Si bien Opel es una marca de la que nosotros conocimos sus modelos a partir de la década del noventa sobre productos de la marca Chevrolet, y previamente con el Opel K180 (producido por General Motors Argentina), nunca conocimos al Manta, una coupé del segmento medio que estuvo en producción entre 1970 y 1988. Aprovechando esa base, la ahora marca del grupo Stellantis lanzó una reinterpretación eléctrica, sobre una carrocería clásica, del deportivo que denominó Manta GSe ElektroMOD.
De acuerdo a la marca alemana, el Manta GSe combina lo mejor de ambos mundos: la apariencia clásica de un icono de estilo, junto con la última tecnología dentro del mundo automotriz: eléctrico, libre de emisiones y, aseguran, lleno de emociones.
Con el Manta ElektroMOD, Opel hace un guiño a la creciente comunidad de fans que transforma coches clásicos, como el Manta, en los llamados RestoMods: autos clásicos, dotados con tecnologías modernas y diseño modernizado. A pesar de ello, el Manta puramente eléctrico es tan deportivo como un Opel GSe fabricado en 2021.
Opel Manta GSe ElektroMOD: eléctrico con piel clásica
La sigla MOD de sus últimas tres letras de identificación adelanta las mejoras técnicas, como así también un estilo de vida moderno y sostenible. El motor naftero de cuatro cilindros que equipaba el Manta hace cincuenta años le dejó paso a un motor eléctrico de 108 kW (147 CV), manteniendo la tracción al eje trasero y un sistema de transmisión manual. Cuenta de este modo con un par máximo de 255 Nm desde parado.
Tal como sucede con las adaptaciones de motores eléctricos, este vehículo conserva la transmisión manual de cuatro velocidades de fábrica. El motor eléctrico, con la capacidad de generar fuerza en cualquier régimen, puede conectarse a cualquiera de estas cuatro velocidades y partir desde cero, aunque durante el uso puede también cambiar de velocidad pisando. Obviamente en la marcha más larga generará mayor velocidad final, mientras que en primera tendrá mejores aceleraciones. Se mantuvieron el cardan y diferencial de fábrica.
La batería de iones de litio tiene una capacidad de 31 kWh, lo que permite una autonomía media de alrededor de 200 kilómetros. Al igual que con la producción Opel Corsa-e y Opel Mokka-e, el Manta GSe también puede recuperar la energía de frenado y almacenarla en la batería. La recarga regular se puede efectuar a través de un cargador de a bordo, de 9 kW para carga corriente alterna monofásica y trifásica. Esto significa que se necesitan poco menos de cuatro horas para cargar completamente la batería de Manta GSe.
Estilo exterior e interior
Visualmente el Manta GSe puede comunicarse con su entorno con la provisión de la tecnología LED en su frontal, que se utiliza en las luces de circulación diurna integradas, faros principales y las luces traseras tridimensionales, con el diseño doble circular, tan característico del primer Manta.
Las llantas cuentan con un diseño especial y son de 17 pulgadas con neumáticos 195/40 R17 en la parte delantera y 205/40 R17 en el eje trasero. La tapa de baúl muestra con orgullo «Manta» en la nueva y moderna escritura de Opel.
En el habitáculo los asientos deportivos disponen de una línea decorativa amarilla central, y son los mismos que se emplean en el compacto ADAM S. A diferencia de los originales ofrecen un nivel de comodidad y soporte lateral muy superior.
Por su parte el volante deportivo es de la firma Petri, de tres radios reelaborado por Opel. El estilismo de los años setenta se ha mantenido con el marcador amarillo para la posición de las 12 en punto, algo que le aporta otro toque deportivo, o más bien, ligado al mundo del rally. Incluso los paneles de las puertas y diversos apliques internos son de color gris mate, que combina con detalles amarillos y elementos de color negro.
Si bien se trata de un on-off que no adelanta a un modelo de futura producción, bien vale destacar el trabajo de Opel en este producto. Clásico, pero a la vez moderno. ¿Te gusta?