Prueba: Fiat Bravo 1.4t Dynamic

El mediano de la marca Italiana llega importado desde el Viejo Continente para ofrecer un producto moderno, eficiente y muy atractivo. Lo manejamos durante una semana para evaluarlo y poder sacar las siguientes conclusiones. Fotos por Martin Lübel.

Llegó a nuestro mercado un poco tarde respecto a su lanzamiento europeo, pero la espera valió la pena. El mediano hatchback de 5 puertas de Fiat equipado con motorización naftera, de 1.4 litros de cilindrada con turbo y tecnología MultiAir, tiene uno de los motores mas modernos que se pueden comprar hoy en Argentina en este segmento. Sus lineas son llamativas, con una silueta que resalta un marcado perfil de cuña. Su forma maciza, muscular, le dan un sólido aspecto deportivo, muy bien complementado con las llantas de 17 pulgadas que llevaba en opción nuestra unidad. El auto de la prueba tenia el equipamiento básico de la gama Bravo, con el único opcional de las mencionadas llantas y el sistema Blue & Me. Su largo, de 4,34 metros, está en el promedio de su segmento, y por calidad y posibilidades de equipamiento se posiciona entre las mas modernas y equipadas propuestas en nuestro mercado. Las versiones de entrada tienen de serie llantas de 16 pulgadas montadas sobre neumáticos en medida 205/55.

El Bravo tiene toda la personalidad de un auto diferente al resto de los Fiat y lleva a la vez, embebido el diseño propio de la marca. Tiene fuertes aires de Fiat Punto en sus formas, y la trompa nos recuerda al Linea. De la vista de tres cuartos traseros el corte de la luneta y los elevado de los faros nos remite a modelos Alfa Romeo. Se lo ve como un italiano de pura cepa y su silueta evoca deportividad. Sin dudas uno de los puntos mas notables de este Fiat Bravo es su diseño, algo que sin dudas los italianos saben hacer mas que bien!

En el interior, el diseño también pondera la atmósfera deportiva: con la consola central orientada hacia el conductor y 4 relojes de tablero bien demarcados el puesto de comando está bien dedicado al conductor. Dos de éstos relojes del tablero, los principales, son marcadamente profundos y están muy embutidos. En el medio, un display multifunción nos acerca todos los datos de la computadora de abordo, el audio y hasta de nuestro teléfono celular si optamos por el sistema Blue&Me. El volante multifunción es de buen grip en combinación de cuero liso y microperforado. Posiblemente lo que denote mayormente los mas de 5 años de existencia el producto (al menos en Europa) es la falta de una gran pantalla LCD como ostentan varios competidores de su segmento, algunos para albergar el GPS (caso Renault Megane III), o simplemente como centro de entretenimiento y monitor de la cámara de retroceso (Caso Chevrolet Cruze HB5). Mas allá de este detalle, el interior del Bravo es moderno y resulta mas que vigente, presentando agradables detalles de diseño y terminaciones. Los tapizados de serie son de tela dura oscura, con asientos cómodos y duritos, al estilo alemán, que garantizan que uno se baje luego de viajes largos sin acusar cansancio. Las plazas delanteras son cómodas y las múltiples regulaciones del asiento del conductor y la columna de dirección harán que todos puedan encontrar su punto justo. La visibilidad trasera es un poco limitada debido al diseño propio de la forma tan acuñada del auto, que propicia una cola alta y una luneta pequeña. Para esto el Bravo suma como equipamiento de serie los sensores de estacionamiento sonoros traseros. Los plásticos presentan buenos encastres y no mostraron quejidos ni grillitos molestos a lo largo de nuestra prueba. La plancha, en dos tonos, suma otra textura mas trabajada en el inserto gris claro. Tiene de serie control de velocidad crucero, levantacristales eléctricos en las cuatro ventanillas, espejos rebatibles eléctricos, y cerradura centralizada con control remoto desde la llave, que es del tipo navaja, retráctil.

2013-06-17 TEST Fiat Bravo Dynamic 64

La consola central agrupa en su parte superior al equipo de audio, y a ambos lados de éste hay teclas de controles secundarios, distribuidos de un modo que lleva un poco tiempo extra de acostumbramiento. Llama la atención la ubicación de la regulación en altura de los faros delanteros, bien a la extrema derecha. Debajo de estos, las teclas faros antinieblas delanteros y traseros quedan un poco lejos de la mano del conductor. Mas cerca d ela mano, al izquierda de la radio, están las teclas del ESP, el control de estabilidad y tracción, la que desconecta el sistema Start & Stop, los y la función CITY de la dirección, que la aliviana considerablemente, lo cual es un placer en maniobras urbanas. Fiat llama al sistema «Dual Drive» y funciona hasta los 46km/h, sobreasistiendo la dirección eléctrica en un 60%. En el plano inferior está el climatizador automático de doble vía, que funciona muy bien. Las versiones equipadas con el Pack Sport agregan pedaleras metálicas que suman aun mas deportividad al ambiente.

Las plazas traseras son cómodas también y pese a lo que uno supondría desde el exterior por la silueta del auto, no son bajas. Hay suficiente altura para la cabeza de los ocupantes traseros. Yo mismo pude acomodarme sin inconvenientes con mi 1.75 de altura. El modelo ofrece 3 apoyacabezas regulables traseros y sus correspondientes cinturones inerciales de 3 puntos para todos los pasajeros. Completa el asiento trasero, dos juegos de ganchos ISOfix para asegurar las sillitas para bebes con el mas alto standard en sujeción infantil. Dos adultos viajarán muy cómodos y un tercero, en el centro, bastante mas comprimido, debido en parte a la morfología del cojín que favorece a las ubicaciones laterales. Los pasajeros traseros gozan de una salida de ventilación al extremo del túnel central.

Ponemos en marcha el Bravo y comenzamos a rodar. Este es uno de los pocos modelos masivos en Argentina disponibles con un sistema de Start & Stop combinado con una caja manual. Ya lo habíamos probado en muchos otros autos, pero con caja automática y debemos decir que en consonancia con la caja manual, el sistema se siente raro. Se tarda un poco en tomarle la mano y al principio uno puede quedarse «plantado» en mas de un semáforo, en esos dos o tres segundos que parecen una eternidad porque el auto se apagó. Una vez que le tomamos el tiempo al sistema, comprendemos que para el transito muy denso, a hora pico sea tal vez mas cómodo desactivar el Start & Stop. El motor que equipa a este Bravo (disponible también con otra motorización, pero Diesel JTD) es un 1.4 Turbo nafta de 140cv de potencia. Está equipado con la tecnología MultiAir de FIAT que actúa sobre las válvulas de admisión para favorecer -mediante actuadores electrohidraulicos- la erogación de potencia y torque, a la vez que reduce el consumo. El turbo es de geometría variable y solo acepta nafta premium (grado 3) ya que cumple con la norma Euro 5 antipolución.

El torque máximo de este motor es de 230 Nm desde las 1750rpm. Por debajo de ese régimen, al motor se lo siente un poco perezoso, y hasta nos apreció que le costaba remontar algunas esquinas en segunda marcha o alguna rampa empinada en primera. Pero superadas las 1750 rpm, el motor se torna brioso y muy entretenido de manejar. Incluso acelerándolo de 0 a 100 km/h y midiendo el tiempo con el instrumental especifico GoTech Pro, logramos hacer la prueba en solo 9.3 segundos. Gracias a la caja de sexta bien escalonada, el motor se aprovecha muy bien y se logran buenas prestaciones sin sacrificar el confort de marcha o los consumos. Por ejemplo, rodando a constantes 130 km/h en ruta, obtuvimos una media de 8.5 litros cada 100 kms. En ciclo urbano, el consumo sube un poco mas, ubicándose en un promedio de 9.6 litros cada 100kms. A 130 km/h el motor gira por debajo de las 2900 rpm, lo cual no solo favorece el consumo, si no también la rumorosidad en el habitaculo. Gracias a la combinación del motor de baja cilindrada, el turbo de geometría variable, la caja manual de sexta y el sistema MultiAir, el Bravo logra prestaciones equivalentes a las de un motor convencional de 1.8 o 2 litros de cilindrada, pero con menor consumo y mayor rendimiento.

Manejar el Bravo con este motor es realmente muy agradable. Es de los pocos autos del segmento que sin ser una versión específicamente deportiva y de altas prestaciones (casos Golf GTI ó 308 GTI), permite un manejo mas comprometido y se disfruta llevándolo exigido. Tanto suspensiones como dirección y conjunto caja motor responden mas que satisfactoriamente para un auto familiar mediano. Claramente no es un auto deportivo, pero quien guste de manejar a ritmo un poco mas «alegre» encontrará en este Bravo respuestas que otros generalistas medianos disponibles en Argentina no brindan. Las suspensiones son firmes sin ser incomodas, incluso en ciudad con las llantas de 17″ armadas con neumáticos en medida 225/45. El esquema delantero es tipo McPherson y atrás tiene barra de torsión. Se nota un auto bien armado, solido, que dobla muy bien al ser exigido pese a no tener suspensión independiente atrás. Seguramente con las llantas de 16″ de serie el andar citadino debe ser mas cómodo aun…

La capacidad del baúl es buena, con 400 litros de capacidad, que pueden aumentar hasta los 1150 litros si rebatimos los respaldos traseros. Los respaldos son rebatibles de manera asimétrica, en 1/3 y 2/3 de su ancho. Bajo el piso del baúl, está el auxilio, que es convencional de 16 pulgadas aunque con llanta de chapa. Es decir, si no pediste las llantas opcionales de 17″, tendrás 5 ruedas del mismo exacto tamaño y pisada, aunque una será de chapa. Si en cambio pediste el opcional de llantas de 17, la de auxilio será ligeramente mas pequeña. Merecería una rueda de auxilio homogénea con el resto. Al baúl se accede apretando el logo «push», el sistema de tecla eléctrica que Fiat ya adoptó también en varios modelos regionales. La boca de carga es un poco alta pero no llega a incomodar. Las terminaciones interiores del baúl son prolijas y suelen ser el reflejo de un cuidadoso ensamblado general.

A nivel seguridad, el Bravo Dynamic queda un poco en desventaja respecto a sus competidores de franja. Por el mismo precio del Bravo mas barato, el Cruze, el Megane III y el 308 ofrecen 6 airbags de serie, mientras que esta versión de arranque del Bravo solo incluye los dos frontales. Para obtener los airbags laterales de tórax y los que cortina, hay que desembolsar un extra de 1200 Pesos, elementos que ya no deberían ser opcionales en esta franja del mercado. Salvo esto, el resto del equipo es muy completo y ofrece frenos con ABS y cuatro discos, control de tracción y estabilidad, ganchos ISOfix, antinieblas delanteros y traseros (los delanteros con función CORNERING para iluminar mas en las curvas) y apoyacabezas regulables y cinturones inerciales de 3 puntos para los 5 ocupantes. Ademas, ofrece sistema de ayuda al arranque en pendientes «Hill Holder», que retiene el auto unos segundos cuando se suelta el embrague en terreno inclinado.

Al Fiat Bravo se lo puede equipar con diferentes paquetes opcionales que pueden completar muchísimo el equipamiento, pero elevando notablemente el precio final. A los 161.900 Pesos que cuesta la versión 1.4 MultiAir Dynamic, se le puede agregar el paquete Blue & Me, que incluye toma USB y conexión Bluetooth por 2600 Pesos, el techo panorámico y corredizo SkyDome que viene combinado con los sensores de lluvia y crepuscular por 8800 Pesos, el «Pack Sport» que ademas de aditamentos estéticos interiores suma la suspensión rebajada, el tapizado de cuero por 6500 Pesos, o los faros delanteros con xenón y lavafaros, opción que trepa a 6500 Pesos. Si sumamos TODOS los opcionales que hay para el Bravo, el precio final del auto se incrementa en 25.000 pesos aproximadamente. Por un lado, es muy bueno que la marca ofrezca semejante abanico de personalización. Por otro, llama la atención que algunos items no estén incluidos desde el vamos como los 6 airbags, el USB con Bluetooth o el sensor de lluvia y luz. Podría ser un poco mas competitivo, aunque hay que entender que el Bravo es un auto importado Extra-Zona, y al venir de afuera del Mercosur está penalizado con un 35% de impuestos adicionales. La garantía es de dos años sin limite de kilometraje.