Luego de su presentación oficial en el Jeep Park de Benavidez, probamos durante una semana el nuevo Jeep Renegade en su versión 1.8 Sport Plus, con motor 1.8, tracción simple y caja manual. Te contamos nuestras impresiones a favor y los aspectos a mejorar del nuevo modelo de la marca norteamericana. Con fotos exclusivas de Martín Lübel.
No es fácil ser leyenda. A nosotros no nos pasa (já!), pero llenar los zapatos de una marca como Jeep debe ser una presión importante para quienes trabajan en los nuevos desarrollos para la marca que prácticamente inventó un concepto de vehículos todo terreno.
Cuando hace unos años se rumoreaba que Fiat tenía intenciones de compra sobre Jeep-Chrysler, finalmente se concretó frente al estupor de varios, que vieron raro que la marca italiana se quedara con uno de los gigantes de Detroit. Cuando poco después se rumoreaba también que fabricaría un modelo de Jeep en Brasil, también nos sorprendimos. Y ahora, que finalmente pudimos convivir con ese primer producto (le seguirán otros mas adelante…) salido de la flamante planta de Pernambuco, en el norte brasileño, nos queda la impresión de que esa apuesta está muy bien encaminada.
El debut mundial del Jeep Renegade fue en Marzo de 2014 en el Salón de Ginebra, en Suiza. Se trataba del primer Jeep construído fuera del continente americano, más precisamente en la planta de Melfi, en el sur de Italia. Comparte plataforma con el Fiat 500X, un crossover compacto del segmento B que Fiat Argentina expuso en el ultimo Salón de Buenos Aires, pero cuya venta quedó cajoneada por los temas económicos que todos ya conocemos. También comparte plataforma y mecánicas con la nueva pickup Fiat Toro, otra de las grandes revelaciones de FCA en los últimos tiempos.
El estilo exterior del Jeep Renegade es llamativo y con cierto grado de complicación estilística. A nuestro entender, cumple perfectamente con el mandato de ser un Jeep pequeño, ya que expresa esa estética entre rústica, utilitarística, con el grado necesario de robustez y atractivo como para volverse un objeto deseable. Por sus puesto esto es muy subjetivo pero nosotros creemos que han hecho un buen trabajo de diseño. Es complejo en sus líneas, con algunas tensiones de formas y planos, pero con un resultado más que simpático.
Su cuadradez general, exaltada por un parabrisas bastante vertical nos remiten a clásicos modelos de Jeep, siendo esa una clara premisa de diseño. Su clásica parrilla de 7 barras, mas los faros redondos a sus lados, son rostro inequívoco del fabricante norteamericano. Del mismo modo que Fiat supo rescatar el halo, el mito de un icono pasado, reinterpretando el 500, para este nuevo Jeep que intentará ser masivo, FCA recurre a trazos de diseño que evocan lo mítico de la marca Jeep.
Puertas adentro, el Renegade muestra una calidad notable para ser fabricación Mercosur. Es sorprendente ver que cuando una empresa se lo propone lo logra. Lo cual deja un claro mensaje de que ya no hay excusas para hacer las cosas mejor de lo que se hacen hoy en todas las marcas regionales! La impresión no podría ser mejor en este apartado.
Hay buenos plásticos, en su gran mayoría rígidos, pero de excelentes ajustes. La posición de manejo es muy lograda, tanto con butaca del conductor regulable en altura como un volante ajustable en ambos planos, altura y profundidad. Las tapicerías de esta versión intermedia en la gama actual son de una tela dura, de aspecto resistente. No nos gustó la banqueta trasera, con un cojín muy plano que incluso tiene caída en los bordes hacia las puertas, quitándole confort al pasajero que siente que «se cae» hacia el costado. Buen espacio en altura y excelente angulo de apertura de las puertas.
Mención aparte para todos los guiños que tiene el Renegade, tanto en el interior como en el exterior a los iconos de la marca. Desde una silueta dibujada del Jeep Willys en el borde inferior del parabrisas, hasta el icono que representa la típica parrilla Jeep de 7 barras y sus faros redondos, pasando por la típica «X» que evoca a los viejos tanque de combustible auxiliares de los todoterrenos militares.
La ergonomía general es muy buena, con comandos bien ubicados y todos a la mano del conductor. Tiene volante de buen grip y diametro, forrado en cuero y con teclas que comandan el audio y la telefonía por un lado y el control de velocidad crucero por otro. El cluster del tablero está dominado por dos grandes relojes analógicos, uno para la velocidad y otro las RPM. Hubiéramos preferido una gráfica de fondo con caracteres menos amontonados, que a veces confunden la lectura. Los indicadores de temperatura y de combustible son con sucesión de luces de LED -bastantes- lo cual de da un rango de mayor precisión. En el centro, hay un gran display monocromático que nos brinda todo el resto de la información que necesitamos.
En la plancha, frente al pasajero, se presenta una manija de sujeción, bien en sintonía con lo que mencionábamos sobre las referencias a los típicos Jeep de antaño. En esta versión, el aire acondicionado no es automático, un ítem que si le podríamos reclamar a un vehículo de mas de 400.000 pesos. Más arriba de los comandos de climatización, está el sistema multimedia Uconnect Touch, con una tímida pantalla de 5 pulgadas. El sistema funciona correctamente, pero luce un tanto atrasado en relación a lo que ofrecen hoy los autos medianos, incluso de menor precio.
Faltaría una pantalla mas generosa, sistema de espejado de celular («Mirror Link» compatible con Android y Apple). Si ofrece Bluetooth, audio-streaming, cámara de marcha atrás, navegación por GPS, recibe y lee mensajes de texto SMS del celular que está apareado con el Uconnect, y reproduce mp3, con entrada USB, Aux In, pero en la general, es lo que se ofrecía hace 4 o 5 años atrás y que hoy por hoy suena a poco, con los avances de muchas otras marcas en esta materia, que parece tener un peso contundente en la mente de los consumidores de 0km. Buen sonido general desde los 6 parlantes que incorpora el Renegade en esta versión.
A nivel seguridad, la propuesta es muy buena, con 7 airbags –incluyendo el de rodillas para conductor-, frenos a disco en las 4 ruedas con ABS (antibloqueo) y EBD (distribución electrónica de la presión de frenado), así como control de tracción (TC) y estabilidad (ESC), mitigación de rolido, asistente para estabilidad de trailers, asistente para ascenso en pendientes, entre lo mas destacable. El Renegade ofrece para sus 5 pasajeros sendos apoyacabezas regulables, con cinturones inerciales de tres puntos para todos, además de dos pares de ganchos ISOfix para fijar sillitas infantiles que cumplan con este standard. También hay faros antiniebla delanteros y traseros.
El habitáculo del Renegade es compacto pero cómodo. Cuatro adultos podrán encarar viajes largos sin inconvenientes, y cinco, se podrán comprimir un poco a la hora de hacer viajes no muy largos. Lo único criticable es la forma del cojín trasero que mencionamos antes. El espacio de carga es pequeño para un vehículo de su segmento, con 260 litros de capacidad, muchos menos que sus rivales locales (Chevrolet Tracker 306 litros, Ford Ecosport 362 litros, Peugeot 2008 355 litros, Honda HR-V 431 litros, Hyundai Creta 450 litros).
En otros mercados del mundo, donde no lleva rueda de auxilio, la capacidad del baúl es de 351 litros. Pero en Argentina sabemos que no se puede ir sin rueda de auxilio y menos en un vehículo de espíritu aventurero. Afortudamente, el auxilio en esta versión es de tamaño homogéneo con el resto (Pirelli Scorpion Verde en medida 215/65/16), aunque con llanta de chapa y no de aleación. El respaldo trasero se rebate en mitades asimétricas, permitiendo ampliar el volumen de carga a un máximo de 1.300 litros. Muy buena calidad de terminaciones y detalles, también en el baúl hablan de un producto de clase global.
La motorización de esta variante entrada de gama a la familia Renegade corre por cuenta de un motor de origen Fiat. Se trata del conocido impulsor naftero, de 4 cilindros, 1.8 litros E-torQ Evo de 130cv, combinado con una caja manual de 5 marchas. Es el mismo motor, con alguna variación, que equipaba hasta hace poco al Fiat Linea. Impecable el tacto de la selectora de cambios. Desde su pomo como una esfera de aluminio mate, hasta el recorrido preciso y el enganche de cada marcha, devuelve una sensación muy agradable.
El motor, cadenero y con tapa de 16 válvulas, obtiene su potencia máxima a las 6.250 rpm y su torque máximo, de 182 Nm, se logra desde las 3.750 rpm. Aquí tenemos uno de los puntos mas flojos de esta variante “Sport” del Jeep Renegade. El motor resulta bastante justo para la masa del vehículo y sus reacciones son muy modestas. Esto no molestaría tanto en aceleraciones urbanas con partida detenida –digamos en una situación habitual de partida de un semáforo-, pero si es muy evidente en fase de recuperación en ruta, donde ni siquiera bajando de quinta a cuarta marcha se logran reacciones contundentes.
Es un motor que, combinado con esta carrocería (con un peso total de 1.415 kilos) prefiere viajar a velocidades moderadas y exige planear con suficiente criterio cualquier maniobra de “sorpasso” o adelantamiento en rutas de mano simple. Para quien utilice esta versión en uso citadino, no percibirá tanto esta falencia del modelo, y apreciará mas su confort y su calidad, silencio de marcha y suavidad de manejo.
En quinta marcha, a 130 km/h constantes, el motor gira a 3.750 rpm, un régimen un tanto elevado y que aumenta el consumo de combustible. Por suerte al insonorización es impecable, y el régimen de giro no mete demasiado ruido en el habitáculo a esa velocidad y rango de vueltas de motor. El Jeep Renegade 1.8 Sport es uno de esos extraños casos en los que el consumo en ruta es mayor al consumo urbano, cuando casi siempre es al revés. En nuestra unidad de pruebas, pudimos obtener, viajando a 130/h en quinta marcha, un consumo medio de 11.5 litros cada 100 kilómetros, mientras que en utilización urbana obtuvimos casi un litro menos, con 10.6 litros/100 Km.
Las suspensiones del Jeep Renegade en esta variante 1.8 son correctas. De tipo McPherson adelante y MUltilink en el eje posterior, están orientadas al confort y al uso familiar, no son las de un SUV para travesías, si no mas bien para un uso ligero fuera de caminos civilizados. Los ángulos de ataque de todos modos son beneficiosos para un uso «todocamino», con un angulo de 18° en entrada y de 30° en salida. Los neumáticos provistos son para uso netamente de asfalto, pero siendo un Jeep, se nota a las claras que el chasis, las suspensiones, y todo el conjunto está para recibir mas.
Para quien es entonces este Jeep Renegade? La versión probada, la Sport Plus, solo se diferencia de la de entrada de gama por las barras exteriores de techo, el volante forrado en cuero, el navegador GPS con pantalla touch, la cámara de marcha atrás y 5 airbags mas. Pero la motorización es la misma. Quien maneje tranquilamente en la ciudad, podrá encontrar en el Renegade 1.8 Sport, un vehículo atractivo, de nombre fuerte, para uso familiar, con posición de manejo mas elevada que un mediano, y buenos atributos de calidad y seguridad. Aquellos que necesiten mas recursos, de potencia, de tracción, o por ejemplo una caja automática, podrán optar -aunque a un valor bastante mas elevado- por la versión Longitude, que ofrece motor de 184cv. La versión probada tiene un precio de lista de 450.500 Pesos, unos 31.500 Pesos mas que la versión de entrada. La garantía es de 3 años o 100.000 kilómetros.
Que nos encantó del Jeep Renegade 1.8 Sport Plus:
- Calidad de fabricación y ensamblado
- Solidez
- Nivel de seguridad activa-pasiva
- Comando de caja
Que no le perdonamos al Jeep Renegade 1.8 Sport Plus:
- Motor pequeño, de potencia inapropiada
- Falta caja de 6 marchas
- Consumo elevado
- Sistema de info-entretenimiento no muy actual
