Hace exactamente 25 años BMW estrenó mundialmente lo que denominó como Sports Activity Vehicle o simplemente SAV gracias a la llegada del BMW X5 en 1999. El concepto fue el de crear un vehículo de usos múltiples, pero que adapte principalmente a una conducción deportiva, lo que desencadenó posteriormente en la llegada de los BMW X1, BMW X3 y BMW X7; o sus derivados con carrocería «Coupé», denominados como BMW X2, BMW X4 y BMW X6.
El Auto Show Internacional de Detroit en 1999 fue el escenario en el que se presentó por primera vez la revolucionaria BMW X5 bajo la denominación interna E53. La misma aprovechaba la experiencia obtenida desde 1985, año en que BMW presentó su primer vehículo con tracción integral, para ampliar su gama de modelos y ofrecer una alternativa a la tracción trasera. En el caso de la X5, la tracción integral privilegiaba en condiciones normales al eje trasero, enviando el 63% de la fuerza a las ruedas traseras y el 37% a las ruedas delanteras.
Gracias a este reparto de potencia entre los ejes y al cuidadoso diseño de la suspensión y dirección se logró conservar el desempeño típico de un BMW en un vehículo de mayor altura, lo que permitía a los clientes combinar un desempeño destacable, con capacidad de manejo en todo tipo de caminos y climas, además de ofrecer al mismo tiempo mayor espacio interior y gran comodidad.
25 años de historia para la BMW X5
El diseño de Frank Stephenson para la primera generación logró de forma magistral combinar la identidad deportiva y elegante de un BMW. Además la marca centró su producción en la planta de Spartanburg, Carolina del Sur (Estados Unidos), con la integración de un gran número de componentes de proveedores regionales con fábricas en México y Estados Unidos.
Con la actualización de 2004, la BMW X5 incluyó por primera vez al sistema de tracción integral inteligente BMW xDrive, que había debutado poco antes en la BMW X3. Este es capaz de modificar el reparto entre los ejes en fracciones de segundo, para compensar situaciones de sobreviraje y subviraje y mejorar el comportamiento dinámico a medias y altas velocidades.
BMW X5 y su segunda generación
El gran éxito de la BMW X5 también aceleró el volumen de producción de la Planta de Spartanburg, y con la llegada de la segunda generación en el 2006, ya estaba preparada para satisfacer la creciente demanda de los mercados.
La conocida como E70 incluyó por primera vez el sistema BMW iDrive, además de ofrecer como opción una tercera fila de asientos. Además con su actualización de modelo comenzó a utilizar una nueva generación de motores BMW TwinPower Turbo con configuraciones de 6 cilindros en línea y V8, ofrecidos junto con la transmisión Steptronic de 8 velocidades.
Por su parte, con esta evolución, también hizo su debut el primer BMW X5 M. Impulsado por un V8 M Twin Power Turbo suspensión y dirección diseñadas por BMW M, refuerzos estructurales, y un diferencial trasero con sistema DPC, capaz no solamente de bloquear el diferencial, sino de variar la cantidad de fuerza que puede enviar a cada rueda, para mejorar la agilidad al salir de las curvas.
Tiempo más tarde llegó al mercado la F15, que tuvo la dura misión de estrenar una configuración híbrida enchufable, la BMW X5 xDrive40e que en 2015 ya ofrecía un rango eléctrico de hasta 31 kilómetros, para aumentar su eficiencia de forma significativa en recorridos urbanos, aunque sin perder la variante M, con performance asegurada.
X5 hasta la actualidad
La actual serie de la X5 fue lanzada en 2018, incorporando una nueva generación de motores de 6 cilindros en línea y V8, además de la disponibilidad de variantes híbridas conectables que permiten recorrer hasta 110 kilómetros en modo eléctrico. Conocida como G05 fue actualizada con el sistema BMW iDrive 8, que emplea el BMW Curved Display como medio las funciones de información, entrenamiento y conectividad, entre otras tecnologías que prometen ser actualizadas en los años siguientes.
