El incentivo del Gobierno de Arturo Frondizi a la producción automotriz de cara a la década del sesenta fue clave, y generó que muchas marcas líderes apostaran por nuestro mercado. Otras empresas más pequeñas también supieron producir, aunque con inversiones de menor envergadura. Tampoco pudieron prosperar en el tiempo. Pero en un punto intermedio, puede decirse, se ubicó Siam Di Tella. 

Siam era una potencia en nuestro país. Fabricaba desde motonetas, hasta heladeras, pasando por caños de acero o incluso componentes para material ferroviario. La industria automotriz no podía estar ajena a una firma tan argentina, que reflejaba el modelo industrial ideal.

Los directivos de Siam, es decir, los hijos de Torcuato Di Tella que había fallecido en 1948, lograron llegar a un acuerdo con BMC (British Motor Corporation) para fabricar en Argentina, bajo licencia, el sedán A55, una opción intermedia dentro del grupo inglés.

Siam Di Tella 1500: argentino, de alma inglés

El A55 era comercializado bajo las marcas Austin, Morris, MG, Riley o Wolseley, con diferencias mínimas entre ellos. Nuestro Siam Di Tella 1500 fue un híbrido, entre el frontal del Riley 4/68 y el remate posterior del Austin Cambridge. En todos los casos, usaban una mecánica probada por su eficiencia y durabilidad, un motor conocido como «Serie B».

Riley 4/68, producido en Inglaterra por BMC.

La producción local del Di Tella 1500 comenzó en abril de 1960, y rápidamente se convirtió en un éxito de ventas. Durante 1960 se produjeron 4.000 unidades, y al año siguiente la cifra llegó a 12.000 ejemplares. 

Se cree que debido a su solidez general, sumado a que la marca Siam estaba asociada con productos de calidad, siendo ampliamente conocida, los taxistas comenzaron a comprar Siam Di Tella, a pesar que estaba dirigido a usuarios de clase media. 

El Siam Di Tella Traveller era la variante familiar del 1500.

En 1962 tres de cada diez Siam que circulaban por las calles de la Ciudad de Buenos Aires eran taxis. El producto contaba con amplio espacio interior, mecánica confiable, y durabilidad a toda prueba. Además disponía de ciertos gadgets tecnológicos, como bomba de nafta eléctrica, o embrague hidráulico. 

Siam y sus momentos críticos

Pero el ocaso de Siam como productor automotriz estaba cercano. En 1965 la división comenzó a atravesar un proceso crítico. Aún no había logrado nacionalizar todos los componentes necesarios exigidos por ley, mientras que en Inglaterra el A55 había pasado a la historia. 

Siam Di Tella Magnette. El último esfuerzo antes del ocaso.

Al no existir dinero suficiente para remodelar el modelo, ni mucho menos para crear una evolución, la firma entró en quiebra. En 1965 IKA adquirió el 65% de Siam Di Tella Automotores. Desde ese momento, la marca Siam desapareció como tal. Sus modelos pasaron a comercializarse como Riley.

En 1967, se produjeron las últimas unidades del ex Siam, que incluso había sido levemente mejorado con la aparación del Magnette, con motor de 1622 cm³. El dato de color es que la planta de Monte Chingolo, donde se producía el Siam, fue donde IKA fabricó la primera serie del Torino, desde fines de 1966. 

Por René Villegas

Periodista y fanático de los autos y el automovilismo desde que tengo uso de razón. Colaboré en las revistas Auto Plus y Parabrisas, y desde 2019 edito Motorweb Argentina.

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