Probamos el Audi A7 con motor 3.0 TFSI y tracción Quattro. Si bien ya habíamos tenido un breve contacto con el modelo el año pasado en Alemania, esta vez pudimos testearlo en profundidad, y equipado con el interesante motor TFSi con compresor y 300cv de potencia. Datos, análisis e impresiones de un producto notable.

Sin dudas es un auto que se impone por donde circula. De líneas extremadamente elegantes y deportivas a la vez, la silueta del A7 Sportback no pasa inadvertida. Es bajo (solo 1.42m), ancho (1.91m) y con una línea de cintura alta, musculosa, que se ve aun mas resaltada por la lanzada línea del techo del auto, que le dan aires de Gran Coupé, aunque con las ventajas practicas de un sedan 4 puertas de casi 5 metros de largo.

Nos subimos al A7 y durante una semana experimentamos lo más sofisticado de la industria automotriz alemana. Calidad, seguridad, prestaciones, eficiencia, tecnología, lujo y diseño concentrados en casi 10 metros cuadrados de puro Audi. Y digo metros cuadrados porque este Audi A7 vale como un pequeño departamento, pero sin dudas son los metros cuadrados más sofisticados y sorprendentes que probé.

Sobre las líneas y el diseño exterior, ya hablamos en Septiembre pasado, así que comenzaremos por la novedad del motor 3.0 TFSI de 300cv. Se trata de un V6 naftero con 4valvulas por cilindro, que suma un compresor volumétrico Eaton que le brindan prestaciones para el asombro. La caja de velocidades es una automática S-tronic de 7 marchas, con doble embrague. Tiene modo completamente automático, secuencial y modo sport con levas al volante. Una combinación motor/caja que hacen que el A7 sea ágil y veloz como un pequeño auto del segmento B. En parte esto es debido también a la construcción de la carrocería con una modalidad que Audi llama Hibrida, ya que combina muchas partes en aluminio con aceros de alta resistencia, logrando un mix justo de ligereza y resistencia estructural y torsional.

El motor, de funcionamiento suave y silencioso, tiene un torque máximo de 440Nm ya desde las 1400 rpm y desarrolla toda su potencia de 300cv a las 5250 rpm. Acelerarlo es un experiencia única y asombra la contundencia de respuesta del motor 3.0 TFSi, pero lo que me sorprendió más aun es el consumo si uno es gentil con el acelerador. Gracias a la inteligencia de la caja S-tronic y el compresor volumétrico, este A7 se las ingenia para circular plácidamente por avenidas citadinas a 60 o 70 km/h y a solas 1300 vueltas de motor en séptima velocidad, necesitando en ese instante solo 8 litros cada 100 kilómetros recorridos.

Si necesitamos recuperar velocidad o simplemente apurarnos, una buena presión sobre el acelerador catapulta al A7 hacia adelante con sobrada potencia, mientras la caja se ocupa de pasarse al modo Sport y estirar mucho mas cada cambio, logrando tiempos mínimos de recuperación. A todo esto hay que considerar que este A7 pesa en total 2300 kilos, y  que lograr tiempos para el 0 a 100 de 5.6 segundos hablan a las claras de un propulsor espectacular. Partiendo desde cero y gracias a la caja S-tronic y la tracción Quattro, el 30TFSi puede trasmitir al piso todo su potencia, sin titubeos, sin patinar o zapatear. La máxima declarada por la fábrica es de 250 km/h limitada electrónicamente. Todo va acompañado por un poder frenante a la altura de las prestaciones, que detienen al auto en menos de 39 metros si veníamos a unos 100km/h.

El andar en ciudad es muy confortable, pero es en la ruta donde más se aprecia esa dualidad de carácter del A7 3.0 TFSI. Puede convertirse, en segundos, en un preciso y rígido deportivo, que copia con la precisión de un bisturí la trayectoria que uno le manda seguir, en parte gracias también a la tracción integral Quattro. Y esto cobra más notoriedad cuando uno toma noción de que está a bordo de un auto de 5 metros de largo y 2300 kilos! Pero si cambiamos de humor y queremos pasear, el A7 puede convertirse en la más aterciopelada de las alfombras rodantes, filtrando el camino y sus irregularidades.

Pero no todo son prestaciones dinámicas. El A7 Sportback viene equipado con un arsenal de dispositivos electrónicos. Algunos son para la seguridad, otros para la eficiencia en el consumo, y otros para el confort o el entretenimiento. Por el lado de la seguridad por supuesto cuenta con airbags frontales, laterales delanteros de tórax, y de cortina adelante y atrás. Los laterales traseros de tórax  son opcionales. El ABS y el ESP trabajan en conjunto con todo el sistema de ajuste dinámico del modelo, variando sus sensibilidades según el programa elegido. Es que el A7 tiene un sistema llamado “AUDI DRIVE SELECT” que interviene sobre diferentes componentes del auto y permite cambiar entre 4 modos: “auto”, “comfort”, “dynamic” e “individual”. Es este último el que permite seteos a discreción del conductor sobre la suspensión, la respuesta de la dirección, de los frenos, el acelerador. Así, se logra una personalización en el estilo de conducción de cada uno o según la ocasión, lo cual brinda al A7 3.0 TFSi una multiplicidad de personalidades.

El confort de marcha es variable según la ocasión gracias a la suspensión neumática, que permite inclusive subir unos centímetros la carrocería en el caso de necesitar cambiar un neumático o bien para superar alguna rampa empinada y no rozar el spoiler frontal. Además, superados los 120 km/h, el auto reduce automáticamente su despeje del suelo y despliega el alerón trasero, que vuelve a su posición oculta si bajamos la velocidad por debajo de los 80 km/h.

Todas las variables se comandan desde el “MMI“ (Multi Media Interface) con comandos detrás de la selectora de cambios y visibles en el enorme monitor desplegable de 7 pulgadas. Acompaña el control visual del auto, un display LCD a colores en el centro de los relojes del clúster y un sistema “HUD” (head up display, como en los aviones cazabombarderos) que proyecta sobre el parabrisas, justo bajo la mirada del conductor, los datos vitales de velocidad o algún llamado de atención especifico en unidades con Asistente de visibilidad nocturna con identificación de peatones (Night Vision).

Entre los sistemas opcionales del A7, podemos mencionar también a los faros delanteros con tecnología 100% Led, los sistemas de auto-frenado y protección previa a accidentes “Pre-Sense”, El mencionado Night Vision, el HUD, que se suman a otros opcionales de entretenimiento o terminaciones, como insertos interiores, variedad de cueros o colores.

El A7 viene de serie con enormes llantas de aleación de 19 pulgadas y diez rayos. Contrariamente a lo que uno supondría frente esta medida, el andar es confortable gracias a los mecanismos de asistencia descriptos. La rueda de auxilio es de tipo temporario y es comprensible dado el tamaño de cada rueda 255-40, que ocuparía muchísimo espacio del baúl. Afortunadamente no trae neumáticos Run-Flat. El baúl es de un tamaño curioso. Se accede por el gran portón trasero que se abre y cierra con asistencia de un motor electrico, pero dada la silueta del auto y como baja la línea de techo, el baúl es poco profundo, aunque si muy largo y ancho.

El habitáculo del A7 es un gran living rodante. Apto solo para 4 personas, como una coupé 2+2: en las plazas traseras, de hecho, no hay ni tercer apoyacabezas o cinturón central para un quinto ocupante. Cada uno de los pasajeros traseros tiene su propios controles de climatización, pudiendo elegir su temperatura y su velocidad de ventilador, dosificando tanto la salida desde la consola central, como las de los montantes centrales a la altura de las ventanillas. Es, por lo tanto, un habitáculo con 4 zonas climáticas a elección.

La posición de manejo es impecable y uno se siente con el control absoluto de todo. Hay una presencia un tanto abrumadora de controles, perillas, botones, teclas y gadgets infinitos, pero realizados los seteos iniciales que no requieren modificación periódica, uno se acostumbra rápidamente a los beneficios de la sofisticación y el repertorio de lo que uno seguirá accionando se reduce bastante. En tres las curiosidades, la columna de dirección es ajustable eléctricamente, vinculando su posición a al memorias del asiento, pero además se eleva cuando uno apaga el motor para facilitar la salida del habitáculo. Otro “chiche” que me fascinó es el servo que tiene cada una de las puertas, que ayuda al correcto cerramiento de las mismas. Frente a la clásica puerta mal cerrada, el servo “chupa” la puerta mal cerrada dejándola correctamente a filo con el resto de la carrocería. Es un detalle, pero creo que lo miré actuar unas 20 veces en la semana que tuve el auto!

El sistema de audio de serie corre por cuenta del especialista Bosé, con un equipo de sonido Surround que incluye un micrófono oculto en el tapizado del techo para medir el ruido ambiente y adaptar el sonido a esas condiciones. Para quienes pretendan mas, hay una opción aun más sofisticada de Bang & Olufsen con amplificadores ICEpower. Hay múltiples opcionales de combinaciones de tapicerías e insertos decorativos en contrapuertas y consola central. “Nuestra” unidad de prueba tenía cuero negro “Milano” e insertos de madera de raíz de nogal marrón oscuro. Pero hay otras maderas, insertos en aluminio mate cepillado o en color negro piano para elegir. El A7 posee un completo sistema de integración de telefonía celular con un touchpad que permite escribir con el dedo las letras que uno quiere buscar en la propia agenda de su móvil.

Como todo auto, más allá del segmento al que pertenezcan, el A7 tiene ciertos aspectos que no nos convencieron del todo. El más evidente es su precio, que arranca en los 110.000 dólares y puede subir aun mas si uno se entusiasma con los opcionales, que son muchos. También encontramos que el tanque de combustible es pequeño con 65 litros, ya que si se usa en modo deportivo abusando del pedal derecho, la eficiencia del motor se desvanece y los 65 litros también. A nivel habitabilidad, quienes midan más de 1.90 metro de altura no se encontrarán cómodos en las plazas traseras, ya que la bajada del techo allí es pronunciada y rozarán sus cabezas contra el techo. En términos prácticos de utilización, tanto contenido tecnológico creo que puede ser intimidatorio para algunas personas, pero a no desanimarse, es cuestión de tomarle la mano en pocos días de uso. Luego del seteo inicial, los comandos de uso diario son los de siempre. Por último, la garantía es de 3 años o 90.000 kilómetros, como en todos los Audis. Muy correcta, pero, considerando el precio del A7 creemos que Audi podría, al menos en los modelos más caros y sofisticados, también innovar en este aspecto del mercado local con una garantía aun más extensa.


Por Christian Kleinberg

Periodista y Arquitecto, escribo en Motorweb Argentina desde el 2009, año en que cree este sitio. Me fascinan los autos y todas sus derivaciones con 2, 4 o 6 ruedas. Soy de Buenos Aires, pero tambien viví en otros lugares del planeta. Entusiasta de los viajes, de los autitos en escala, de los clásicos y del buen diseño.

2 comentarios en «Prueba: Audi A7 Sportback 3.0 TFSi»
  1. ahhhnooo..!!!!Chris, como no avisastes que tuvistes este Mirage en tus manos en el Club..? o lo comentastes y no lo ví..? terrible nave, un sueño, imposible no querer asaltar un banco..te felicito, va entonando la p´´agina ehh?? abrazo y que sigan los exitos.! Miguel de Chascomus.-

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