Probablemente el estilo llamativo que ostenta el Nissan Figaro no sea en la actualidad quizás tan resonante como lo fue al momento de su presentación oficial, en 1989. Es que en cierta forma se adelantó casi una década a una moda que tiempo despúes se popularizó: la de los modelos retro.

Si bien el Figaro no estaba basado en un auto específico de antaño de la marca, lo cierto es que su concepto llamó la atención del mundo entero, a pesar de que solo fue comercializado en Japón. La idea de Nissan fue la de crear un modelo rupturista, gracias al trabajo de un equipo de operaciones especiales. Incluso el Figaro se producía casi artesanalmente, como un proyecto por fuera de la operación global de la marca.

Inicialmente el objetivo fue el de producir 8.000 ejemplares, pero su aceptación fue tal que la marca amplió la producción hasta los 20.000 autos, hasta el año 1995. Su estilo estaba basado en algunos modelos clásicos de los cincuenta y sesenta, aunque sobre la plataforma de un compacto moderno, como lo era el Nissan Micra o March de por entonces.

Nissan Figaro: el neo-retro que marcó una era

Construido únicamente con volante a la derecha, el Figaro captó la atención del público en todo el mundo, pero principalmente hizo que muchas unidades de segunda mano adquiridas en Japón sean exportadas particularmente hacia Inglaterra, precisamente aprovechando el lado de conducción derecho.

A su vez si alguna vez anduviste por Pinamar, en la costa argentina, en una de las tantas casonas de las calles principales podrás ver un Figaro en muy buen estado, aunque algo falto de cariño. Se trata del único ejemplar que ingresó a nuestro país, se cree que también de manera particular.

El Figuro era una coupé con techo duro retráctil y que conformbana en Japón el segmento de los Kei-Cars, autos de pequeñas dimensiones con beneficios impositivos. Es por ello que este particular modelo incorporaba un moderno motor de un litro y 4 cilindros con turbo, capaz de rendir 76 caballos de fuerza, y unido a una transmisión automática de tres velocidades.

Retro, y solo para Japón

Con un largo de 3,64 metros, se trataba de un auto relativamente costoso, algo que se advertía en su nivel de equipamiento. Por ejemplo disponía de reproductor de CD en las últimas unidades, o tapizados de cuero y aire acondicionado. Exteriormente se ofreció con cuatro colores pasteles, con techo combinado en tono blanco, al igual que la decoración interior.

Con detalles cromados y piezas de gran calidad general, este particular modelo fue uno de los iniciadores de lo que tiempo después se volvió algo mucho más frecuente: el hecho de recrear autos de estilo retro por diversas automotrices, como Volkswagen con el Beetle, Fiat con el 500, u otros conceptos como el del Chryslet PT Cruiser, la Chevrolet SSR o el Plymouth Prowler.

 

 

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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