La empresa estadounidense Tesla, del magnate Elon Musk, instalará una fábrica de autos eléctricos en México, en la ciudad industrial de Monterrey. Así lo, anunció el propio presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien selló el acuerdo con el propio Musk en conversaciones telefónicas que mantuvieron esta semana.
López Obrador rechazaba ubicar la planta en el estado de Nueva León, del cual Monterrey es capital. Se debe a que no quería más fábricas que usen gran cantidad de agua en esa región del país que ha sufrido sequías severas.
Sin embargo, el presidente dijo que Musk se comprometió a atender a esa cuestión, y que podría incluso usar agua reciclada. Tesla se suma a otras automotrices instaladas en México, como Ford, General Motors, Volkswagen o BMW, que producen vehículos principalmente para Estados Unidos.
Las compañías buscan el acceso al mercado estadounidense y las ventajas que ofrece el tratado de libre comercio T-MEC, el antiguo Nafta, entre México, Estados Unidos y Canadá. Por ello, muchas de ellas están ubicadas en ciudades cercanas a la frontera como Monterrey, Nuevo León, un estado con fuerte vocación industrial que también es sede de una planta de la coreana Kia.
Tesla en México y el litio argentino
Al anunciar la inversión de Tesla, López Obrador dijo que quedó pendiente hablar de las baterías. “Hablamos de que no podíamos nosotros, en el caso de baterías, de semiconductores, dar los subsidios que está destinando el gobierno de estadounidense. Musk lo entendió perfectamente”, señaló.
Los automóviles eléctricos utilizan principalmente litio en sus baterías. Solo en 23 países se detectó la presencia de ese mineral, entre ellos, la Argentina. México ocupa la décima posición en reservas. El gobierno de López Obrador busca explotarlo y el plan implica también una reducción de 35% en las emisiones de carbono hacia 2030.