos de fabrica, tal y como es moda en Europa en muchos autos y que se utilizan en algunas unidades Amarok de exportación.

A nivel seguridad, esta versión ofrece doble airbag frontal y suma airbags laterales delanteros de tórax, frenos con ABS, control electrónico de tracción y estabilidad, y ganchos ISOfix traseros para ajustar perfectamente las sillitas infantiles homologadas. Completa la dotación de seguridad el ABS Off-Road en esta versión 4motion, el sistema de retención para bajar pendientes, los faros antinieblas delanteros y traseros, y por supuesto, 5 cinturones de seguridad inerciales de 3 , puntos y sendos apoyacabezas para que cada una de las personas que viaje en el habitáculo tenga el mismo tipo de sistemas de retención física.

Para quien quiera un vehículo recreativo pero también apto para el trabajo, amplio, bien terminado y con el andar mas de auto entre las pick ups, podría ir a ver de que se trata esta Dark Label. Hay que evaluar el precio en relación al contenido ofrecido y comparar.

El precio al público de la versión probada es de $462.280, aunque también hay Dark Label con caja manual y con tracción 4×2 por $385.520. La garantía, como en todos los utilitarios de Volkswagen, es de 3 años o 100.000 kilómetros.