La Verificación Técnica Vehicular, o simplemente VTV, comprende a todos los autos en circulación dentro de la Provincia de Buenos Aires y Capital Federal, como así también en otras provincias de nuestro país, para vehículos con dos o más años de antigüedad. Para llevar a cabo el trámite, que debe efectuarse anualmente, se revisan los puntos claves que conforman, principalmente, la seguridad de nuestro vehículo. Aquí los pasos fundamentales para aprobar la VTV sin dolores de cabeza.

Si bien en algunas plantas verificadoras nos pueden aceptar la prueba sin turno, lo más lógico es inscribir previamente mediante el sitio web oficial los datos requeridos, para así solicitar turno. Una de las claves para no perder tiempo es realizar la VTV en meses que no sean principalmente los afectados a periodos vacacionales. Para realizarla es necesario llevar la cédula verde o azul, registro y DNI. De aquí en más los cinco pasos para aprobar la VTV.

1: Luces e inspección visual

El primero de los pasos de la VTV es más que nada un control visual, ya que un operador se encarga de hacernos comprobar el funcionamiento de la iluminación del auto (luces de posición, bajas, altas, giros y balizas). También la bocina, los limpiaparabrisas y otros puntos que conforman elementos de uso diario. 

Una de las consultas más frecuentes es qué sucede con aquellos autos equipados con luces de xenón after market. Si bien esto está considerado como una falta, el trámite saldrá solamente observado, por lo que se considera apto para circular. Lo mismo sucede con los vidrios polarizados. Además, nos pedirán si contamos con los elementos de seguridad requeridos por la ley, como matafuegos y balizas. Y podrán corroborar la protección del borne positivo de la batería, que debe tener una protección plástica, para evitar un posible cortocircuito. 

2: Gases de escape

Casi al mismo tiempo que en el paso anterior se hace la prueba de gases de escape. Este es un punto crítico, más que nada en automóviles de anterior generación, que funcionan a carburador. De todas formas, los parámetros son variables de acuerdo con el año de fabricación del vehículo (en los modelos más viejos es más permisivo), aunque debe estar siempre dentro de los parámetros especificados.  

3: Chasis y estado de suspensiones

La siguiente escala consiste en otra prueba prácticamente visual, aunque en este caso de la zona inferior del vehículo, gracias a un elevador o fosa. Allí el conductor debe descender del vehículo, mientras un operario comprueba el funcionamiento y el estado de los trenes de rodaje, ya sea tren delantero o trasero, corroborando si existen deterioros en bujes, extremos de dirección o rótulas. También se efectúa un control visual de los neumáticos y su desgaste, junto a otros componentes, como flexibles de freno, o si existen pérdidas de combustible o aceite en la zona inferior del vano motor.

4: Estado de los amortiguadores

En un tercer puesto se nivela al automóvil y nuevamente se lo avanza a una de las pruebas claves: la de funcionamiento de amortiguadores y frenos. En primera instancia los amortiguadores deben cumplir con su función de mantener las ruedas sobre el piso, por lo que una máquina simula movimiento parejo entre ambas ruedas de un mismo eje. 

Esta es una de las pruebas más controvertidas, ya que el sistema que la avala debe ser calibrado constantemente. Muchas veces sucede que, de un año a otro, la eficacia de los amortiguadores mejora sorpresivamente, sin haber realizado ninguna inspección en el automóvil. Eso técnicamente es imposible, y se debe a que el sistema que comprueba el funcionamiento de los mismos pierde precisión a través del uso. De todas formas, si un amortiguador estuviese roto, el parámetro de rebote de la rueda lo demostraría. 

5: Funcionamiento de frenos y alineación

La prueba de frenado, por su parte, consiste en aplicar fuerza de freno de manera independiente en tres ocasiones: tren delantero, tren trasero con freno de servicio y tren trasero con freno de mano. En cada caso, siempre se toma especial atención a que las ruedas se detengan de la manera lo más pareja posible, para que el frenado sea equilibrado. Un detalle a tener en cuenta es que cuando se compruebe la eficacia del freno de mano se debe tirar lo suficientemente fuerte del mismo, y obviamente con el botón de destrabe presionado, para liberarlo de manera sencilla.

Una vez que estos pasos fueron superados en la VTV, la respuesta estará en la persona encargada de darnos el comprobante de circulación, junto a la oblea correspondiente. Si el resultado es Apto, tendremos un año para circular libremente. En caso de ser Condicional, se otorgan 60 días para solucionar el inconveniente, aunque por ese lapso podrá circular libremente. El peor de los casos es Rechazado, donde se otorgan 60 días para solucionar una falla grave, para volver a realizar la prueba sin cargo, aunque el vehículo queda inhabilitado para su uso. 

En este caso es justo mencionar que para circular se debe llevar el comprobante de la VTV junto a su pago, por lo que no basta únicamente con la oblea adherida al parabrisas. Actualmente, en la Provincia de Buenos Aires, el costo de la VTV es de $ 2.150. 

 

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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