En el día de hoy, en Brasilia, el CEO de BMW AG, Ian Robertson, le entregó a Dilma Rousseff la propuesta para construir una planta de automóviles en el estado de Santa Catarina, mas precisamente en las cercanías de Joinville.
Aprovechando la nueva legislación «Inovar Auto» que favorece el marco para las inversiones en Brasil, el Grupo BMW planea instalarse en el sur del país vecino con un desembolso inicial de 200 Millones de Euros. La idea es establecer una producción de 30.000 automóviles por año. Se crearían así 1.000 nuevos empleos directos y muchos mas inderectos en la cadena de proveedores y autoartistas.
«Brasil es un país con un tremendo mercado para el futuro del Grupo BMW. Por este motivo, nosotros estamos estrechando nuestro vinculo a largo plazo con este país», explicó Ian Robertson, el numero Uno de la marca bávara, en un claro ejemplo de que las políticas de Estado para un un crecimiento sostenido y genuino, cercan a los grandes inversores. «Con esto generaremos las condiciones necesarias y el equilibrio de ventas entre Europa, Asia y las Américas, y por lo tanto un éxito a largo plazo para nuestra compañía.
Si bien no hay nada oficial sobre que modelo se fabricaría en Brasil, cobran fuerza los rumores de que se aprovecharía la plataforma de tracción delantera de la próxima generación del Mini para un monovolumen pequeño, inspirado en el concept-car que vimos en exclusiva en el pasado Salon de París en Septiembre ultimo.
La nueva planta en Brasil extenderá la red de fabricas de BMW a 29, distribuidas en 14 países. BMW ya tenia una planta en Brasil, en al zona de Manaus, pero de motos, donde las ensambla desde el 2010.