Chevrolet está dispuesta a mantenerse en la cima del ranking de ventas local, y para ello lanzó en los últimos meses una verdadera ráfaga de novedades. Ahora nos toca evaluar al Onix, el pequeño del segmento B con motor 1.4 en la versión más equipada que viene a dar pelea frente a otros competidores regionales de gran peso. Fotos por Martín Lübel.
No hay excusas más que el gusto ya para no encontrar un Chevrolet pequeño que encaje con nuestras necesidades o presupuesto. La marca lanzó a principios de año la familia Onix -un hatchback de 5 puertas-, y Prisma, un sedán de cuatro puertas y baúl. El Onix, se ubica por tamaño y equipamiento entre el Celta y el Agile y tiene al Sonic arriba de toda la oferta de compactos urbanos con carrocería hatchback de 5 puertas. Su aspecto es muy moderno. Chevrolet ha logrado con el Onix no sólo superar los diseños conflictivos como el Agile o el Spin o clásicos en exceso como el Cobalt. Ingeniosa estrategia que hoy comprendemos al ver desplegada por completo en nuestro mercado una oferta más que plural en todo sentido. El Onix llega entonces a colocarse, junto a su primo coreano Sonic, en la vertiente más canchera y joven de la marca en el segmento B. Con 3.93 metros de largo, es 6 centímetros mas corto que el Agile y 11 menos que el Sonic de 5 puertas.
Las líneas del Onix son afiladas y angulosas, como manda la moda actual. Con la típica parrilla bipartida de la marca, ahora ‘remixada’ con aspecto más sutil e integrada, dejando atrás la llamativa desproporción con la que nos sorprendió en su momento el Agile. Hoy, la trompa del Onix luce agresiva en un punto razonable para su segmento. Las ópticas casa delanteras tiene en la particularidad de un inserto traslucido en un tono azulado que le dan cierta ‘mirada’ a la trompa del auto. Cuando se prenden las luces se logra más efecto aún. Habrá quienes la consideren un poco ‘tuner’ a la solución, peor esta ahí y no se puede evitar. Para mi no es más que otra interpretación, «Mercosur style», más barata y simple, del mismo tipo de «mirada firmada» que ostenta un Audi o un BMW con sus típicas luces diurnas. Si nos abstractos es la misma intención, con un décimo de los recursos…
Los laterales del Onix siguen en línea ascendente hacia la cola del auto y un logrado diseño de los flancos, con nervaduras rectas y ángulos resaltados le dan dinamismo y carácter. Dos nervios importantes resaltan arriba de cada pasarrueda, y lo bajo de las puertas tiene un rehundido que ademas de cortar un poco visualmente la altura de la puerta, seguramente ayudan a rigidizar la chapa. La cola del auto es el punto más particular del modelo, no por su estética, que me parece de muy lograda imagen, si no por su fuente correlato con otro auto brasileño de marca alemana que es campeón de ventas. Y aquí es donde se revela mas evidentemente a quien le está sacando los dientes el Onix. Las llantas de aleación también siguen los designios de la moda, y son diamantadas en su cara externa, con interior pintados en negro brillante. Son de 15 pulgadas y llevan neumáticos en medida 185-65. El resultado de todo el exterior del Chevrolet Onix es un auto fresco, muy actual y de aspecto dinámico. En lineas generales, nos gusta y creemos que le aporta mucho a la marca.
En el interior hay tonos oscuros y un agradable tapizado en tela combinada con costuras en naranja, que acentúan el target joven de este modelo. La plancha, simple y clara, toma nuevamente como eje el diseño de clúster mixto, es decir, cuentavueltas analógico con velocímetro digital, rodeado de testigos luminosos. Aquí no esta tan expuesto o «suelto» como en el Spark, el primer modelo que vimos con esta inspiración motociclistica en el tablero, y el conjunto de relojes ya está bien integrado a la plancha. En el centro, todas las miradas van a la pantalla táctil de 7 pulgadas del «MyLink», el sistema multimedia de Chevrolet, ya presente en otros modelos de gamas superiores de la marca. Este es uno de los items donde Chevrolet toma una gran distancia de los competidores mas directos, como el Fiat Palio y el Volkswagen Gol Trend. Ningun otro modelo de esta franja de precios incorpora esta tecnología de entretenimiento. La posición de manejo es buena, elevada como en todos los últimos Chevrolet creados en Brasil, lo cual llama la atención en contraposición a la amplitud en regulaciones de altura que ofrecen los Chevrolet pensados en Corea, como el Sonic y el Cruze que ofrecen un unto bajo del recorrido de la butaca realmente bajo! Será que en Corea hay mucha gente alta o será que en Brasil no piensan en los altos? mmm….
La cuestión es que si bien no es tan llamativamente alta la posición mas baja de la butaca conductor como en el Spin y el Cobalt, en el Onix se puede regular en altura la columna de dirección y por el formato general del auto no llama tanto la atención como en el Cobalt, por ejemplo donde uno maneja demasiado arriba. Las butacas son de buena sujeción y el entorno resulta muy agradable. Los comandos de climatización, son tres ruedas giratorias de buen tacto cualitativo, se heredan de otros modelos de la marca, al igual que los brazos que comandan las luces y los limpiaparabrisas, ambos detrás del volante. El volante, también tiene forma conocida, aunque no ofrece comandos mutifunción integrados, un faltante a nuestro entender imperdonable en un auto con un centro multimedia de pantalla táctil.
Es simple, al no tener esos comandos al volante, uno debe OBLIGADAMENTE sacar la vista del camino para operar la radio, porque al ser touch la pantalla, no hay nada para tantear con la mano y hay que mirar bien para embocarle al botón que queramos tocar en pantalla. No es un tema difícil de solución, la marca simplemente debería agregarle los mismos comandos al volante que ofrecen en el resto de la gama Chevrolet. El sistema MyLink ofrece radio am/fm, reproducción de audio en formato mp3 desde USB, entrada auxiliar, o transmisión por audio streaming, es decir, tomando el audio de algún dispositivo inalámbrico como un celular o un Ipod mediante el sistema Bluetooth, el mismo que permite la telefónica manos libres en el auto. El sonido es bastante bueno para su segmento, y la interfaz gráfica y el manejo general del sistema es fácil e intuitivo. No encontramos problemas para operarlo, ni para emparejar el celular. El MyLink permite también ver películas en video o fotos que tangamos almacenadas en un dispositivo externo. La posición de manejo es cómoda, y las visuales alrededor muy buenas. Nos pareció muy bueno que en Chevrolet hayan incorporado un alojamiento fijo dentro del habitáculo para el matafuegos, tal como lo pide la ley de transito, ya que la mayoría de los autos no lo trae! Ademas de encontrarse a los pies del acompañante delantero, el matafuegos tiene un revestimiento en alfombra que lo deja prolijamente ubicado.
Atrás, estando la butaca del conductor regulada para alguien de 1.75m, otra persona de la misma altura viajara cómoda y con lugar para sus piernas. Lo que sigue faltando en este tipo de autos del segmento pequeño, es la seguridad mínima necesaria para un quinto pasajero. Quien viaje atrás en el medio, no tendrá, en caso de colisión, la suerte de contar con un apoyacabezas y con un cinturón de seguridad de tres puntos inercial. Sin dudas un aspecto a completar y mejorar y un vicio recurrente del Mercosur en sus autos chicos. Otro tema a mejorar es el diseño de la contrapuerta delantera, cuya manija interior está ubicada muy baja, haciendo que uno termine siempre tirando del borde superior cajón portaobjetos de la puerta para cerrarla, porque queda mucho mas naturalmente a mano que la manija ad-hoc.
Andando el Chvrolet Onix LTZ es un auto netamente urbano, con comportamientos típicos de su segmento. Cómodo, liviano, ágil. Se mueve en el transito con soltura y es fácil de llevar, con buenas reacciones de abajo en los primeros cambios. El motor 1.4 reacciona con elasticidad al comando del acelerador y la dirección asistida acompaña, aunque el volante parece un poquito grande para ese habitáculo. En autopista y hasta la máxima legal anda muy bien, aunque a medida que suben los km/h, sube también el ruido interior, defecto que es común a la mayoría de los autos desarrollados en Brasil, donde no se depara demasiado en la insonorización del habitáculo. En el transito urbano, en cambio, la insonorización nos apreció muy buena. El comando de caja, de 5 marchas, es bueno y no tiene frenos indeseados entre cambios. Hasta al empuñadura de la selectora es de agradable forma. La caja está bien relacionada y permite a la vez la buena reacción en los cambios inferiores en el trafico urbano, permitiendo incluso remontar alguna equina que hayamos podido doblar en tercera. La quinta marcha es mas larga y se orienta a bajar el consumo, rodando, por ejemplo a 130km/h a unas 3900 vueltas.
El motor, un 1.4 de 8 válvulas y llamado SPE/4 (por su siglas en inglés «Smart Performance Economy» y 4 por el numero de cilindros) es una profunda revisión del motor 1.4 que ya viene utilizando GM desde hace varios años. Esta revisión logró que el motor ya conocido se haya vuelto mas sereno, progresivo, aunque podría ser un poco mas económico aun. Pese a esto, para mi el resultado es satisfactorio y su conducción es siempre agradable. La potencia es de 98cv y está disponible completamente a las 6000rpm. El torque, de 126Nm tiene su pico máximo a relativas bajas vueltas para un motor aspirado, a 2800rpm, lo cual beneficia mucho la elasticidad y las recuperaciones. El consumo del Onix fue de 8.3 litros en ruta, y se eleva a 9.8 litros cada 100 kms. recorridos en la ciudad. Son valores que están en la media de sus competidores principales.
Las suspensiones y el frenado del Onix podríamos decir que son promedio en su segmento. El andar en ciudad es confortable, no toca en ningún lado abajo y si tomamos caminos imperfectos o de tierra, vamos a seguir circulando cómodamente. La suspensión delantera es tipo McPherson y la trasera, con eje rígido. Los frenos del Onix responden con normalidad, pero no asombran. Son delanteros a disco autoventilados y traseros a tambor. Están acompañados en toda la gama de antibloqueo de frenos ABS y distribución electrónica del frenado EBD.
El baúl del Onix tiene 280 litros de capacidad, y se puede ampliar rebatiendo los respaldos traseros en partes asimétricas. La contratapa del portón trasero está revestida en plástico rígido, de buen aspecto, que tiene ademas, manija embutida interior. Casi no se ve chapa a la vista en todo el baúl, lo cual es un buen progreso en esta gama de autos. Lo que no le perdonamos al Onix es que traiga una rueda de auxilio temporal, y encima de minimo tamaño, cuando en el buche del piso del baúl hay lugar tranquilamente para una rueda homogénea con el resto. Podríamos aguantarnos que no sea de aleación como las otras cuatro, peor al menos del mismo tamaño! se sabe, Argentina es grande y tiene parajes recónditos y pinchar lejos de la civilización y encontrarse con una ruedita que sol te deja circular a 80km/h no es lo ideal.
El precio de la versión 1.4 LTZ que probamos, la mas completa de la gama Onix, es de 100.530 Pesos al mes de Agosto de 2013. La garantía es de dos años y está disponible en seis colores de carrocería : Naranja Flame Metalizado, Blanco Summit, Plata Switchblade metalizado, Negro, Rojo Pepper y Gris Sand metalizado.
Que nos encantó del Chevrolet Onix LTZ:
- Su diseño exterior e interior
- Andar sereno, solido
- Motor elástico
- Sistema MyLink
- Precio competitivo
- matafuegos con alojamiento en el habitáculo
Que no le perdonamos al Chevrolet Onix LTZ:
- Falta de comando de audio al volante en combinación con la pantalla touch
- Rueda de auxilio temporal
- No tiene ni tercer apoyacabezas trasero central ni cinturón de 3 puntos para esta plaza
- Falta antinieblas trasero
- Diseño contrapuerta del conductor
Podés descargar el PDF con el equipamiento del Chevrolet Onix desde AQUI.
Muy buena prueba, coincido totalmente en los puntos a favor y en contra. Sin dudas es un buen auto, me parece mejor el Onix que el Prisma (dado que llevan el mismo equipamiento y motor), dado que se adapta más a un uso con pocos pasajeros y poca carga. Llama la atención los errores tan pavos en el interior, como la falta de comando al volante para el my-link o el tirador de la puerta.
Cuando compré mi Cobalt (para lo cual influyó la prueba publicada en motorweb) me subí también a un Onix (no tenían Prisma para mostrarme) y me llamó la atención la pavada que hicieron con el tirador de la puerta, realmente increíble que un detalle así pase a producción. Cuando intenté cerrar la puerta de ahí me apreté el brazo con la misma.
También es criticable lo reducido de la gama de Onix/Prisma, con solo 2 versiones y 1 motor. Además la versión llamada «LT» es un «LS» con my-link, ya que fuera de ese elemente, está totalmente pelado (ni cierre centralizado tiene).
Saludos.