Durante los últimos meses han aparecido diversos conceptos de vehículos eléctricos, desarrollados con diseños clásicos, algunos con futuro de producción asegurado, como el Renault 5 de nueva generación (ver nota). A su vez otras marcas se interesan por electrificar sus modelos clásicos, como Ford con esta F-100, o mismo Mini con su reciente división de eléctricos. El caso del Microlino 2.0 es un tanto diferente: es muy similar a un Isetta fabricado por BMW en la década del cincueta, aunque sin ningún tipo de patente cedida a Micro, la firma que lo producirá en Suiza.

Si bien esto podrá acarrear alguna disputa legal, o no, lo cierto es que este producto comenzará a ser entregado a los primeros clientes en reservarlo durante este mismo año. Se trata de un microcoupe completamente eléctrico, que replica loablemente el diseño del ISO Isetta, diseñado y fabricado en Italia a partir de 1953, pero que desde 1955 fue producido bajo licencia BMW en Alemania, alcanzando mayor éxito.

Claro que la tecnología vista en el Microlino poco y nada tiene que ver con aquel «ratoncito alemán» con motor monocilíndrico de moto. En este caso, emplea una mecánica 100% eléctrica, que entrega 20 caballos de fuerza, pudiendo alcanzar los 90 km/h según la marca.

Microlino 2.0: el Isetta del siglo XXI

El diseño, si bien está considerado como un concepto completamente nuevo y revolucionario por la firma, no trae demasiadas novedades. Por ejemplo, la puerta delantera que da acceso a las dos plazas del pequeño automóvil es similar a la del Isetta. También la posición del volante, con una columna de dirección amarrada al piso, que interfiere en el acceso. Además en este caso la columna de dirección no es retraíble como en el modelo fabricado hace más de 60 años.

En el frontal se destacan las ópticas de LED salientes, que a su vez cumplen la función de espejos retrovisores. Sin dudas una solución muy original. Por debajo una guía de led cumple la función de luz direccional, mientras que en el portón delantero una guía LED cumpel la función de luz diurna. Las ventanillas cuentan con apertura corrediza, y las llantas son prácticamente ciegas, para mejorar la penetración aerodinámica. Además, no cuenta con demasiados aditamentos externos, que elevarían tanto su peso, como su resitencia aerodinámica.

La parte posterior es quizas la más original, ya que presenta un listón iluminado que recorre el panel trasero. Por encima cuenta con pequeña luneta, que da acceso a un escueto sector de carga y a parte de la mecánica. El techo tiene una abertura, con capota de lona, tal como venían algunos autos económicos europeos en los cincuenta o sesenta. Las ruedas traseras están colocadas en una posición algo más separada con respecto a lo que se podía ver en el Isetta (incluso algunos solo tenían 3 ruedas), por lo que a su vez destacan un mejor paso por curva y sensación se seguridad.

100% compacto

En el puesto de mando hay dos butacas, aunque para acceder al puesto de conducción hay que tener en cuenta que hay que esquivar el volante. Por detrás del mismo hay una pantalla que oficia de tablero. Mientras que en la parte central del portón existe una segunda pantalla más pequeña, desde la cual se comandan algunas funciones del vehículo.

El motor eléctrico que rinde 20 caballos de fuerza (casi el doble que los de combustión que empleaban los Isetta) puede llegar a permitir una autonomía de hasta 200 kilómetros en la versión de mayor capacidad. El precio de venta, en los primeros países en los que el Microlino se pondrá a la venta, rondará los 12 mil euros. ¿Qué te parece?

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

Deja una respuesta