El Chevrolet Agile recibió un restyling de media vida y aprovechamos para someterlo a una prueba completa en su versión 1.4 LTZ, la mas full. Todas nuestras conclusiones sobre este pequeño Chevrolet fabricado en Argentina, continuación. Fotos de Martín Lübel.
Llegó a nuestro mercado en el 2009 bajo muchas expectativas por ser un modelo inedito en el mundo y destinado a reemplazar al Chevrolet Corsa II en la región. Su diseño, tanto exterior como interior, levantó polvareda desde el inicio, sumando seguidores y detractores. El equipo de diseño de GM latinoamerica, encabezados por el mexicano Carlos Barba, creó un pequeño hatchback de 5 puertas basado en la mismísima plataforma del Corsa. El restyling que salió al mercado a finales del año pasado suaviza ciertos rasgos del diseño original, modernizando el producto y haciéndolo mucho mas atractivo con pocos y simples recursos.
La gran parrilla frontal, criticada en su momento por lucir demasiado grande, fue escalada a las proporciones de la trompa del auto, acompañada por ópticas delanteras mas estilizadas y un nuevo paragolpes. Esto hizo que el frente del Agile luzca hoy mucho mas «normal» que antes, tal vez con menos particularidad, pero a los ojos del usuario, su aspecto es logrado y se agradece el cambio. El lateral continua prácticamente invariado, con la única diferencia notables es al falta de las bandas protectoras inferiores que llevaban antes las puertas. Una solución poco practica para el dueño del auto, pero que hace mas fluida la vista lateral del modelo.
La parte trasera debe sus cambios principales al cambio de paragolpes y a un nuevo diseño interior de los faros, que si bien tienen la misma forma, lograron también una refrescada de aspecto. Es para destacar el trabajo de diseño de ambos paragolpes, que se llevan todas las menciones en cuanto a la relación intervención/ganancia de todo el restyling. Demuestran como con poco, se logra un cambio importante en el aspecto de un auto. Completan el logrado restyling, unas lindas llantas de aleación de 16 pulgadas.
Puertas adentro, los cambios son mas limitados. El Agile, al menos en esta versión LTZ, muestra un nuevo volante, multifunción y de base plana, que se roba todas las miradas. Solo le faltaría tener revestimiento en cuero como para pasar a ser nuestro volante preferido en toda la gama Chevrolet local, porque su tamaño y grip son realmente muy buenos. (El comentario no incluye al Camaro, obvio! 😉 ). El resto del interior no cambioómucho que digamos y algunas cuestiones no son de nuestro agrado, como por ejemplo el complejo cuadro de relojes que no favorece la lectura.
La aguja del cuenta-vueltas trepa al revés, y para hacer mas difícil la lectura, no cuenta con una esfera redonda y convencional si no con una silueta de dos segmentos, como una «L» acostada,, mas pequeña que el velocímetro. Este restyling del modelo hubiese sido una buena ocasión para mejorar este ítem. Ademas, sigue faltando la aguja que mide la temperatura del agua del motor. No hay que minimizar el monitoreo de la temperatura, porque en algunos años mas, cuando los autos sean viejos, y las cosas puedan fallar, lo ideal sería contar con un instrumento que pueda reflejar is la temperatura va subiendo. Si no, nos limitamos a un testigo que solo indica un «fuiste» cuando enciende…
El interior del Agile LTZ nos recibe con un habitáculo de tonos claros y de aspecto cálido. Agradecemos que no hayan ido por el 100% negro y que haya tonos de grises combinados. La posición de manejo es confortable y es fácil encontrarla ya que la butaca del conductor regula en altura. La visibilidad es buena, y la disposición de los comandos es cómoda, aunque con algunas falencias. Las teclas de los levantacristales eléctricos agrupados en la puerta del conductor son bastante pequeños, heredados de los Opel Corsa y Astra de los años noventa. Lo bueno es que no perdieron su iluminación nocturna y siempre se los encuentra, por mas que solo sea un mínimo puntito esa iluminación.
Todos los plásticos son rígidos, y su aspecto es común al de varios autos de fabricación Mercosur del segmento bajo. El equipamiento del Agile en versión LTZ es muy completo y supera a algunos competidores de su franja. Por ejemplo ofrece encendido automático de luces, con la misma llave interruptora circular que encontramos en un Cruze. Tiene faros antinieblas delantero y trasero, algo que debemos resaltar ya que no es común en la región que vengan de serie con ambos. Todos quieren los antinieblas delanteros, mas por un tema estético que funcional, y todos se olvidan de la importancia de los traseros. También hay pack eléctrico, aire acondicionado manual con display digital, radio con CD, mp3, USB, miniplug y conexión Bluetooth. Se suma al volante multifunción, que todas las versiones de Agile ofrecen control de velocidad crucero y limitador de velocidad máxima.
Como todos los autos del 2014, incluye doble airbag frontal y ABS de serie, que incluye el EBD; el sistema de reparto electrónico de frenado en situaciones de emergencia. Pero a nivel seguridad, aun debe el tercer apoyacabezas trasero central y un cinturón inercial de 3 puntos para esa quinta plaza. A niveles prácticos, el auto es para cuatro personas. O en su defecto, cuatro personas que se quieran mucho y un quinto pasajero no tan grato para esa quinta plaza floja en protección, que no posee los mismos elementos de retención en caso de colisión, como si tienen los otros cuatro lugares. Es hora de que esto cambie en los autos chicos del Mercosur.
La modularidad no es un tema menor en el Agile, y ademas del respaldo trasero rebatible en proporciones de 1/3 y 2/3, tiene la posibilidad de volcar hacia adelante el respaldo de la butaca delantera derecha, permitiendo de este modo llevar objetos muy largos. Un diferencial de practicidad en su segmento. El baúl tiene una capacidad de 327 litros en modo normal, y se puede ampliar mucho, no solo rebatiendo por partes asimétricas el respaldo del asiento posterior, si no también volcando el respaldo de la butaca delantera derecha, como mencionamos. La terminación del baúl es prolija y si bien los materiales no son los mejores, a la vista se muestra bien presentado y «limpio» de obstáculos.
La motorización del Agile, la única disponible para toda la gama, es el conocido 1.4 de 92cv y 120Nm de torque. Es un motor de 8 válvulas, unido a una caja de cambios manual de 5 marchas, con el que Agile se mostró un poco justo en prestaciones. Diez caballos mas serían posiblemente el punto ideal. De todos modos, en los cambios bajos en utilización urbana, se mueve lo suficientemente bien. Es en autopistas y rutas donde -si además lo cargamos- se lo siente un poco corto de potencia. Es un auto mas bien para la ciudad, ya que las malas aislaciones acústicas del modelo hacen que a mas de 120km/h, el ruido en el habitáculo sea demasiado. Hasta esa velocidad tiene una sonoridad similar a la de sus pares del Mercosur.
Las suspensiones tienen un reglaje a prueba de empedrados. No es un auto para andar exigiendo en las Sierras Cordobesas, pero resuelve muy bien las alicaídas calles de la ciudad de Buenos Aires. Y si se trata de calles campestres de tierra, gracias al elevado despeje del piso, podrá resolver con comodidad el trayecto. Los frenos del Agile son a disco adelante y a tambor atrás. Gracias al sistema ABS con EBD, frena con corrección, pero luego de un par de frenadas exigidas el sistema se muestra cansado, estirando las distancias de frenado. De todos modos, no está lejos del rendimiento de otros competidores de franja hechos en el Mercosur.
El consumo del Agile es razonable y en promedio de uso mixto arrojó 9.7 litros cada 100 kilómetros recorridos. Si bien el motor es rendidor y de mecánica mas que confiable, una caja de 6 relaciones mejoraría muchísimo no solo el consumo en ruta, si no también bajaría el nivel de rumorosidad, ya que a 130km/h el motor del Agile gira a casi 4.000 rpm.
Como conclusión podríamos afirmar que el Agile es un auto simple, bastante rendidor a nivel mecánico. Su motor es archiprobado y de mantenimiento poco oneroso, y ofrece un nutrido equipamiento en esta versión LTZ, si lo comparamos con el promedio de competidores regionales. Como deuda, quedan algunos elementos de seguridad, una mejor calidad en el armado y el aspecto de ciertos plásticos, ademas de una mejora aislación acústica.
El precio del Chevrolet Agile 1.4 LTZ es de 147.800 Pesos al momento de publicar esta nota. Ofrece una muy buena garantía de 3 años de garantía o 100.000 kilómetros, lo que suceda primero.
Que nos encantó del Chevrolet Agile 1.4 LTZ:
- Restyling logrado
- Despeje y comodidad en todo tipo de caminos
- Garantía de 3 años
- Mecánica probada y rendidora
- Habitabilidad
Que no le perdonamos al Chevrolet Agile 1.4 LTZ:
- Precio elevado
- Faltan elementos de seguridad básicos para el quinto pasajero (apoyacabezas, cinturón inercial de 3 puntos)
- Algunas terminaciones mejorables
- Instrumental de lectura compleja
- Rumorosidad interior
- Potencia muy justa
#UnaCáscaraDeInseguridad
Mis condolencias!