En el día de ayer te contábamos como Fiat lanzó una oleada de nuevos productos al mercado. Aprovechamos la ocasión para tomar contacto con el mas destacado de ellos, el 500L. Primeras impresiones a bordo del monovolumen familiar de la marca italiana.
El 500L es un modelo familiar que Fiat Argentina comienza a importar desde Serbia, donde se fabrica en la planta mas avanzada que posee la marca italiana. Así la definió el mandamás del grupo Fiat, Sergio Marchionne, cuando la inauguró en abril de 2012. No utiliza la misma plataforma del Fiat 500, y gracias a ello es obviamente un producto mas ancho, mas largo y con mas distancia entre ejes que el pequeño Cinquecento. Lo que si aprovecha es la «inercia estética» del diseño del 500, que tanto éxito le reportó a Fiat con generosas ventas en todo el planeta.
Retoma ciertos guiños de diseño del 500 y se inspira en lo que fue en los años sesenta el Fiat Multipla, una especie de tatarabuelo de las monovolumenes, de trompa frontal, y basado en nuestro conocido Fitito. El resultado del diseño, siempre objetable según el gusto de quien lo mire, a nosotros nos parece coherente y logrado, considerando las limitaciones del programa de necesidades de un monovolumen familiar de este segmento. Definitivamente, es un auto de aspecto muy actual, que podríamos catalogar como un producto lúdico, y que Fiat intentará posicionar desde el marketing como un familiar «con onda», para padres cancheros.
El interior del 500L es bien diferente al del pequeño 500. Es amplio, y la posición de manejo es elevada, como en muchos monovolumenes. Las terminaciones son en general muy buenas y si bien todos los plásticos interiores son rígidos, el aspecto a la vista es muy correcto y no se notan malos encastres o piezas de calidad dudosa. Se nota que es un producto europeo y global. El diseño del habitáculo está dominado por la adopción del «round square» ese motivo de diseño con cuadrados con las puntas redondeadas que el 500L repite en una variedad de elementos. El color de la plancha de abordo puede variar según el color exterior del auto, habiendo en negro, blanco y gris, todos de acabado brillante.
La posición de manejo es confortable, y gracias a las múltiples regulaciones del volante y la butaca, sumado al apoyabrazos central para el conductor, nos auspician una cómoda posición, tanto para ciudad como para ruta. Son extraños la leva del freno de mano, de diseño muy peculiar y algo incomodo de usar, y la empuñadura de la selectora de cambios, excesivamente voluminosa.
La visibilidad es buena hacia todos lados, y en nuestra unidad de test, estaba complementada por un generosísimo techo acristalado panorámico de 1,5 metros cuadrados de superficie (con cortina enrollaban eléctrica). Ayer cuando lo probamos estaba muy nublado, pero habrá que comprobar en días soleados de verano cual es el grado de permeabilidad a los rayos del sol que tiene esta cortinita de techo.
Las plazas traseras son muy cómodas y como la banqueta está montada sobre correderas, se podrá elegir el espacio para las piernas de los pasajeros de atrás. O también se podrán llevar bien para adelante para maximizar el área del baúl. Ademas de esta posibilidad, los respaldos traseros son reclinables en proporciones 60/40, lo cual suma confort y bastante modularidad al interior. Dos adultos atrás viajaran muy cómodos, o tres en el caso de trayectos mas cortos, digamos, suburbanos.
El baúl es amplio, con 343 litros de capacidad si los asientos de atrás van bien corridos hacia atrás, y crece a 400 litros si lo que se maximiza es el baúl, corriendo bien adelante la baqueta trasera. A su vez, puede ser ampliado, rebatiendo los asientos posteriores, parcial o totalmente. El piso del baúl tiene un estante que puede ser instalado en tres alturas diferentes, algo que resulta muy practico, no solo para distribuir carga, si no para ocultar de las miradas exteriores algo que se quiera llevar bajo el piso del baúl.
Nos ponemos en marcha con el Fiat 500L y la primera impresiones la de un auto silencioso, bien aislado acústicamente. Nuevamente, también por esto se nota que es importado. La consola central está dominada por un equipo multimedia, con pantalla táctil de 5 pulgadas, una novedad en el catalogo Fiat local. El sistema no posee GPS y es una pena que teniendo el display, no se aproveche a tener este equipamiento tan de moda últimamente, así como una cámara de visión trasera. Debajo de ésta, hay teclas de comandos secundarios, y mas abajo aun (tal vez demasiado abajo), el climatizador, que es automático y bizona.
El Fiat 500L tiene una sola opción de motorización, con un moderno 1.4 litros aspirado, de 16 válvulas, que rinde 95cv de potencia. Unido a una caja manual de 6 marchas, el motor se mostró algo justo en prestaciones para el tamaño del auto y posiblemente con la familia y equipaje a bordo, se vuelva una opción «muy de paseo». Las motorizaciones idóneas para un mercado como el nuestro, con nuestras rutas de mano simple y largas filas de camiones que suponen largos «sorpassos», hubieran sido el Diésel JTD de 120cv que supo ofrecer en algún momento aquí el Bravo, o el naftero turbo de 160cv, como se ofrece en Norteamérica.
Las prestaciones no son incorrectas, es un auto de buen andar citadino, de suspensiones orientadas al confort, pero sin perder demasiado la sensación de control del auto. Es solo que no nos imaginamos el perfil pretendido para el auto, mezclado con nuestra red vial que requiere, para ciertas situaciones, un poco mas de disponibilidad de potencia y torque. Para los que sean de andar muy sereno, es un vehículo ideal.
Intachable la dotación de seguridad del Fiat 500L para nuestro mercado, con un equipamiento sin comparación en sus rivales de franja. Quien busque un auto seguro para la familia, tendrá aquí una de las opciones mas validas que se pueden comprar hoy en Argentina. Ofrece la tranquilidad de que su estructura está realizada en Europa, para los mercados mas exigentes, y con la seguridad de cumplir -efectivamente- con los ensayos de choques mas severos. De hecho, el modelo obtuvo la máxima puntuación de 5 estrellas en el EuroNcap en 2012 y fue galardonado con el «Top Safety Pick» del IISH en 2013, el instituto norteamericano de seguridad en carreteras.
Ofrece 6 airbags, freno a disco en las cuatro ruedas con ABS y control de tracción y estabilidad (ESC) desconectables, cinco apoyacabezas regulables, cada uno acompañado de sendos cinturones de seguridad inerciales de tres puntos, faros antinieblas delanteros y traseros, ayuda para el arranque en pendientes («hill holder»), y como opcional, el sistema de detección de peatones urbanos, que circulando a menos de 30km/h detecta obstáculos y frena el auto automáticamente, toda una novedad en su franja de mercado y un elemento inedito en un auto de este precio.
No pudimos medir demasiado las prestaciones del modelo, ya que lo de ayer fue solo un contacto, pero en autopista pudimos observar una media de consumo de 7,2 litros cada 100 kilómetros recorridos a una velocidad de 130km/h. A ese régimen, el motor gira a 3.400 rpm, un régimen apenas elevado considerando que tiene caja de sexta. Por suerte en nuestra unidad esto no repercutía en el nivel de ruidos en el habitáculo y sentimos mas algún chiflido del viento que la rumorosidad del motor.
El precio al momento del lanzamiento de la única versión del Fiat 500L, cuyo denominación es «Pop Star», es de 225.500 Pesos. Se puede sumar un pack opcional por 10.800 Pesos que incluye el techo panorámico de vidrio y el sistema de detección de peatones. La garantía es de 3 años o 100.000 kilómetros, lo que suceda primero. En breve, el test completo en Motorweb Argentina.