Plasmar la pasión de la Fórmula con un pincel no es una tarea sencilla para cualquiera, aunque para Daniela Montesano, la artista oficial del Museo Fangio de Balcarce, la situación es diferente. Con su pequeña paleta de colores y su dócil pincel, la artista plástica logró plasmar a dos actores fundamentales de la historia de la Fórmula 1: Juan Manuel Fangio y el brasileño Ayrton Senna, ilustraciones que luce orgullosamente en la actualidad el Instituto Senna en San Pablo. 

La oriunda de Azul, en la Provincia de Buenos Aires, comenzó a trabajar para el museo hace casi cinco años, el 15 de julio de 2016. Su primer trabajo fue pintar la coupé Chevrolet verde que el balcarceño condujo para ganar el primer campeonato de Turismo Carretera, en 1940. Pero la pasión de Daniela ya cruzó fronteras: su fanatismo por Ayrton Senna la hizo debutar en el Instituto Senna, de San Pablo. 

Unir a Fangio y Senna a través de un pincel

Daniela contó en una entrevista a Telam que escribió directamente al Instituto, contándoles acerca de su pasión por el piloto paulista, triple campeón de Fórmula 1. En aquella ocasión les acercó un cuadro, pero el Instituto terminó pidiéndole cuatro más. Allí ella notó que faltaba una foto de Fangio, por lo que decidió pintar la escena del podio de marzo del ’93: «Toda la familia de Ayrton se emocionó y me invitó al salón del automóvil, donde en el stand de McLaren del 2017, entregó otra de sus obras. 

A raíz de ese lazo que hizo Montesano con el Instituto Senna, fue invitada nuevamente en mayo de 2018 a San Pablo, mientras que el 19 noviembre de 2019 pintó en vivo, en un espacio VIP de dos pisos. A ese lugar Daniela llevó su arte: paleta, colores y pincel, para plasmar las máquinas, cascos, buzos y copas del ídolo brasileño. La artista sostiene, «De Senna me atrajo su personalidad, era un hombre que perseguía sus sueños y fue tal el impacto emocional que sentí el día de su muerte que me sensibilicé con él y me propuse homenajearlo a través de mi pincel».

Daniela Montesano y su historia personal

De muy pequeña, Daniela no le pedía a Papá Noel muñecas sino pinceles y su diversión era pintarles a sus hermanos los autitos réplica de los ídolos del Turismo Carretera. Ese fue el inicio del estilo cómics, fanzines y arte pop que desarrolló, con trazos gruesos y paletas de colores sólidos brillantes. Siendo adolescente, se inscribió en la escuela de Bellas Artes de Azul y cursó sólo un año porque luego viajó a La Plata para avanzar en su capacitación. 

La pasión por los fierros se le despertó por los vínculos de su familia. Su papá trabajaba en una concesionaria Renault del expiloto de TC, Turismo Mejorado y Fórmula 3 Oscar Mauricio Franco, quien también integró la Misión Argentina que compitió en las 84 Horas de Nürburgring de 1969. Además sus tres hermanos compiten en categorías zonales.

Para el futuro Daniela se planteó: «Me encantaría poder pintar en una carrera emblemática de la F1 como Mónaco o Monza o ir a McLaren y colgar un cuadro de Senna. Ese sería mi sueño».

«Pero lo más lindo de mi arte es que va llegando a lugares impensados y lo más gratificante es que puedo ayudar con él haciendo campañas para gente o identidades que lo necesitan», concluyó. Sin dudas una fuera de serie, que hoy plasma su creatividad con dos símbolos de la velocidad, como son Fangio y Senna. 







Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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