Con un concepto principalmente agrícola, Mercedes-Benz comenzó el desarrollo en 1946 del Unimog. Eso es justamente lo que está cumpliendo 75 años de historia, que nació como una prueba, careciendo de parte de la carrocería que tiempo después lo identificó en todo el mundo. Desde las primeras pruebas, los resultados fueron un éxito.

Desde su nacimiento, el Unimog no fue ni un camión ni un tractor. Su denominación surgió a partir del acrónimo del nombre: UNIversal-MOtorGerät (aparato motorizado para aplicaciones universales). Es decir que fue el primer vehículo agrícola equipado con dos asientos, tracción en las cuatro ruedas de dimensiones idénticas, ejes de suspensión, una toma de fuerza, enganche para remolque y espacio para carga en el centro. Sin embargo, la configuración mecánica le permitía circular a una velocidad de 0,5 km/h, necesaria para su uso como tractor en el campo, pero a su vez llegar a 50 km/h al circular por caminos asfaltados.

Desde sus inicios éste vehículo infundió confianza en los clientes potenciales, propulsado con un motor Diesel Mercedes-Benz OM 636, de cuatro cilindros, y tan solo 25 CV. Su concepto sencillo y al mismo tiempo singular e inusitado, fue destinado principalmente para usos agrícolas, pero se diferenciaba claramente de los tractores convencionales de entonces.

El Mercedes-Benz Unimog cumple 75 años

Desde su desarrollo inicial los ingenieros idearon soluciones prácticas: por ejemplo el ancho de trochas de 1.270 milímetros corresponde a dos hileras de sembrado de papas. Asimismo es singular por numerosos motivos: ejes con suspensión de muelles helicoidales y amortiguadores, tracción integral con bloqueos de diferencial adelante y atrás, estructura con chasis de largueros y diversos puntos de tracción, para poderlo hacer viable y práctico para todo tipo de uso. 

El Mercedes-Benz Unimog contaba con tracción integral con 3 diferenciales, los cuales podían ser bloqueados para obtener tracción permanente en todas las ruedas. Una característica clave en el diseño del chasis del Unimog era su uso de conexiones pivotantes entre el chasis y los componentes de la carrocería y accesorios. Esto permitía que el chasis pudiera flexionarse torsionalmente sin afectar estos componentes. Sumado al uso de una suspensión de resortes, le otorgaba una habilidad todoterreno casi inigualable. Además, los ejes del Unimog podían flexionarse hasta 15 grados en direcciones contrarias, sin ninguna modificación.

Si bien en 1946 comenzó la producción con un éxito instantáneo, fue fabricado por una firma particular, denominada Boehringer. En 1951, Mercedes-Benz asumió la División Unimog de Boehringer y ese mismo año se realizó la primera entrega de unidades bajo el paraguas “Mercedes-Benz”.

El Unimog “Made in Argentina”

Fuera de su Alemania natal, Argentina fue el primer país que fabricó el Unimog en la planta local de Mercedes-Benz, en Virrey del Pino. La producción comenzó allí en el año 1968 y fue originalmente destinada a fuerzas de seguridad. Igualmente, algunas unidades también fueron adquiridas por particulares, para otros fines. Las versiones producidas en Argentina se denominaron U416/426, con cabina simple y doble, U421/431 y la U406. ​La producción local finalizó a comienzos de los ochenta, totalizando aproximadamente 6.000 unidades.

Los Unimog que hoy circulan por Argentina se utilizan mayormente para actividades recreativas y de turismo aventura. Se trata de usuarios que han conseguido comprar alguna unidad de las producidas por Mercedes-Benz durante el siglo pasado. Si bien muchas fueron restauradas, otras se encuentran en estado original, y continúan en servicio. 

A lo largo de su historia, el Unimog ha experimentado cambios técnicos y estéticos, que determinan 30 series diferentes, con un total de 400.000 unidades fabricadas desde 1946. Con una nueva generación, claramente  modernizada, el Unimog se sigue produciendo en Alemania, utilizándose principalmente en muy diversas tareas como ser extinción de incendios en zonas de difícil acceso, tractor agrícola, unidades de rescate o ambulancia en caminos que no podrían ser transitados por un vehículo convencional, entre otras. 

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Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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