En 1980 la firma Chrysler Fevre, que comercializaba sus modelos bajo la marca Dodge, vendió su paquete accionario a Volkswagen debido a su crítica situación financiera. La firma alemana había truncado la posibilidad de instalarse en Argentina a inicios de la década del sesenta, poniendo su fuerza industrial en Brasil, donde comenzó a producir el Escarabajo. Pero aquí su primer éxito no fue un Volkswagen propiamente dicho, sino el mítico Dodge 1500.

Tras la adquisición de Chrysler Fevre, Volkswagen decidió continuar con la producción del 1500 que se fabricaba en el país desde 1971, partiendo de la base del Hillman Avenger inglés, del grupo Rootes. La planta de San Justo, donde hoy se sitúa la Universidad de La Matanza (UNLaM), pasó a manos de Volkswagen, como así también el herramental para producir al «milqui», que contaba con una gran cantidad de integración de piezas de producción local.

Para esa fecha, Volkswagen no cambió prácticamente nada en el 1500. Precisamente le incorporó nuevo espejo lateral en plástico negro, sumado a un nuevo diseño de llantas y poco más. El modelo continuaba siendo comercializado bajo la marca americana, aunque a partir de ese momento, se conoció como Dodge 1500 Serie W. También se anunciaba como Dodge/Volkswagen, para de a poco introducir la marca al mercado local. 

Segunda vida al 1500 

En 1982 la firma optó por hacer un gran cambio en la imagen del 1500, y también en su denominación. Con un rediseño de trompa y cola, provisto con ópticas envolventes y nuevos paragolpes plásticos, el 1500 pasó a tener marca Volkswagen, y el logo VW de la parrilla.

La firma alemana no se esmeró demasiado en incorporarle nuevas tecnologías al 1500. La más importante fue la adopción de la caja de cinco marchas, un desarrollo realizado sobre la original de cuatro relaciones. Se mantuvo la opción del motor 1.8 para la versión más equipada, que podía contar con aire acondicionado, o incluso la posibilidad de transmisión automática, o llantas de aleación. También se ofrecía en silueta familiar. 

Volkswagen 1500: el marketing como herramienta

Para ese entonces el 1500 tenía una afamada virtud, y era su economía y durabilidad. Chrysler nunca había puesto demasiado énfasis en esa característica. Sin embargo Volkswagen aprovechó esa inexplorada faceta para convertirlo en un éxito marketinero, del que todo el mundo hablaba.

A su vez, y al mismo tiempo, Volkswagen puso especial atención en la competición, siendo el TC2000 un ejemplo de que un auto popular y económico, también podía ganarle carreras a los más modernos autos del momento, entre ellos el Ford Taunus o Renault 18, y posteriormente a la Coupé Sierra XR4 o Renault Fuego. 

Exitoso en la pista y durable en la calle 

Durante la primera mitad de los ochenta el 1500 arrasó en TC2000, ganando los campeonatos de 1980 a 1982 con Jorge Omar del Río, y el de 1983 con Luis Rubén Di Palma. A su vez el modelo volvió a recuperar vigencia a fines de la década, con la aparición del recordado Volkswagen 1500 Policromático, intervenido por el artista plástico Rogelio Polesello, y conducido por Guillermo «Yoyo» Maldonado, quien obtuvo el subcampeonato en 1988.

Este fue otro de los hitos marketineros del Volkswagen 1500 durante los ochenta. El auto económico y simple era promocionado como duradero (con el slogan «Anda, Anda y Anda») y también era exitoso en las pistas, en épocas en donde las victorias significaban un claro impulso de ventas. 

A pesar de ser un auto bastante menospreciado, y más en sus últimos años de vida, el 1500 supo ganarse una fama, pero más que nada le permitió a la marca alemana adentrarse en el mercado argentino, con una base probada, que hizo depositar confianza en el logo de VW.

El 1500 se produjo, siempre en San Justo, hasta 1990, precisamente hace treinta años, cuando Autolatina (la unión entre Ford y Volkswagen en Argentina y Brasil) cesó su producción local. Sin dudas, un auto que tuvo la tarea de instalar una marca, hasta entonces, poco vista en el mercado argentino con un éxito inusitado. 

 

 

 

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